Aserraderos exportan «a pérdida» desde el norte de Misiones, le dijo a Desarrollo Forestal Gabriel Marangoni, presidente de AMAYADAP. “La gente del norte de la provincia tiene un mayor costo de flete al puerto que, por ejemplo, los correntinos”, dijo en entrevista exclusiva.
– Dentro de la situación actual, en la cual el mercado interno está totalmente deprimido, empresas del norte de Misiones todavía estaban trabajando relativamente bien. Sobre todo, los exportadores. ¿Esa situación continúa? ¿Cuál es tu visión de la actualidad?
– No tan así. Esa descripción está encaminada, (las industrias) están trabajando. Pero, como dijiste, el mercado interno prácticamente debe estar en un 30 por ciento o 40 por ciento de capacidad de compra respecto de los número históricos del sector. En el mercado exportador hay demanda, pero no tiene precio. Se está exportando a pérdida. Y más la gente del norte de la provincia, que tiene un mayor costo de flete al puerto que, por ejemplo, los correntinos. Desde Corrientes se siguen exportando pallets, por ejemplo, o partes de pallets. Y eso ya no se puede exportar desde el norte de Misiones porque no da el precio. ¿Por qué lo hacen? Porque hacen caja. Si no, no tendrían dinero para pagar los sueldos, ni la energía ni los gastos corrientes.
– O sea, desde Misiones se está exportando para hacer caja.
– Sí. Algunos ganarán un peso, otros empatan y otros pierden. Es así. Está complicada la situación; yo creo que a más de un aserradero chico le va a costar los medio aguinaldos de fin de año. Porque, además, usualmente los fines de año y comienzos del año siguiente vienen con caídas de mercado. Por un tema estacional. Si no mejora la actividad del mercado interno entre fines de octubre y noviembre, algunos aserraderos van a estar muy (enfatiza) complicados.
– La idea que yo tengo es que se trabajó bien en época de pandemia y post pandemia.
– Fue un momento histórico. Se trabajó muy bien. Fue la época en que el gobierno declaró al sector maderero como esencial y todo el mundo se puso a arreglar su casa. Esa inercia se mantuvo hasta el 2022, ya empezó a caer en 2023 y ahora se está sintiendo fuertemente (la caída) en 2024.
– Vos señalás lo mismo que hablamos con Carlos Berninger, broker de exportación. Que se está exportando, pero con una rentabilidad muy baja. Y que tampoco la devaluación de diciembre pasado había sido del 118 por ciento para los exportadores madereros. Y con el agravante de que Brasil, el gran competidor, ha devaluado recientemente. ¿Es más o menos así? ¿El dólar está atrasado?
– Así es. En la macroeconomía nacional mejor ni nos metemos. En la microeconomía de las economías regionales, comparando una elevada inflación que hubo entre diciembre del año pasado y mayo de este año, el dólar oficial debería estar por lo menos en lo que hoy cotiza el dólar blue, unos $1.200. Si se compara con la inflación que hubo. Argentina y el sector de la madera se quedaron con altos costos de producción y un dólar no redituable. Encima hay retenciones, que ahora bajaron un poco en algunos rubros, pero no se eliminaron. Y los costos de enviar un flete a Buenos Aires aumentaron muchísimo. Estimo que aumentó el doble, y no sé si no fue mayor el aumento.
– Se habla de inflación en dólares.
– O en pesos, trasladada al dólar. Las micro devaluaciones mensuales que está haciendo el gobierno nacional no compensaron los números de inflación. Ése es el gran problema.
– Muchos afirman que otra devaluación no sería productiva, porque afectaría al mercado interno de forma directa.
– Desde ya, porque son soluciones de pan para hoy y hambre para mañana. Por supuesto.
– Y plantean la posibilidad de buscar reducir costos. De logística, por ejemplo, con el uso del río Paraná. ¿Cómo ven esa situación?
– Estamos de acuerdo totalmente. Y estamos trabajando. Venimos exigiendo y solicitando, por un lado y por el otro. A nivel provincial, a un costo enorme para el fisco, están habilitando el puerto de Posadas. Y hace tres meses el presidente del puerto de Posadas estaba trabajando en una exportación directa desde Posadas a destino. Es decir, el contenedor sube a la barcaza en Posadas, va por el río, lo transportan hasta Montevideo, de ahí va al barco y después va a destino. Ahí bajaría unos US$ 500 el costo, pero todavía no está cerrado. Encima, en el curso del año aumentó el flete marítimo casi un 50 por ciento. Es decir, el contendor arriba del barco desde Buenos Aires a destino aumentó muchísimo. Eso también quitó competitividad. Es decir, se va sumando todo y el exportador, si el año pasado se quedaba con una rentabilidad del 5 por ciento líquido, hoy no la tiene.
– Nosotros hablamos con el titular del puerto de Posadas hace unos meses y estaban gestionando contar con más barcazas y lograr la forma de poder consolidar dentro del puerto.
– Es lo que mencionaba. No, todavía no lo han logrado. La búsqueda de bajar costos es en base a consolidar la mercadería en el puerto. Es decir, sale del aserradero el contenedor, llega al puerto, se consolida, se hace Aduana, queda en espera en el patio fiscal, se carga en la barcaza y se va al barco marítimo. Hasta ahora no hemos recibido noticias. Ése es el panorama en este momento.
– También Acon Timber estaba buscando más barcazas para transportar lo que ellos exportan.
