Después de cuatro años de investigación Química Bosques S.A. finalizó la segunda etapa del Proyecto Palma, que se inició en 2001 impulsado por el estado provincial de Formosa, informaron fuentes de la empresa. La transferencia de tecnología e investigaciones que desarrolló Química Bosques S.A. se realizó en Formosa capital el 26 de noviembre pasado en La Casa de la Artesanía con la presencia de autoridades del gobierno provincial y de la Universidad Nacional de Formosa.
Disertaron la ingeniera Mirta Gomes –Subsecretaría de Recursos Humanos de Formosa-, la ingeniera Cristina Siri –INTI Madera y Muebles- y el licenciado Ricardo Camera, gerente Técnico de la firma y director del Proyecto de Investigación.
Proyecto Palma consistió en estudiar de manera sistemática el aprovechamiento integral de la especie Palma Caranday (Copernicia alba), desde las raíces y las hojas para crear artesanías, el palmito como alimento gourmet y el fuste como elemento maderable para su utilización en mueblería, pisos y construcción de viviendas.
Durante la primera etapa del Proyecto se determinó que la “madera de palma” era altamente susceptible de ataque de insectos. Por este motivo en 2005 INTI Maderas asignó al Departamento Técnico de Química Bosques la tarea de investigar qué especies de insectos atacan la palma, estudiar el ciclo de desarrollo biológico del principal insecto agresor y desarrollar el procedimiento más efectivo para su control.
Ricardo Camera fue el encargado de desarrollar un minucioso plan de trabajo que se realizó en la provincia de Formosa y en los laboratorios que la empresa tiene en la localidad de Florencio Varela, en el sur del conurbano bonaerense.
“De este modo comenzamos los trabajos de extracción de palmas, aserrado y exposición de los listones para su infección con insectos. Parte de estos listones infectados fueron luego trasladados a Buenos Aires, donde procedimos al estudio de identificación de la totalidad de los insectos presentes”, sostuvieron desde Química Bosques.
“Los resultados fueron muy significativos –agregaron las fuentes-. Además de insectos propios de la zona, determinamos otros que no estaban catalogados como presentes en la provincia de origen y otro de los que no se tenía registro en Sudamérica”.
Se enviaron algunas muestras de estas especies a Alemania y Estados Unidos para obtener una correcta identificación y catalogación.
Luego de determinar la especie más agresora se estudió en primera instancia su ciclo biológico en generaciones sucesivas. Y en base a los resultados obtenidos se comenzó a evaluar la eficacia de diversos insecticidas, con el objetivo de comprobar cuál de los ingredientes activos inscriptos en SENASA como preservador para madera era el agente más adecuado para el control de este insecto.
“La investigación nos llevó cuatro años de constante trabajo y los resultados obtenidos fueron fundamentales para demostrar la viabilidad de la palma como elemento maderable de gran utilidad, tanto para la industria del mueble como para la construcción de viviendas”, finalizaron las fuentes.
Imagen: Gentileza Química Bosques S.A.
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