La madera, un mirador como una gran escultura en Noruega

Mirador en Aurland
La construcción es una estructura en el aire de 4 metros de ancho

La madera en Noruega, en este caso la obra la encontramos en Aurland, Noruega, una pequeña población de menos de dos mil habitantes, en el borde de un lago que forma un fiordo, con el glacial en su origen. Localizada, en el paralelo 61 norte, donde el sol asciende solo 6 grados y el día más corto solo dura 5 horas. En la ladera de una montaña, algo así como tener solo luz crepuscular. En ese duro entorno solar nos ubicamos.

Mirador puente
El mirador-puente tiene 30 metros de alto, como un edificio de 10 pisos.

Frente a la magnitud de la naturaleza, Aurland, parece aun más pequeña. Aurland se encuentra a tres horas en automóvil de Bergen, la segunda ciudad más grande del país. En lugar muy cercano a Aurland, en uno de los fiordos más grandes de la costa oeste de Noruega se ha construido un “puente” en madera, claro está.
La duda, cuando recorramos las imágenes, es si la denominación de puente es correcta, o mejor deberíamos hablar de un mirador con expresión formal de puente. O, más aún, una escultura en madera en medio del paisaje. Cada uno podrá opinar.

La construcción es una estructura en el aire de 4 metros de ancho y 30 metros de alto. Tengamos la imagen de 30 metros, un edificio de 10 pisos.
Cuando lleguemos a la obra veremos que en ocasiones parece impactar por su dimensión, y en ocasiones reducirse ante la magnitud del medio natural.
Para hacer la situación aún más dramática fue importante crear la experiencia de salir de la ladera de la montaña. La construcción crea un horizonte distinto; un puente abierto a ese gran fiordo.

Mirador puente 1
“La naturaleza primera; y segunda, la arquitectura. Ése fue el principio rector cuando nos sentamos a diseñar este proyecto”, afirmaron los arquitectos del estudio Saunders y Wilhelmsen.

Fue imperativo que el paisaje y la vegetación no fueran alterados. En este sentido, se conservaron todos los grandes pinos del sitio, lo que permitía crear una interacción entre la estructura y la naturaleza que dramatiza la experiencia de los visitantes al salir al exterior a través de las copas de los árboles.
Como la obra no “salta” de una a otra ladera, nos resistimos a denominarlo puente.

Interacción entre la estructura y la naturaleza, nos lleva a bautizarla como una macro escultura, algo como alguna obra de Eduardo Chillida  (escultor español), en San Sebastián, por caso el “peine del viento”.
Dramatiza la experiencia de los visitantes, o un mirador con expresión formal de puente, un puente fallido que nos lleva al borde de la empinada ladera.

Estudios de arquitectura

Tres estudios de arquitectura fueron invitados a entregar una propuesta de diseño para este sitio. Resultaron ganadores Saunders Arkitektur & Wilhelmsen Arkitektur. Después de ganar se trabajó en los planos de detalle para el proyecto junto con los ingenieros de Bergen.
El proyecto fue construido en el otoño de 2005 y fue inaugurado oficialmente en junio de 2006. El lugar ha atraído a gente de todo el mundo.
Llamamos a nuestra participación en el concurso «640m sobre Aurland y 20120 kilómetros de Tokio», teniendo en cuenta la singularidad del lugar en el panorama general.

Dicen los arquitectos:

– “La naturaleza primera y segunda arquitectura fue el principio rector cuando nos sentamos a diseñar este proyecto”;
– “Fue inmediatamente obvio para nosotros que en un entorno tan hermoso hay que hacer lo posible el avance en el paisaje existente y del terreno”;
– “El paisaje es tan fantástico que es difícil mejorar el lugar, pero al mismo tiempo muy fácil de destruir la atmósfera mediante la inserción de demasiados elementos en el sitio”;
– “A pesar de que hemos elegido una forma expresiva, el concepto es una forma de minimalismo, en un intento de conservar y complementar la naturaleza existente”.

Reitero la imagen de Chillida en muchas de sus esculturas sobre el mar. Hay algo de una naturaleza que se impone, donde la expresión de la cultura se somete a su belleza, pero al mismo tiempo la desafía.

Hoy en día hay mucha gente parada en este sitio para disfrutar de las vistas fenomenales lo largo de los fiordos.
Dicen los arquitectos:

– “Muchas veces las áreas se llenan de coches y autobuses turísticos”;
– “Una de las primeras cosas que decidimos hacer fue formar una pequeña zona de aparcamiento para 2 autobuses y 10 coches más arriba en la calle para ayudar a mantener el lugar puro y no perturbar la mirada hacia paisaje”.

La sensación de salto en el vacío. Un frente transparente nos lleva a esta imagen, como si de pronto el puente nos notificara que no es un puente, el paisaje queda más allá.

La escala humana: no sólo del medio natural, sino también de la dimensión de la viga de madera laminada encolada, que sirve de estructurar base y también de parapeto. La construcción es un puente que se puede salir, como una estructura en el aire. El horizonte y dramatización.

Mirador puente 2
: “A pesar de que hemos elegido una forma expresiva, el concepto es una forma de minimalismo, en un intento de conservar y complementar la naturaleza existente”, señalaron los autores.

Dicen los arquitectos:

– “Para hacer la situación aún más dramática que era importante para nosotros crear la experiencia de salir de la ladera de la montaña. Queríamos que la gente se sintiera salir al aire”;
– “La construcción crea un horizonte distinto, un puente en la sala abierta de este gran fiordo”.

La estructura es de madera laminada encolada, con apoyos metálicos que se insertan en las orcas de la ladera. Como una lamina que se curva y busca su apoyo.

Queda a juicio del lector, como denominar a este “mirador”, y también la potencia que la madera brinda al diseñador, en este caso a los arquitectos.

Fuente: maderadisegno, Revista Digital de Arquitectura en Madera (www.maderadisegno.com.ar).

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