– Sí. Ése es el panorama en este momento. Para resumir: cae el mercado interno. ¿Por qué? Porque a la gente no le alcanza para comer, entonces deja de gastar en madera. El mercado interno que más o menos se sostenía, sigue relativamente demandante, pero bajaron los precios. Y aumentaron los fletes marítimos internacionales. Y, por ejemplo, algunos de los socios de AMAYADAP se quejan porque las navieras les cobran en pesos, pero transformando el equivalente en dólares a valores superiores al dólar oficial. En un caso reciente a un exportador le cobraron cada dólar a más de $1.300. No al oficial. Encima sufren subas de costos en este tipo de operaciones. Todo eso fue embarrando la cancha cada vez más y los aserraderos están realmente muy preocupados. Además, en el curso del año la luz aumentó un 300 por ciento en el norte de Misiones, mucho más que en otras zonas del país. Todos esos costos resienten la actividad de los aserraderos y les está costando mantenerse.
– Mucha suba de costos.
– El personal también. En las paritarias hubo discusiones pero siguieron aumentando en el año.
– Se da un fenómeno ya muy comentado: al personal no le alcanza y al industrial le cuesta mantener toda la estructura con las variaciones de salarios.
– Así es.
– Respecto del tema energético, en 2025 empieza a regir una ley (ver aparte) sancionada en 2015, según la cual los grandes consumidores de energía se tienen que abastecer en un 20 por ciento con energía limpia o sustentable. ¿Los aserraderos grandes consumen más de 300 kilovatios? ¿Esta norma incluye a muchos socios de AMAYADAP?
– La verdad es que no conozco bien la letra de esa ley. No sé cuál va a ser la metodología y el nivel de aplicabilidad que va a tener, pero un aserraderos mediano está por encima de esos valores, lejos. Un aserradero mediano consume 500 kilovatios por mes. Los más grandes, como Don Guillermo o Toll, armaron una parte de producción de energía, porque se les venía encima ese tema. Y también el aumento de la energía. Ellos paliaron un poco el costo de la energía con esos emprendimientos. Cada una de ellas produce entre 2 megavatios y 3 megavatios, con lo que se autoabastecen y venden algo a la red. Chodorge está produciendo energía solar, pero no llega a cubrir todo su consumo. Creo que genera entre un 30 por ciento y un 40 por ciento de su consumo, pero le sirve como para bajar costos.
– Es una ley de 2015 que comienza a aplicarse en 2025 y que establece que la empresas que consuman más de 300 kilovatios mensuales deben consumir a partir del 1º de enero un 20 por ciento de energías renovables.
– Las empresas que mencioné han hecho esas inversiones, más Arauco y Papel Misionero. El resto, nada. Alguno que otro ha instalado algunos paneles solares y la inversión no es barata. Estamos hablando de inversiones que rondan entre $50 millones y $70 millones. Realmente no sé qué va a pasar. Por eso hablaba de la aplicabilidad de esa ley. ¿Va a venir alguien en nombre de Nación y va a cerrar los aserraderos porque no consumen energías renovables? Yo no creo que llegue a aplicar esta norma en su totalidad. Ésa es mi opinión. Si vos querés generar energía a partir de biomasa, entre una caldera, la turbina y otros elementos estás hablando de US$ 2 millones para producir 1 megavatio de energía eléctrica. Otra solución son los motores chicos que utilizan vapor, pero no son eficientes, son caros. Hay que hablar de unos US$ 500.000, por eso yo no le veo la aplicabilidad. Por lo menos en nuestro sector.
– Yo te consultaba porque se difundió la información.
– No, y nadie lo comentó todavía en el grupo nuestro.
– Más allá del tema de costos, la idea que tenemos es que el mercado de Estados Unidos está demandante y que Argentina cubre solamente un 3 por ciento de ese mercado. Habría muchas posibilidades de crecer.
– Totalmente. Lo que pasa es que si vos exportás equis volumen perdiendo $1, si aumentás ese volumen vas a perder más plata. Ésa es la cuestión. Hay que buscar un punto de equilibrio. Hoy las empresas solamente están sosteniendo la estructura. No más que eso.
– Entonces, de acuerdo a lo que conversás con los socios, no se ven perspectivas de que haya un buen fin de año ni un buen comienzo de 2025 en cuanto a lo económico.
– Así es. No se ve una reacción en el mercado interno. Estamos todos tratando de atajar los penales, porque la gente está muy preocupada.
– No sólo los chicos. El otro día nos llegaron mensajes desde el norte de Corrientes por posibles faltantes de madera en el futuro.
– Sí, ése es uno de los problemas de esa región. Están consumiendo toda la madera entre los grandes actores que surgieron en el mercado interno y los rollos que directamente se exportan.
– ¿En Misiones no tienen ese problema?
– No, acá en el norte no hay problema de abastecimiento. Y tampoco se ve que vaya a ser un problema a mediano plazo. Ojo, si se reactivara el mercado y el año que viene fuera un gran año la cosa cambiaría. La razón es que no se plantó mucho. En los últimos 10 años se viene plantando muy poco de pino, se hizo mucha tala rasa de pino y se replantó yerba mate. Ahora también la yerba está con problemas de precios, porque hay sobreoferta. Si bien no cayó el consumo de yerba, que es totalmente estable en Argentina. Por ahora no hay problemas de provisión de rollos porque hay poca demanda.
– He escuchado que los aserraderos tienen stock de madera para dos o tres meses de trabajo.
– No, solamente en el caso de que hubieran comprado monte en pie, pero no en la planchada. En la planchada no podés tener madera para más de una semana de trabajo porque la madera se mancha.
– Me refería a los aserraderos más grandes que tienen secaderos.
– Ah, te referís a stock de madera aserrada. Ellos sí tienen stock. Eso se da en general porque los aserraderos tratan de mantener el ritmo de corte, porque tienen que mantener la estructura. Y como no hay salida de madera porque no hay demanda, se va stockeando la madera. No sé en qué número, pero eso sí está pasando.
Leer: Dicen que dicen (en el sector foresto industrial de Corrientes)
Foto: Gentileza Economis.