Dron para reforestación inteligente, desarrollado por argentinos

dron para reforestación inteligente

El dron para reforestación inteligente “Ojo de Halcón Sustentable” es una solución económica que desarrollaron investigadores de la Universidad Nacional de San Luis. Fuente: Página/12.

Un equipo de la Universidad Nacional de San Luis fabricó una solución económica para sembrar árboles nativos de forma eficiente y recuperar el ecosistema.

Así es LabTA-X04, el dron que utiliza inteligencia artificial para reforestar.

Acceso abierto

Investigadores del Laboratorio de Tecnologías Apropiadas (LabTA) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) desarrollaron un dron con tecnología de acceso abierto y bajo costo que permite realizar una reforestación inteligente.

El proyecto, bautizado como Ojo de Halcón Sustentable, utiliza técnicas de inteligencia artificial para hacer que el dron pueda sobrevolar el área y detectar las zonas sin vegetación.

Luego suelta semillas de forma eficiente para llegar a terrenos que difícilmente podrían alcanzarse con el método tradicional de siembra a mano.

El ingeniero Carlos Catuogno, director del proyecto, señaló:

– “En el laboratorio tenemos la premisa de hacer todo con tecnología abierta, para que sea de acceso libre y bajo costo;

– “Así como usamos tecnología open source para desarrollar nuestros sistemas, lo que fabricamos también lo volcamos a la red para que pueda ser replicado por cualquier persona en cualquier parte del mundo;

– “Nosotros apuntamos a usarlo en la Cuenca del Morro, pero otros pueden adaptarlo a sus necesidades, hacerle mejoras y volcarlo nuevamente a la red para que siga creciendo”.

Zona en emergencia ambiental

La Cuenca del Morro es una extensa zona situada en San Luis que se encuentra en alerta desde 2016, cuando el gobierno provincial decretó la emergencia ambiental en la zona y comenzó a trabajar en la forestación con árboles nativos.

La deforestación, producto del avance de la frontera agrícola sobre pastizales y bosques nativos, generó un desbalance hídrico en la cuenca y produjo un aumento de las precipitaciones.

Esto derivó en la aparición de nuevos cursos de agua, que atraviesan campos y rutas, producen inundaciones y afectan a ciudades cercanas, como Villa Mercedes.

Tecnología abierta y a bajo costo

LabTA-X04 tiene la capacidad de detectar cuáles son las zonas sin vegetación y realizar una suelta inteligente de semillas.

Este dron funciona a batería y mide tres metros de ala a ala; posee dos motores eléctricos y una bodega donde puede llevar una carga útil equivalente a tres kilos de semillas.

En la parte frontal, se encuentran las cámaras y un software que permite realizar un análisis del suelo para distinguir cuáles son las zonas sin vegetación.

Catuogno agregó:

– “Es un desarrollo de bajo costo porque utilizamos tecnología abierta y materiales que se usan para cualquier avión de aeromodelismo:

– “Por ejemplo, madera balsa, madera terciada, algo de plástico y telgopor, que además son todos elementos que se consiguen en cualquier lado;

El dron utiliza el software de código abierto Infragram para procesar las imágenes y otro desarrollado por ellos con OpenCV y Python que indica cuándo hacer las descargas de semillas, de acuerdo con un algoritmo de inteligencia artificial.

Especies autóctonas

Las semillas que suelta el dron corresponden a especies autóctonas que son producidas en la Facultad de Agronomía de la UNSL y procesadas con el método japonés Nendo Dango.

Esta técnica consiste en armar bolitas de arcilla donde se colocan las semillas junto a un sustrato vegetal y agua.

El objetivo es brindarles protección para cuando estén depositadas en el terreno y evitar que sean alimento de pájaros, roedores y otros animales. Con la primera lluvia intensa, las bolitas de arcilla se deshacen y brotan.

Para finalizar, Catuogno dijo:

– “Ya hemos realizado diversas pruebas dentro del aeroclub de Villa Mercedes, donde analizamos la parte de la detección de zonas sin vegetación, la suelta de semillas y distintas variables atmosféricas;

– “El prototipo ya está listo para hacer una prueba de campo en la Cuenca del Morro, para lo cual hay que tener una autorización”.

Fuente y foto: Página/12.

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