“Hemos acumulado ineficiencias durante muchos años”

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Exportaciones, produccion , ineficiencias. Jorge Fahler, consultor y ex gerente forestal de la empresa Lipsia durante años en los que unas 50 empresas exportaban productos foresto industriales, dialogó telefónicamente con Desarrollo Forestal. “Somos ineficientes y hemos acumulado ineficiencias durante muchos años, y eso lo estamos pagando ahora. Un dólar de $28 te puede durar dos meses”, afirmó.

– Una pregunta recurrente a especialistas es si con un dólar a casi $30 es viable exportar para el sector foresto industrial.

– La paridad cambiaria, en definitiva, fue desgastando en la última década toda posibilidad de exportación. Hubo un escenario realmente importante cuando se salió de la Convertibilidad (NdR: A fines de 2001 y principios de 2002) y se produjo una devaluación de 3 a 1. Eso fue un impulso muy grande para que algunos actores nuevos comenzaran a exportar.

Y es bueno acordarse que nosotros empezamos a exportar en el año 1993, 1994 con la Convertibilidad, con una relación de 1 a 1 entre el peso y el dólar. Y, a partir de ahí, se fue creciendo. Cuando se produjo la devaluación grande, muchísimos actores empezaron a tener una posibilidad extra de participar en el mercado.

– Pero eso sucedió por la gran devaluación. Actores no tradicionales comenzaron a exportar en ese momento por la gran diferencia del dólar.

– Claro, pero yo enfatizo que desde 1993 o 1994 ya habíamos empezado a exportar. Era un problema basado en un dólar equis, en un mercado donde siempre hemos participado y trabajamos con commodities -en el que no podemos fijar el precio- y con ciertos mecanismos de estabilidad. Porque todo el discurso que podemos hacer alrededor de este nuevo dólar de $28 es cuántos meses puede llegar a durar esa paridad o en cuánto tiempo esta variación en el valor del dólar no es absorbida por mayores costos, llamados inflación, directamente.

– Ése era uno de los objetivos de la entrevista. Saber si para vos esto es temporario o si puede ser una base para encarar un negocio futuro de exportación. 

– Exacto. Es ése el tema. Hoy, ayer, el mes pasado algunas empresas pudieron reaccionar rápidamente frente a esto porque, si vos tenés que exportar algo que ya estás haciendo -como pueden ser tablas de cierto espesor secas en horno- y también lo vendés al mercado interno, ahí podés reaccionar de inmediato. Es como una operación spot donde cerrás trato por equis contenedores por uno o dos meses. Lo cerrás como una posibilidad. Pero eso no habilita a volver al pasado. Un pasado que tenemos que recrear en el sentido de que más de 50, 60 empresas en la Argentina, y no todas son grandes, exportábamos productos forestales.

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Jorge Fahler es consultor forestal.

Y eso se hizo durante todos los años ´90 y tuvo un apogeo hasta 2005, 2006. Si se piensa, es como que debemos retrotraernos para ver qué hicimos bien en ese momento y que nos permitió, años tras año, ir incorporando productos diferentes a tablas secas. En las reuniones de la Mesa Forestal el presidente (Mauricio) Macri nos decía que no se debía depender solamente de la devaluación. Además de la devaluación, hay un montón de otras variables que inciden en tus costos para que una empresa pueda exportar.

Costos fletes mucho más alto que en Chile, Uruguay o Brasil

Tenemos costos fletes mucho más alto que en Chile, Uruguay o Brasil; tenemos costos de puertos más altos. Cuando vas sumando todas esas imperfecciones que tenemos en el sistema, eso va a ir licuando rápidamente cualquier apreciación cambiaria que pueda haber. Somos ineficientes y hemos acumulado ineficiencias durante muchos años, y eso lo estamos pagando ahora. Un dólar de $28 te puede durar dos meses.

– Ése era el tema de mi consulta. Porque, en este momento habrá unas 10 empresas que están exportando. Pueden llegar a beneficiarse mucho, pero quizás las otras no puedan entrar en el mercado porque han perdido contacto exportador, porque no tienen la tecnología suficiente o por otros motivos.

– Exacto.

– Tampoco hay facilidades para que esas empresas puedan invertir en tecnología y eso les permita captar mercados externos.

– Claro. Esto debemos dividirlo en dos o tres segmentos. Por ahí lo más positivo es que por primera vez en muchísimos años el (Poder) Ejecutivo nacional toma cartas en el asunto y lo hace en primera persona. El presidente y sus ministros están convocando al sector, mientras muchísimos gobernadores e intendentes no nos han recibido durante años para tratar temas fundamentales para las economías regionales. En la década del ´80 llenábamos barcos con raleos y talas rasas de eucalipto que iban a España y Portugal, básicamente, desde Virasoro.

Empezamos exportando rollos en 1985, 86 y 87. Lo hacíamos por tren. ¿Te imaginás si hoy tuviéramos trenes, en lugar de camiones, para llegar al puerto? No nos olvidemos que Chile y Uruguay empezaron exportando rollos y chips. Eso se puede transportar por trenes o por vías navegables. En el año ´93, ´94 comenzamos a exportar y hubo empresas, como en la que estábamos nosotros (por Lipsia) que llegamos a exportar entre el 70 por ciento y el 80 por ciento de la producción. Y teníamos un doble turno en el aserradero y tuve que poner un triple turno en remanufactura. Y hubo grandes inversiones en maquinarias y en galpones. La exportación dinamizó todo. Pero no fue de un día para otro. Vos no llegás a exportar productos un poco más elaborados porque sí.

– En cuanto a reducción de costos, hubo acciones en ese sentido para quienes tienen que cargar un contenedor y tramitarlo en puerto.

– Se ha avanzado en eso, ha habido una importante reducción en los impuestos a las importaciones de máquinas y herramientas. Si vas sumando, hay puntos favorables. Pero para que todo eso se consustancie en un valor real que te permita sentarte y planificar, necesitás un tipo de cambio equis y no seguir incrementado los costos a fuerza de inflación. Éste es un negocio de monedas, en realidad: volumen y monedas, que van quedando a medida que van incorporando productos.

Otro dato interesante: cuando se empezó a exportar en los ´90, por ahí un contenedor de US$ 12.000, US$ 13.000, US$ 14.000 era lógico hacerlo. Se pagaba el costo, el flete y la mercadería. Cuando el gobierno anterior comenzó a desconocer la inflación, el contenedor que valía menos de US$ 20.000 no te servía. Y terminamos, a los pocos años, con contenedores que si no llevaban más de US$ 30.000 no llegabas a ningún lado.

– ¿Eso sucedió de 2009 en adelante?

– Antes. Fuimos perdiendo mercados.

– Y también se fue perdiendo capacidad de compra de tecnología.

– Ésa es la otra clave. En el ínterin (hace una pausa), ventajas operativas y comparativas que tenías frente a Brasil o Uruguay -como genéticas y silvícolas- se fueron minimizando. Y ni hablar de este tema del atraso tecnológico. Hace 10 años que no se producen inversiones importantes en tecnología.

Acabo de volver de Brasil y una de las empresas con la que trabajo ha incorporado tecnología donde hay máquinas que están trabajando a 500 metros por minuto o 600 metros por minuto, que son las últimas tecnologías. Y nosotros seguimos con las maquinitas manuales de picar madera. Hemos perdido competitividad. Y hasta que alcancemos de nuevo la capacidad de incorporar tecnología, va a pasar un tiempo.

Leer: Forestal Santo Tomé: “Se nos abrieron las puertas” para exportar

Foto: Gentileza El Territorio.

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