Pino paraná de Misiones se luce en la “Ballena azul” del Centro Cultural del Bicentenario

madera en ballena azul

Desde la misionera localidad de Puerto Esperanza la empresa Pindó S.A. comercializó la madera misionera que se utiliza en el desarrollo del nuevo Centro Cultural del Bicentenario Néstor Kirchner, que funciona en el edificio del antiguo Correo Central, ubicado en la calle Sarmiento 151. El inmueble fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1997 y queda en el llamado “bajo porteño”, a cien metros del Luna Park.

Pindó S.A. comercializó la madera misionera que se utiliza en el desarrollo del nuevo Centro Cultural Kirchner, que funciona desde el 25 de mayo en el edificio del antiguo Correo Central. La empresa Xilema-Techos Giro, oriunda de Mendoza, realizó las obras de fabricación, montaje y revestimiento de las paredes y cielorraso del espacio denominado Ballena Azul.

Esta obra está emplazada en el interior del edificio que fue sede del Correo Central Argentino porteño. Se trata de la infraestructura más importante que tendrá Buenos Aires en la materia, superior al Centro Pompidou de París, Francia, y cerca del teatro de la Ópera de Sydney, en Australia, según fuentes oficiales.

Según describió Pindó S.A. en su página web el espacio principal es la “Ballena Azul”, la gran sala de conciertos con capacidad para 1950 espectadores (ver foto).

Las piezas de madera misionera que componen el revestimiento son de lamas de 50×150 milímetros en madera de Pino Paraná (Araucaria Angustifolia) libre de nudos, confeccionadas con madera laminada, lustradas en tono peteriby, y copian el curvado especial de lo que se denomina «la ballena». Cada lama está colocada con separación de 150 milímetros y fijadas con herrajes a perfiles metálicos que van sobre cemento de pared. La separación es cubierta con tablas de pino pintadas a tono negro pizarrón y calafateadas por detrás para dar más protección acústica.

Es uno de los Centros Culturales más grandes del mundo en donde dialogan todas las artes. Es decir que se abre realmente un espacio que va a ser un hito en la historia, no sólo en la Argentina porque va a ser profundamente federal -o sea, de entrada va a ser federal- y también después en su relación con Latinoamérica y como una ventana muy grande al mundo para mostrar todo lo que tenemos aquí.

Madera en Ballena Azul: Breve reseña

madera en ballena azul
La madera de araucaria angustifolia se lucirá en la sala de conciertos llamada “Ballena Azul”, con capacidad para 1950 espectadores.

El edificio, con vistas a centro cultural, abrió sus puertas el 24 de mayo de 2010, cuando se presentó una primera parte de la obra de restauración y puesta en valor. Además de los trabajos de restauración y puesta en valor de una parte del edificio que comenzaron en 2009, se crearon nuevos espacios que permitirán desarrollar una gran oferta cultural para la cual está pensado.

Espacios arquitectónicos nuevos, tal como la Ballena Azul, con capacidad para 1950 espectadores; una Sala de Música de Cámara y un Museo de Arte Contemporáneo que semeja un Candelabro, que está suspendido de la estructura de vigas Vierendeel; y la Cúpula en el cual se mantuvo su estructura pero reemplazando las pizarras por un vidrio facetado que junto a un sistema de luces de LED se convierte en un atractivo para la ciudad, conforman los atractivos principales del proyecto.

Además, el centro cultural dispondrá de múltiples salas de ensayo, salas de exposiciones y sectores destinados a la gastronomía, contará con 100.000 metros cuadrados y tendrá la envergadura de los centros culturales más importantes del mundo, tales como L’Auditori, de Barcelona; el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid; el Tate Modern de Londres; el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, de Paris.

El órgano tubular del Centro Cultural Kirchner ya entró en etapa de ajustes de entonación, se trata de un proceso minucioso pero necesario para que el instrumento se adapte a la sala donde está instalado, es decir en la Ballena Azul.

madera en ballena azul
Vista aérea del ex Correo Central, con Puerto Madero de fondo.

Los técnicos alemanes de la firma Klais, comenzaron a realizar pruebas con el teclado. A pesar de que el órgano viene preafinado de fábrica, donde los tubos se prueban uno por uno para darles su nota, necesitan la prueba en el lugar. Por este motivo, cuando el instrumento llega la sala, como es un lugar nuevo, al tocarlo empieza a vibrar todo, adentro y afuera del órgano, y es necesario escucharlo desde distintos puntos y ver así al registro hay que darle más potencia o bajarlos más. “Además de que el órgano o cualquier instrumento, con la temperatura cambia y también con la humedad. Hay que tener mucho cuidado cuando prenden el aire acondicionado, por ejemplo. Entonces, es todo un proceso para que el órgano se adapte al salón”, explicó el Francisco Benavídez, de la firma Klais.

El órgano es uno de los atractivos principales de la gran sala de conciertos denominada Ballena Azul, tiene 4.300 tubos y alrededor de 70 de ellos se pueden ver en la fachada. Por dentro, contiene otros tubos que el público no podrá ver, tubos que van desde 5 milímetros hasta los 10 metros de altura, tanto de madera como de metal.

Benavídez es argentino, recibido de la escuela Técnica Raggio y tras haber ganado una beca de intercambio con Alemania, empezó a trabajar para la firma Klais como pasante, eventualidad que coincidió con los comienzos de la instalación del órgano tubular en el Centro Cultural Kirchner.

El edificio del CCK fue objeto de un Concurso Internacional de Anteproyectos, con la finalidad de refuncionalizar el antiguo Palacio de Correos y Telégrafos para convertirlo en un centro cultural de nivel internacional. La propuesta ganadora, del estudio de arquitectura B4FS, incluyó trabajos de restauración y puesta en valor en una parte del edificio que fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1997, por un lado; y además, la construcción de nuevas estructuras donde se desarrollen las actividades artísticas de mayor convocatoria.

La Ballena Azul, una sala de conciertos para 1950 espectadores; un espacio de exposición de arte contemporáneo que cuelga del techo como un candelabro con paredes vidriadas; y una sala de música de cámara para 600 personas, son los tres nuevos elementos arquitectónicos que destacan en un espacio interior tan singular como sorprendente.

Fuentes: Boletín Curí y oficina de Prensa del Ministerio de Planificación Federal.

Fotos: Gentileza Pindó S.A. y Ministerio de Planificación Federal y  Sputnik Mundo.

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