D&F Muebles se entrevistó telefónicamente con Gustavo Mehring, quien es presidente del fabricante de muebles Mehring y vicepresidente de Instituto del Mueble Argentino (IMA). También tiene activa participación de la cámara de fabricantes de muebles de Esperanza, CIMAE. “El mercado ha tenido muchos altibajos este año. Hubo meses buenos y otros en los que se amesetaba la venta. No hubo un mercado estable y continuo”, dijo el entrevistado. Balance de la segunda Semana del Mueble.
– La idea es saber cómo está la situación para los fabricantes del polo mueblero de Esperanza y alrededores. A muchos fabricantes les había ido bien hasta fines de diciembre y después se habían amesetado las ventas.
– Este año ha tenido muchas complejidades. El mueble producido en nuestra zona tiene bastantes componentes de maderas macizas y tiene una calidad que apunta a sectores medios y medio-altos. El mercado ha tenido muchos altibajos este año. Hubo meses buenos y otros en los que se amesetaba la venta. No hubo un mercado estable y continuo.
-Tenemos la imagen de que el polo mueblero de Esperanza trabajaba mucho para hotelería y la zona norte del país. ¿Es así?
– Sí, hay empresas que son proveedoras de hotelería y contract, pero también muchos tenemos llegada al mueblero, a casas de decoración y la verdad es que esta región abarca clientes de una amplia zona geográfica, no sólo en el norte.
– ¿Hubo reducción de horas de trabajo o despidos en alguna fábrica o se pudo mantener el ritmo de producción?
– No, por suerte en general se mantuvo la planta de empleados. Por convencimiento propio y por lo que dicen los colegas, el recurso humano es lo más difícil de conseguir. Por eso las empresas tratan de sostener su plantel hasta último momento. En ese aspecto no hubo cambios. Sí se vio una merma marcada en ciertos segmentos del mercado, pero sin llegar a suspensión de personal.
Componentes importados
– ¿Cuál fue y cuál es la situación de algunos componentes importados, como lacas o herrajes, o de la provisión de insumos en general?
– Hubo muchos altibajos. Hubo problemas en la provisión de algunos insumos, como adhesivos, herrajes o placas enchapadas. Inclusive, la semana pasada (por la semana del 9 al 13 de octubre) y ésta los proveedores estuvieron cerrados y no venden ningún tipo de insumo (NdR: fue la semana en la que el dólar ilegal se disparó hasta $1.000).
Todos están a la expectativa de lo que pase con las elecciones y de lo que pase con el dólar. Incluso, lo notificaron proveedores que prácticamente no venden insumos importados. Dicen que no están vendiendo por la “incertidumbre”. Lamentablemente, estamos pasando por esa situación en estos días.
– ¿A qué porcentaje de capacidad instalada están trabajando? ¿Cuentan con órdenes de pedido a cuántos días?
– La mayoría tiene, mínimamente, trabajo para los siguientes 30 o 40 días. Lo que, a veces, resulta difícil manejar son los precios y los pagos. Porque hoy, lamentablemente, nos tenemos que manejar con pagos anticipados, pero eso te sirve de poco si no podés comprar los insumos necesarios para producir. Las PyMEs no estamos en condiciones de cerrar las puertas y ver qué pasa, porque los costos fijos son altísimos y tenemos que seguir la rueda de trabajo.
Sistema de comercialización
– Te consulto respecto del sistema de comercialización. FAIMA ha avanzado en la venta on line a través de la plataforma del Banco Nación (Tienda BNA). Por un lado te consulto sobre los resultados de esta iniciativa. ¿En Esperanza siguen comercializando a través de los distribuidores?
– Acá la mayoría sigue con la venta tradicional, ya que hay dos canales comerciales bastante marcados en este polo productivo. Está la venta al público -hay fabricantes que tienen sus propios locales- y la venta de manera presencial a través de mueblerías. Muchas personas de regiones cercanas vienen a comprar a Esperanza.
Y está el mercado mayorista que abastece a los muebleros y a las casas de decoración. Y las ventas on line también se dan por el tipo de producto. Acá pueden ser que haya productos personalizados, diferenciados para cada consumidor, que puede ser que la venta on line no se adapte tanto a esta circunstancia. Yo diría que en Esperanza el 90 por ciento de las ventas son en forma presencial.
– La distribución de productos a mueblerías también tiene un costo de fletes, ¿no?
– Claro. Otro problema que tenemos, si uno quiere vender on line, es el tema de la distribución. Es difícil llegar a ciudades que no sean capitales de provincias, porque no tenemos el transporte adecuado desde Esperanza. Hay que hacer los despachos desde Santa Fe capital, desde Rosario o desde Buenos Aires para llegar a localidades más chicas del interior.
– ¿Han participado este año de Presentes? ¿Han lanzado algún nuevo producto?
– Nosotros decidimos no participar de la feria este año. Sí hemos lanzado dos modelos nuevos de sillas que tuvieron buenos resultados. Nosotros seguimos con la venta mayorista. No tenemos venta al público. Hemos visto que en todo el país se repetía la situación de que bajaban las ventas en algunos meses o subían en otros. Se ha notado mucho este año que bajaron las ventas cuando ha aumentado el dólar “blue”.
Incorporación de diseño
– En algún momento el polo de Esperanza y alrededores apuntó estratégicamente a incorporar diseño. Y una segunda etapa sería llegar al público en general, algo a lo que apuntan eventos como la Semana del Mueble.
– Desde IMA el objetivo es ése. Es un trabajo de hormiga. Que no se logra de un día para otro, pero estamos convencidos de que el camino es éste. Seguir difundiendo los muebles y también resaltar los beneficios que tiene el uso de la madera en nuestro entorno. Mucha gente tiene el mal concepto de que el uso de la madera es sinónimo de destrucción de bosques o del ambiente. Y es todo lo contrario. La huella de carbono es neutra y el uso de la madera como material es mucho más beneficioso en contraste con otros componentes.
– Las redes sociales pueden jugar un rol muy importante en este punto. ¿Desde IMA están trabajando en este canal de comunicación para llegar al público masivo?
– Sí, desde IMA y desde FAIMA se está invirtiendo tiempo y dinero en difusión y en el trabajo con especialistas en redes. Es un cambio que estamos generando desde las cámaras. Queremos que la gente esté bien informada. Son todas herramientas que ayudan a toda la cadena de valor de la madera en general.
– ¿Cómo se ve la situación a futuro desde la empresa? ¿Qué planificación tienen, a pesar de la incertidumbre actual? ¿Han hecho inversiones?
– Yo veo que en el sector en general, muchos han incorporado tecnología. Nosotros en particular tenemos planeado para el año que viene hacer inversiones edilicias y en tecnología. Si el mercado nos ayuda queremos seguir acompañando el crecimiento de la empresa, para no quedarnos amesetados.
– Muchos están apuntando a inversiones en sustentabilidad. ¿Se nota eso en el sector?
– Sí, eso se ve cada vez más. Darle cada vez más importancia a conceptos como la economía circular, aprovechar recursos, ser más eficientes a la hora de producir. Por ejemplo, la economía circular utiliza como materia prima descartes que antes no se tenían en cuenta. El empresario le da mucha importancia a estas nuevas tendencias. Diez años atrás era impensado que un empresario pensara temas como éste.
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Fotos: Gentileza Mehring.