El estudio de arquitectura noruego Snøhetta ha iniciado en 2017 las obras para construir el primer restaurante submarino de Europa. Con fecha de finalización para el año que viene, “Under”, que en noruego significa «debajo» y también «maravilla», está pensado para que los comensales disfruten de una cena subacuática mientras aprenden sobre la vida marina. Tendrá unos 600 m2 y también servirá para el estudio de la biodiversidad subacuática.
En el punto más meridional de la costa noruega, junto al pueblo de Båly, el estudio de arquitectura Snøhetta ha diseñado lo que será el primer restaurante submarino de Europa. Con su proximidad inmediata con las fuerzas de la naturaleza, el restaurante, que también funcionará como centro de investigación para la vida marina, es un tributo a la costa noruega y a Lindesnes; a la fauna salvaje del mar y a la costa rocosa de la punta sur de Noruega.
Concepto y propósito de Under
El concepto de Under tiene un doble significado: en noruego, «debajo» también puede traducirse como «maravilla». Medio hundido en el mar, la forma monolítica del edificio rompe la superficie del agua y se extiende sobre la escarpada costa. Más que un acuario, la estructura se convertirá en parte de su entorno marino y descansará directamente en el lecho marino a cinco metros por debajo de la superficie del agua. Con paredes de concreto de un metro de grosor, la estructura está construida para resistir la presión y el impacto de las condiciones del mar. Al igual que un periscopio sumergido, las enormes ventanas de acrílico del restaurante ofrecen una vista de los fondos marinos a medida que cambia a lo largo de las estaciones y las condiciones climáticas variables.
A través de su arquitectura, su menú y la misión de informar al público sobre la biodiversidad del mar, Under proporcionará una experiencia bajo el agua que inspirará una sensación de sobrecogimiento y deleite, activando todos los sentidos, tanto físicos como intelectuales.
El restaurante también acogerá a los equipos de investigación interdisciplinaria que estudian la biología marina y el comportamiento de los peces. Los investigadores ayudarán a crear condiciones óptimas en el lecho marino para que los peces y mariscos puedan prosperar en las proximidades del restaurante.
El espacio tendrá capacidad para 80-100 comensales. La iluminación instalada desde el interior del restaurante y en el lecho marino ayudará a contemplar el florecimiento de la vida silvestre en el banco de arena fuera de la ventana acrílica panorámica de 11 x 4 metros.
Se montarán placas informativas junto al sendero que conduce a los invitados a la entrada del restaurante en la orilla del mar. Este camino informativo contará una historia sobre la biodiversidad marina y la costa noruega, tejiendo la narrativa del sitio en la experiencia general del restaurante, y terminará en una rampa ascendente hasta el restaurante. Aquí, la entrada estará revestida de madera no tratada, de origen local, que eventualmente se desvanecerá en tonos grisáceos, armonizando con el concreto crudo. En un día de mar embravecido, podrá sentirse un toque de rocío fresco y salado al entrar al restaurante.
Cuando los visitantes comiencen su viaje a través del restaurante, descenderán a través de tres niveles. Desde la entrada, donde el edificio es tragado por el mar, los huéspedes ingresarán al área del guardarropa.
A continuación, los visitantes bajarán por un nivel hasta la barra de champán, que marca la transición entre la costa y el océano. Esta transformación física será enfatizada por una ventana acrílica estrecha que cortará verticalmente hacia abajo a través de los niveles del restaurante. Desde el bar, los huéspedes también podrán mirar hacia abajo en el nivel del fondo marino del restaurante, donde dos largas mesas de comedor y varias mesas más pequeñas se colocarán frente a la gran ventana panorámica.
Materiales y colores
La paleta de colores del restaurante sigue la lógica de las diferentes historias de la construcción. Mientras que la barra de champán se caracteriza por colores inspirados en la zona costera, con sus colores suaves que evocan el sedimento de conchas, rocas y arena, el comedor estará sumergido en colores azules y verdes más oscuros inspirados en el fondo marino, las algas y el mar agitado.
La entrada estará revestida de madera no tratada, de especies locales, para que eventualmente se desvanezca en tonos grisáceos, armonizando con el concreto y el resto del paisaje. Por su parte, el cálido roble del interior del restaurante contrastará con la cáscara de hormigón, creando una atmósfera íntima.
Los materiales fueron elegidos no solo por sus cualidades estéticas, sino también por sus características sostenibles y su capacidad para crear un buen clima interior.
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Fuente e imágenes: Snøhetta