Autoridades locales inauguraron Mirador del Río el martes pasado, una torre en madera de siete pisos ubicada en Gualeguaychú. “Esto se debería poder replicar”, le dijo a Todo Madera el constructor Eduardo Rubel, autor de la idea. Rubel colaboró con el municipio en la gestión del desarrollo.
Todo Madera dialogó telefónicamente con el constructor Eduardo Rubel, autor de la idea del proyecto Mirador del Río, ubicado en Paseo de la Península, Gualeguaychú.
“Cuando la gente suba a la torre y vea a 1.000 metros con un catalejo, va a ser magnífico. Esto se debería poder replicar. Hay que abrazar las ideas y tratar de cambiar esta realidad. Si la podemos cambiar (enfatiza)”, dijo Rubel.
Y agregó: “El mayor problema que tenemos en la madera en Argentina es que las obras no se ven. Me refiero a las obras emblemáticas”.
A continuación, adelanto de una extensa entrevista exclusiva que se publicará completa en Todo Madera Digital de julio.
Surgimiento del proyecto
– “Hace mucho tiempo yo había armado un proyecto de dos torres de piedra, con un puente de madera. Paseo de la Península es un lugar muy particular y que merecía ser mirado desde lo alto. Se dio la oportunidad. Porque estas cosas se tienen que dar. La actual gestión decidió darle para adelante;
– “Yo ya había elaborado el nuevo proyecto y ahí tuve el apoyo del municipio para la compra de materiales y el pago de mano de obra. Yo doné mis honorarios de proyecto y de dirección de obra;
– “Y el mayor problema es que no hay gente preparada para la altura; no hay más armadores en madera. Es muy complicado conseguir gente. Y eso me esclavizó a mí. Tengo 2.000 horas de trabajo;
“ La obra demandó unos cuatro meses, lo cual no fue tan malo. Porque trabajé, en promedio, con cuatro personas no especializadas. No fue tan malo. El mayor acierto estuvo en el modelo de construcción. Fue en piezas independientes. Y otro gran acierto fue el tornillo Rothoblaas;
– “La ventaja es que el tornillo entra con una facilidad muy importante y ajusta al final. Porque las piezas de madera son variables. Y, además, trabajamos con piezas de 3 pulgadas por 8 pulgadas;
– “Con la arandela de Rothoblaas, que se mete, se clava y empuja muy bien. Fue un gran acierto. Después, se trata de un tornillo que prácticamente no se dobla ni se quiebra, tiene bajo contenido de carbono. Anduvo muy bien. Y se usó el pegamento poliuretánico Fanatite, que también anduvo bien”.
Formas
– “Respecto de las formas, pasamos de una escuadría rectangular a una forma redonda, que en madera es algo difícil de llevar. Porque se hizo una circunferencia y ahí abrazan los balcones. Y crea un círculo perfecto. Eso también fue un acierto. Cambió el paradigma;
– “En realidad, el mayor problema que tenemos en la madera en Argentina, según mi punto de vista, es que muchos que hemos trabajado y hacemos un montón de docencia, pero las obras no se ven;
– “Me refiero a las obras importantes, las obras emblemáticas. La obra que cambia la cuestión. Porque del cajón de manzana o de pollo, o de la vivienda precaria no estamos saliendo. Y es un problema de difusión;
– “Es un problema de industria maderera, que no tiene presencia en el mercado con variedades de maderas y calidades. Ésa es una realidad;
– “Yo hice una carrera, Tecnicatura en Tecnología en Madera, para la UCU (Universidad de Concepción del Uruguay) hace veintipico de años. Duró cinco años. ¿Sabés por qué? Porque abrieron Abogacía. Y es barata. Y la otra era una tecnicatura; yo había pedido que no menos del 40 por ciento de la carga horaria fuera en los aserraderos;
– “Y ése es otro problema: tenemos una formación intermedia y universitaria que no va a la obra. Los profesores no fueron a la obra y los alumnos no van a ir a la obra”.
Rubel aclaró: “Debemos luchar para la unidad del sector”
Rubel envió a Todo Madera el siguiente texto, que pidió publicar para realizar aclaraciones, ya que dijo: «No deseo nunca generar controversias»:
– “La Carrera de Tecnología en Madera comenzó por la convocatoria al primer Seminario Industrial de la Madera, realizada por Universidad de Concepción del Uruguay (UCU);
– «Surgió del diagnóstico la necesidad de trabajar en la realización de una Tecnicatura en Industrialización de la Madera, en la que participé;
– “Habiendo logrado el apoyo de un sector de madereros de la ciudad de Federación, la UCU le encomendó la tarea al Ing. Claudio José Tinto, funcionó y egresaron técnicos de excelente nivel y formación. Incluso, se estableció una cooperación de los aserraderos para realizar la experiencia fundamental para el desarrollo profesional futuro;
– “Por la lógica causa económica para sostener los costos que demanda una carrera de esas características, para la Universidad fue imposible continuar, intentando reactivar año a año sin lograr iniciar la formación;
– “La UCU siempre aportó y apoyó todo intento de formación y presencia en las Instituciones como INTA, INTI Maderas, UTN, CeDeFI;
– “La arquitecta Cristina Bonus, decana de Arquitectura, es una docente con gran ímpetu y colaboración. UCU continúa realizando seminarios y charlas permanentes convocando a un esfuerzo común en la difusión del uso de la madera;
– “Es quizás una deuda del sector establecer una formación universitaria y de los cuadros intermedios de trabajo para que se establezca una sucesión de resultados positivos y sustentables en el tiempo;
– “Hay que lograr una participación amplia del sector empresario, sindical, educativo y del Estado con apoyos al desarrollo de mercados cautivos de construcción, con altos agregados de madera regional;
– “Espero que esta aclaración contribuya a la búsqueda de unidad y apoyo al trabajo conjunto”.
Fotos: Gentileza Eduardo Rubel.