Biblioteca Nacional de Arte en el Museo Victoria de Londres

(Buenos Aires, 31 de octubre de 2011). La Biblioteca Nacional de Arte en el Museo Victoria y Albert de Londres es una colección de las principales referencias públicas. Su fuerza radica en el alcance y la profundidad de sus existencias de material documental relativo a las artes plásticas y decorativas de muchos países y períodos. Es también el departamento de conservación para el arte, la artesanía y el diseño del libro. Es posible que el lector se pregunte para dónde estoy rumbeando con esta algo pomposa presentación, con la National Art Library.

Razones existen. Cada vez más libros y objetos relacionados con los mismos. Inmenso el edificio tradicional de la biblioteca. Casi intocable para una ampliación. Pero los edificios crecen por fuera, pero también por dentro. Una especie de “torre de libros” en el ojo de una espectacular escalera del siglo XIX, pareció un camino.

Lo particular del caso fue volver a encontrarnos con el arquitecto Sami Rintala, personaje en el sentido creativo del término. Puede que algunos lectores lo recuerden y si no fuera así para esto está nuestra cada vez más nutrida biblioteca.

Rintala Eggertsson Architects

Como el objeto del diseño linda entre mueble e inmueble, nos acercamos a él como si visitáramos la National, desde el nivel peatonal.

Entramos en el ojo de una escalera monumental, el inicio de una “torre”, solo intuyéndola. Podríamos imaginar una estantería colocada en un sitio sin uso de una biblioteca que no cesa de crecer.

Nos explica el arquitecto Sami Rintala:

– La estructura en forma de torre de madera autoportante se sitúa en la caja de escalera de la National Art Library, en una esquina del vestíbulo, alineada con los pilares existentes;

– Los visitantes son invitados a escoger una alternativa, un paseo a través de la literatura en una escalera, siendo libres de tomar un libro irse a un sitio y leerlo en silencio en el núcleo de la torre;

El ingreso a la “torre” con el detalle, diríamos insólito de una rampa para ingresar. Califico de “insólito”, en tanto la torre es de hecho una escalera de madera encuadrada en estanterías de
libros, con descansos que permiten la lectura de aquello que uno localiza en el recorrido.

La “torre” supera por muy poco la baranda del primer piso. Desde el primer piso hay una vista de la “torre” donde, como describía Sami, entre la estructura de la construcción sólo se perciben los papeles de las hojas de los libros.

La escalera, los descansos, las paredes de libros con la multicoloratura de sus cantos. Todo muy simple, todo diseñado, la materialidad como protagonista. Madera y libros, parientes cercanos. La misma celulosa cumpliendo las múltiples funciones de la vida cotidiana.

Fuente y fotos: maderadisegno, Revista Digital de Arquitectura en Madera (www.maderadisegno.com.ar).

Más información en Todo Madera impreso de noviembre (Año XI, número 65).

Dejar respuesta

Por favor ingrese su comentario
Por favor ingrese su nombre