SIPANEL, empresa de construcción en seco, trabaja en todo el país. Todo Madera dialogó en exclusiva con Omar Eidelstein, vicepresidente y apoderado de la empresa.
“Estamos con buenas perspectivas. El mercado está creciendo mucho, así que estamos contentos”, dijo en entrevistado al comienzo del extenso diálogo exclusivo que mantuvo con Todo Madera.
– Está la percepción que la demanda de construcciones con paneles de tipo SIP ha evolucionado en los últimos años.
– Es un conjunto de distintos conceptos que se combinan para hacer conocer el sistema, por distinto canales y con distintos actores. Es cada vez más conocido y requerido. Día a día se toma más conciencia de lo que es el cambio climático y de la idea de sustentabilidad.
Sipanel es una empresa argentina que nace en San Martín de los Andes en 2004. En la actualidad la empresa tiene 16 empleados.
– Te pido una descripción del panel SIP, que tiene que ver con el concepto de sostenibilidad.
– SIP son siglas de “Structural Insulated Panel” (Paneles Estructurales Aislados). Nuestro producto más conocido es el sándwich, que se hace con dos placas de OSB de la empresa LP, que tiene certificación internacional.
El poliuretano con el que trabajamos es de alta densidad, provisto por firmas líderes con certificaciones de no contaminación. Tienen garantía de producto. Así configuramos el panel. Nosotros tenemos poco volumen de venta de paneles sueltos, aunque cada vez nos lo piden más.
Básicamente, nos piden el kit, que incluye los paneles modulados con un precorte, más los accesorios -soleras de base y de techo, tornillería, etc.- y el manual para su instalación.
La idea es que, cuando el material llegue a la obra, solamente sea necesario contar con la platea hecha. El kit reemplaza a la mampostería en muros -externos e internos- y en el techo. Hasta ahí llegamos nosotros. Revestimientos, instalaciones y terminaciones quedan a cargo del cliente.
– Normas y certificación son muy requeridas en la actualidad.
– Hace más de un año nosotros estamos normativizando la utilización del sistema con sello IRAM. En los últimos años han surgido muchas fábricas con el sistema de paneles SIP porque es muy fácil. No el nuestro, que es con poliuretano inyectado.
El otro que menciono es con el pegado de Telgopor, pero tiene otros riesgos. Básicamente, el riesgo del fuego. Por eso decidimos recurrir a IRAM para reglamentar y normativizar la utilización de estos paneles.
– Suele ocurrir que el arquitecto termina construyendo con estructuras de metal porque están normalizadas y les sacan un problema de encima. Y no existe el rotulado en madera y quizás solamente la utilicen los que la conocen muy bien o reciban pedidos insistentes de sus clientes.
– Nosotros tenemos un manual genérico de instalación, donde se responden las preguntas más frecuentes y se entrega a cada cliente. Está todo el sistema, los encuentros, está explicado el kit, cómo se utilizan los paneles, qué materiales se tienen que usar, cuáles son los accesorios.
Todo está documentado. De todos modos, tenemos un Departamento Técnico que puede resolver cualquier duda que surja.
– ¿Cómo es el proceso? ¿El arquitecto diseña el proyecto y ustedes le arman el kit para el montaje posterior? ¿O ustedes también realizan montajes? ¿Sipanel arma proyectos?
– En realidad, tenemos todo. Podemos hacer el proyecto, tenemos arquitectos, instaladores, carpinteros. Nosotros periódicamente hacemos capacitaciones on line y también en planta. Son bastante concurridas.
Una vez que corroboramos que están capacitados, les damos un certificado a los asistentes. El proceso empieza cuando el arquitecto nos envía el proyecto, subido en Autocad en 3D, con plantas, cortes, vistas y planilla.
Con estos requisitos, nosotros tenemos un sistema interno que lo panelizamos. Es decir, se interpreta el sistema en paneles y se optimizan los cortes. Una vez que el proyecto está convalidado y aprobado por el profesional se envía la orden de iniciación, se inyectan los paneles hasta tener el kit conformado.
