Antonio Domínguez, director Comercial de Roto Frank S.A., y Antonio Martínez, de Consultoría Passivhaus, tomaron la iniciativa hace un año de crear un Consorcio Passivhaus en Barcelona, España. El objetivo es promover el concepto de consumo casi nulo a través de la construcción. Passivhaus es una técnica constructiva que puede reducir el consumo energético hasta un 70% respecto de los edificios convencionales. Antonio Domínguez relató la creación del consorcio, sus objetivos, ventajas y retos en una entrevista exclusiva con la corresponsal de Todo Madera en Barcelona.
El concepto Passivhaus es un estándar para la construcción de viviendas que se basa en levantar edificios que posean un gran aislamiento térmico, un riguroso control de infiltraciones, y una máxima calidad del aire interior. Además, aprovecha la energía del sol para una mejor climatización, reduciendo el consumo energético hasta en un 70% sobre las construcciones convencionales. Fue desarrollado a partir de numerosas investigaciones, lideradas por Dr. Wolfgang Feist, con la financiación del estado alemán de Hesse.
Basándose en este concepto, Antonio Domínguez, director Comercial para España y Portugal de Roto Frank S.A. -empresa española comercializadora de aberturas tecnológicas-, y Antonio Martínez, de Consultoría Passivhaus, crearon una entidad que agrupe a empresas españolas del sector de la construcción para unir fuerzas y promover el consumo energético casi nulo en el país.
A continuación se reproduce la entrevista exclusiva de Antonio Domínguez para Todo Madera.
– ¿Cómo surgió la idea de crear el Consorcio PassivHaus?
– La idea surgió cuando en septiembre de 2015, un año antes de la Feria de Madrid IFEMA (ePower &Building) pregunté a la organización cuál iba a ser el contenido en la feria sobre el principio de consumo pasivo. Su respuesta fue que no iban a contemplar algo tan selectivo sino que cada expositor expondría sus soluciones.
Es allí cuando Antonio Martínez, de Consultoría Passivhaus y yo, le propusimos liderar un consorcio de empresas que estarían dentro de la feria, para hacer unos talleres prácticos y teóricos sobre los principios, Passivhaus, con la intención de que las mismas empresas financiaran esos talleres y que se hicieran de manera didáctica.
Entonces en la Feria de Madrid de octubre 2016 se puso en práctica el Consorcio y realizamos durante cuatro días, cuatro talleres simultáneos, con unas maquetas a escala real, con todos los principios, y con los consultores passiv, logrando la participación de 948 personas en 48 talleres. A partir de allí nos pusimos a trabajar para presentarle el proyecto a empresas del ciclo constructivo. Actualmente formamos parte diferentes empresas que no somos competidores y que estamos dentro del sector.
– ¿Cuáles son sus objetivos a mediano y largo plazo?
– Los objetivos que tenemos son ser un consorcio de empresas privadas, de hecho somos una asociación. Estamos unidos por el concepto de consumo casi nulo y hemos elegido el concepto passiv, porque es la garantía para tener éxito, ya que es uno de los conceptos de los años 90 más rigurosos a nivel mundial.
– ¿Qué tipo de capacitaciones realizan y quiénes pueden acceder?
– Una de las empresas miembro es “Formación Passiv”, y el rol que asume es el tutelar la parte pedagógica. Son los consultores y arquitectos con más experiencia, y ellos dan la cobertura a todo el consorcio, y por ello son los que más prestigio tienen a nivel nacional en cuanto a certificaciones y cursos específicos para arquitectos, para instaladores, para constructoras. En el consorcio nos unimos de una manera transversal para cubrir las envolventes, tanto la parte práctica, como de negocio y de eso se tratan los cursos.
Nuestro público objetivo es muy sencillo: los profesionales que engloban una envolvente: arquitectos, aparejadores, jefe de obra, ingenieros, instaladores de clima de ventanas, albañiles, todos lo que entren en el ciclo constructivo.
– ¿Crees que la madera juega un rol importante para lograr un consumo nulo?
– Creo que la parte más importante no está en los productos, tanto desde el Consorcio, como en muchas empresas de la construcción en España y en Europa. Lo que necesitamos es reconvertir al industrial, a la mano de obra, ya que el modelo de negocio de consumo casi nulo, en este caso de standard passive, requiere de una mentalidad a la hora de cómo construir, pensar el edifico, y aplicarlo en la fase constructiva. Desde el consorcio necesitamos arrastrar a mucho público para llevar esa parte pedagógica al industrial, a la mano de obra. Como empresa individual sería costosísimo de tiempo, de dinero, y no tendríamos un impacto como marca individual.
– ¿Cómo ves el mercado actual en España y la Unión Europea respecto de la construcción Passivhaus? ¿Y Latinoamérica?
– A nivel de edificios de consumo casi nulo, España y Portugal estamos en las antípodas de la tipología de un edificio que demande poca energía. Tenemos los medios, las capacidades, los productos, estamos dentro de un entorno fácil, pero estamos todavía a nivel profesional en las antípodas. Igual, si nos vamos al concepto passiv, tampoco en el mundo hay millones de edificios construidos con este concepto. Pongamos un ejemplo como el coche híbrido, que tampoco le ha dado la vuelta a la torta a nivel mundial; no es un 80% híbrido y un 20% fósil. Pues es igual, tenemos que conseguir que se revierta estar en las antípodas. A nivel Sudamérica y Argentina, no tengo mucha experiencia, pero creo que están igual que nosotros.
Passivhaus, Arquitectura y ecología
– ¿Cuáles son las ventajas de esta técnica de construcción?
– Bien, primero hay que ver de dónde viene el concepto. En los años 70 hay dos tendencias a nivel de la producción o la necesidad de tener electricidad. Había unos físicos que trabajaban en la evolución de la energía nuclear para tener energía finita o infinita, y hubo otros físicos, por ejemplo en este caso el fundador del passiv, que es el Dr. Wolfgang Feist, que lo que hicieron fue todo lo contrario: vamos a cambiar el concepto del modelo, vamos a intentar que los edificios no demanden tanta energía. Entonces el concepto físico se revierte. No se ha inventado una turbina que da infinita energía, sino que lo que se inventa son los cinco principios passiv: cómo deberíamos cambiar el concepto constructivo para que esa misma envolvente consiga no perder, ganar la temperatura confort, en este caso estimada de 20 grados, incluyendo el CO2, que sería el aire que tu respiras. Si vamos a un símil a una prenda térmica deportiva, esa prenda debería mantener la temperatura y la humedad correcta, pero expulsando, transpirando hacia el exterior, sin dejar que entre aire del exterior (el generador de calor interno es el cuerpo). En este caso el generador interno de la vivienda es conseguir con esos principios; que no haya rotura de puentes térmicos, para que no haya pérdidas de frio/calor; que la envolvente sea continua, conseguir una máxima hermeticidad.
Esto demuestra que una vivienda construida con unas características bien pensadas, consigue sostener una bajísima demanda y consumo de energía. Pero lo que destaca es el confort: si dentro de un colegio tienes controlada la ventilación con una máquina que ingresa el aire y lo filtra, pero además con una serie de conductos lo calienta y lo enfría con bajo consumo eléctrico y consigues tener un CO2 interno entre 600 y 1000 cpm (cuentas por minuto), lo que consigues es además de una gran eficiencia energética, un salto cualitativo en confort y salud.
Fotos: Gentileza de Antonio Domínguez.
Más información acerca de los talleres en: https://formacionpassivhaus.com/
