Sostenibilidad y eficiencia: el camino de la bioenergía en la Unión Europea

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(Buenos Aires, 18 de enero de 2017). Tras la aprobación el 30 de noviembre del paquete de medidas de la Comisión Europea para una energía más limpia en la Unión Europea (UE), la Asociación Europea de la Biomasa (AEBIOM) ha lanzado sus primeras impresiones, que también comparte la asociación española AVEBIOM. El documento de la Comisión reconoce el papel fundamental de la bioenergía para lograr reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de acuerdo con el compromiso tomado en el Acuerdo de París, pero le exige cumplir de forma más estricta criterios de sostenibilidad y eficiencia. Fuente: Bioenergy International.

Tras de años de debate, la Comisión Europea propone una legislación sobre los criterios de sostenibilidad que afectan a todos los usos de la bioenergía. Esto supone un importante logro para toda la industria europea de las energías renovables y para la consecución de los objetivos climáticos y energéticos de la UE, ya que la bioenergía representa el 60% de todo el consumo europeo de energía renovable.

Según Didzis Palejs, presidente de AEBIOM, “esta propuesta es un paso fundamental para la industria europea de la bioenergía, que llevaba años pidiendo una política armonizada para la UE“.

La Comisión Europea ha adoptado un enfoque pragmático al considerar la realidad a la que se enfrentan cada día los agentes europeos de la bioenergía. Algunos aspectos importantes de la propuesta son los requisitos de sostenibilidad para las instalaciones de más de 20 MW, el apoyo a un enfoque para el aprovechamiento de la biomasa forestal basado en los riesgos y que se reconozca la validez de los sistemas voluntarios.

La industria considera positivo que la propuesta considere la sostenibilidad de la biomasa en función del uso del terreno y no del uso final de ésta. “Puesto que la madera puede utilizarse para producir biocombustibles o para generar calor y electricidad, el punto de vista de la Comisión en materia de sostenibilidad de la biomasa forestal, independientemente de su uso final energético, tiene sentido”, afirma el presidente Palejs.

Sin embargo, AEBIOM lamenta que no se haya seguido este camino a la hora de atribuir un único valor a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para toda la bioenergía. A la Asociación también le preocupa que, al otorgar flexibilidad a los Estados miembros para definir normas adicionales de sostenibilidad, la propuesta de la Comisión no genere igualdad de condiciones para todo el sector. “Estoy muy preocupado porque la falta de armonización total a nivel de la UE podría obstaculizar el comercio de biomasa y conducir a un trato desigual entre los operadores económicos”, explica Eric Vial, Presidente del Consejo Europeo de los Pellets (EPC).

En cuanto a la generación eléctrica con biomasa, AEBIOM entiende la lógica política que determina que sólo se considere acorde con el objetivo de energía renovable de la UE si se produce por cogeneración de alta eficiencia. Sin embargo, considera que este enfoque ignora el papel que la generación eléctrica con biomasa podría desempeñar para respaldar a otras fuentes de electricidad renovables variables como la eólica y la solar. Esta decisión podría abrir una puerta trasera a los combustibles fósiles, en contradicción con los objetivos y compromisos de descarbonización de la UE.

En España

“El sector de la biomasa en España da la bienvenida a las nuevas medidas de sostenibilidad, pues permitirán a nuestras empresas demostrar que utilizan los recursos naturales cumpliendo la legalidad y con resultados beneficiosos para el medio ambiente”, afirma, presidente de AVEBIOM, la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa.

Para Javier Díaz, “está claro que es necesario seguir mejorando los procesos para aumentar la eficiencia en la conversión energética de la biomasa para producir electricidad y apostar decididamente por la implantación de district heatings y las cogeneraciones (CHP), tal y como promueve la Comisión Europea con el fin de cumplir los objetivos de renovables para 2020 y 2030. En ningún caso debemos dejar resquicios para que los combustibles fósiles se cuelen como respaldo del sistema cuando la biomasa puede hacerlo a la perfección”.

Y por último, Díaz ha señalado que en el caso concreto de España, “el aprovechamiento sostenible de la biomasa forestal para usos energéticos, tanto térmicos como para generar electricidad, es sinérgico con el mantenimiento de la biodiversidad, en tanto que reduce el riesgo de incendios y de afección de plagas y enfermedades forestales”.

Cómo afecta el paquete de medidas a la bioenergía

El paquete de medidas aprobado por la Comisión Europea para una energía más limpia en la UE reconoce el papel fundamental de la bioenergía para lograrlo –supone el 60% del consumo europeo de energía renovable y el 10% del total-, pero le exige cumplir criterios más estrictos de sostenibilidad y eficiencia:
Se deberá asegurar que la producción de biomasa forestal es sostenible de acuerdo con las leyes y normas nacionales y se contabilizarán todas las emisiones por LULUCF –Uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura- en el país de producción de biomasa.

Las plantas de biomasa, térmicas o eléctricas, de más de 20 MW deberán producir al menos un 80% menos de emisiones de GEI en comparación con los combustibles fósiles en 2021 y un 85% menos para 2026.
Las nuevas centrales eléctricas con biomasa de más de 20 MW deberán utilizar tecnología de cogeneración de alta eficiencia (superior al 80%), salvo en casos de riesgo para la seguridad del suministro de electricidad que hayan sido aprobados por la Comisión. Sólo deberán recibir apoyo público aquellas instalaciones que aseguren una conversión eficiente de biomasa en energía.

Los nuevos bicarburantes avanzados deberán emitir un 70% menos de GEI que los combustibles fósiles, como mínimo.

 

Fuente e imagen: Bioenergy International.

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