Y cada producto sale con una trazabilidad. Nosotros sabemos qué panel se utiliza en cada obra, cuándo se hizo. La trazabilidad es total. El único requisito es que se haga la platea según nuestro requerimiento.
– ¿Eso se aplica a cualquier parte del país?
– Correcto.
– ¿Han tenido demanda del extranjero?
– Cuando la relación cambiaria era beneficiosa para Argentina hemos hecho mucho en Uruguay. En Uruguay tenemos una ventaja considerable, que es el BPS (Banco de Previsión Social), que es la seguridad social. En Uruguay es casi el 70 por ciento de los sueldos. Y para nuestro sistema se abarata mucho la instalación.
– ¿En su momento Sipanel apuntaba a un target de poder adquisitivo alto? ¿Han podido ampliar ese mercado apelando a precio y sostenibilidad?
– Lamentablemente, no. Diría que los pedidos que tenemos son de un target cada vez más alto, el A1. Sucede en San Martín de los Andes, en Chapelco, en Bariloche, en Nordelta.
Nuestro objetivo es que sea un sistema utilizable por todos los estamentos sociales, pero la realidad es ésta. Yo creo que tiene que ver con una cuestión cultural. El ladrillo está muy metido en nuestra cultura edilicia.
El costo del panel debería incluir variables como el hecho de tratarse de un material en seco, con la reducida cantidad de desperdicios, con los menores tiempos de mano de obra.
Y el ahorro energético, algo que ya se está viendo. Nuestro sistema genera un 60 por ciento de ahorro energético. Si uno hiciera estos cálculos se daría cuenta de que el uso de paneles SIP es mucho más barato que la construcción tradicional.
– ¿Qué costo estimado tiene el metro cuadrado de la construcción con paneles SIP sin que la vivienda esté terminada con los detalles? Es decir, no llave en mano.
– Es un costo difícil de estimar porque depende mucho del proyecto. Nuestras paredes tienen 3,00 metros cuadrados si se considera el panel solo. Pero ahí ya hay que diferenciar si es kit o si es un panel suelto sin cortar.
No es lo mismo para nosotros montar un panel y que intervengan los demás sectores -precorte, vaciado y el Departamento Técnico-, que entregar el panel dentro de un kit. Por eso no tenemos un precio promedio.
Sí puedo decir que si un arquitecto afirma que puede construir una casa country a un valor de US$ 700 el metro cuadrado, nuestro panel implica un 20 por ciento de ese valor. Podría decir que el metro cuadrado de nuestra construcción en seco está en alrededor de US$ 140.
– Me quedé pensando en que la mayor diferencia radica en el tiempo de construcción.
– Con la colocación de un panel sobre la solera de base, que puede llevar dos minutos, tengo 3,00 metros cuadrados terminados. ¿Cuánto tiempo le llevaría a un albañil hacer 3,00 metros cuadrados en ladrillo?
– Berro Madero, que construyó decenas de casas en madera en Pinamar y Cariló, contaba que hay determinadas épocas del año en las que no está permitido construir en esos lugares.
– En la zona sur está la época de veda, que es la de lluvias y nieve. Entre abril y septiembre no se puede construir afuera. Por eso este sistema tuvo tanto auge en el sur del país.
– ¿En qué otras zonas del país podrían llegar a ampliar su llegada?
– En todo el país. Hay una ley referida a acondicionamiento térmico y ahora hay otra sobre etiquetado energético de las casas.
Nosotros estamos certificados y calificamos para construir en todas las zonas. Nordelta, barrio que está ubicado en provincia de Buenos Aires, debería cumplir con normas de este tipo.
Todos los actores que participan de la discusión sobre sostenibilidad y ahorro energético son los que ayudan a difundir estos sistemas de construcción en seco que, básicamente, ayudan a ahorrar energía.
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Fotos: Gentileza Sipanel.