Lo afirmó el Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Carlos Tomada, en la inauguración oficial del Consejo de Certificación de Competencias Laborales y Formación Continua para el sector forestal y de la madera, realizada el 21 de julio en el edificio de la entidad gubernamental.
El nuevo ente se enmarca dentro del Programa de Certificación de Competencias Laborales que tiene como objetivo otorgar formación continua para reducir riesgos laborales y mejorar las posibilidades de conseguir empleo de los trabajadores del sector.
La certificación de competencias laborales es un proceso mediante el cual empleadores y empleados reconocen públicamente la capacidad laboral demostrada por un trabajador en un puesto laboral que es evaluado sobre una norma de competencia.
El sector maderero tiene normalizados los puestos laborales de afilador, operador de moldurera, operador de máquina principal de aserradero, oficial de mantenimiento de aserradero y operador de secadero.
Tomada observó que “las mejores instituciones laborales nacieron del diálogo entre los empresarios y los sindicatos”, y añadió que cree “en un sistema se construye desde el trabajo cotidiano”.
El Consejo esta compuesto por el Ministerio de Trabajo, la Asociación Forestal Argentina (AFoA), Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), la Federación Argentina de Industrias de la Madera y Afines (FAIMA), la Unión de Sindicatos de la Industria Maderera de la República Argentina (USIMRA), el Plan Nacional de Manejo de Fuego (PNMF) y la Red de Instituciones de Desarrollo Tecnológico de la Industria Maderera (RITIM).
Tomada fue el principal orador de la jornada y ante decenas de sindicalistas, empresarios, y otros representantes del sector anunció: “He decidido venir a todas las reuniones de los consejos sectoriales, o de los embriones de los consejos sectoriales, porque creo que éste es de los temas importantes”, y enfatizó: “Acá estamos construyendo la Argentina del mañana. Acá la estamos haciendo con las prudencias, las limitaciones y las restricciones que tiene toda tarea que es de mediano y largo alcance. Lo hacemos con convicción. Acá no hay antinomias campo-industria, nunca las hubo. Nosotros trabajamos en pro de un proyecto nacional de crecimiento económico con inclusión social para todos. Y para nosotros, la inclusión social es a partir del trabajo. Ninguna otra forma mejor de inclusión social puede haber en un país como la Argentina. Y eso requiere políticas no sólo de coyuntura sino también de medidas de mediano plazo. Y algún día comienzan, y algún día son embrionarias. Ésta es la historia”.
Luego, el ministro se refirió a los proyectos ya iniciados por la cartera que encabeza: “Le recordaba al compañero del sindicato de la madera que es producto del desarrollo de políticas de formación que se vienen haciendo en los últimos años y por eso hoy podemos estar sentados a la mesa todos los sectores. No solamente empresario-sindical, otros sectores del Estado, de la sociedad civil, atrás de un programa que se viene construyendo para quedarse porque esto no expresa solamente lo que hicimos, expresa también para dónde queremos ir y de qué forma lo queremos hacer. Lo queremos hacer a través de la formación, a través de la certificación de competencias. Entre paréntesis, yo les sugiero que cuando comience la presentación de todos los temas, expliquen cómo ustedes saben hacerlo, en castellano, como para que yo entienda, esta idea de certificación de competencias. Porque estuvo muy bien quien dijo ‘de acá todos saben de qué hablamos’, y no sé si todos sabemos de qué hablamos cuando hablamos de certificación de competencias. Y es bueno que lo sepamos”.
“Recién contaban una anécdota, que yo no puedo dejar de contarla cada vez que hablo de certificación de competencias. Fue cuando en el 2005, en la primera entrega de certificación de competencias, hicimos un gran acto en Parque Norte y le entregamos a varios sindicatos, en un acto donde estaba todo el gabinete. Y cuando yo le voy a entregar a un trabajador su certificado de competencias, me dice: ‘Hoy me siento alguien, hoy me siento alguien en mi vida laboral’. Y no necesité que nunca más nadie me explicara qué era la certificación de competencias”, figuró el orador.
Luego resaltó el impacto de estas políticas en la vida de los trabajadores: “Es este tema de la identidad, que a muchos de los que estamos acá nos puede parecer normal y nos morimos por tener el diplomita de abogado o de contador o de psicólogo. Es eso, el testimonio de su saber, de sus habilidades, de sus competencias. Toda su vida, en el fondo, él trabajó para eso: para ser. Por eso digo que no es un trabajo de hoy para mañana pero que requiere que alguna vez lo comencemos a transitar. Uno a veces ve 262.000 y dice ‘Y bueno, pero en tanto…’. Yo recuerdo cuando empezamos entregamos 1.200 certificados y ahora vamos casi por 100.000. Digamos que es un proceso que va creciendo y sumándose. Cuando recién empezamos hablábamos de las mesas sectoriales, que eran una forma”.
Tomada agregó: “Nosotros creemos en este Ministerio, en todas sus áreas. No solamente en la Secretaría de Trabajo, en la de Empleo, también en la idea del diálogo social y la participación de los actores. La participación de los empresarios y de los sindicatos, en todos los temas. Tienen que derramar protagonismo de los actores. Esto es bueno, es consenso, esto es participación, es ventanas abiertas. Y este Ministerio hace de eso un motivo fundamental y un eje principal de su gestión. Y por eso elegimos este camino, para construir. Para construir este Consejo Sectorial de Certificación de Competencias, que la vamos a ir teniendo en cada uno de los sectores. El otro día fue en el de la energía eléctrica, hoy esperamos poder convertir este también en realidad, y así vamos a seguir en diez actividades en el futuro inmediato, esperamos. Estamos convencidos de que para construir un sistema como el que queremos ir construyendo, la Presidenta me ha dado instrucciones para ver si en el bicentenario podemos presentar el sistema nacional de formación continua”.
Cuando su discurso parecía ir llegando al final, el funcionario subrayó: “Y para eso entran en juego los actores sociales. Al final de cuenta las mejores instituciones laborales nacieron del diálogo entre los empresarios y los sindicatos, que después una ley consolidó. Así es la historia de las asignaciones familiares, así es la historia de las jubilaciones, así es la historia de la negociación colectiva y así podríamos funcionar. Nosotros creemos que un sistema se construye desde el trabajo cotidiano, desde el compromiso de cada uno de los actores, desde el reconocimiento que cada uno aporta. Así que nuestra esperanza, nuestra utopía como elemento que nos va a hacer mover hacia ese objetivo es poder construir este sistema nacional de formación continua. Un sistema que nos va a permitir, entonces, realmente tener mejores ofertas de capacitación, mejores instituciones y por lo tanto mejor trabajo que es lo que se merecen nuestros trabajadores y nuestros empresarios”.
“Ésa es la idea. Después también debo decir la verdad es un pequeño objetivo para todo el sistema. Yo espero que en una industria forestal creciente dentro de doce años no vuelvan a faltar afiladores. Ése es el objetivo”, concluyó el ministro.
Foto: D&F Muebles.
