Las Jornadas de Construcción Sostenible en Madera se realizaron en días consecutivos en noviembre pasado en la localidad misionera de Ruiz de Montoya y en la sede porteña de INTA.
El ingeniero Willy Berthoud, de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna, Suiza, disertó sobre “Construcción en madera para un uso sostenible” y también intervino en el panel sobre normativas y facilidades en construcción en madera. Un enviado especial de Todo Madera al evento se contactó con Berthoud y consiguió la disertación completa. Primera parte.
Hasta el siglo XIX la piedra y la madera dominan el sector de la construcción.
Históricamente, los dos materiales de construcción que se encuentran en la naturaleza.
Casas, pero igualmente puentes, barcos y muebles fueron construidos principalmente en madera.
Durante el siglo XIX, como consecuencia de la industrialización, se generó una gran demanda de mano de obra en el sector del acero. Nacieron entonces varias escuelas de formación.
La madera, juzgada como inferior frente al descubrimiento del acero, fue relegada a un segundo plano en este programa. Los cursos de los ingenieros en construcción (pero no en madera) fue puesto en pie con salarios bastante más elevados que los de los artesanos carpinteros.
A finales del siglo XX el hormigón armado, especie de piedra artificial con esqueleto de metal, era ya el material más usado en la construcción. Salvo en los países escandinavos, donde el uso de la madera para la construcción continúa siendo
importante con un mercado de entre 80% y 90%. En el resto de Europa la construcción en madera se redujo hasta un 5%.
Funicones del bosque
Algunas funciones del bosque son:
Funciones protectivas: derrumbe, nieve, caída de piedras;
Funciones sociales: paseos y otras actividades recreativas;
Funciones reguladoras: absorción y almacenamiento del dióxido de carbono;
Funciones reguladoras: captación y almacenamiento de agua; hábitat natural, tanto para otras plantas como para los animales.
Funciones productivas: resinas, aceites, látex.
En los bosques de Suiza cada 3 segundos crece 1 metro cúbico de madera. Mil kilogramos de CO2 son eliminados de la atmósfera, contribuyendo así a disminuir el efecto invernadero; y 750 kilogramos de oxígeno puro son liberados. En tanto, 292 kilogramos de H2O son producidos.
Es necesario cortar árboles y aprovechar mejor la madera cortada. El cortar ciertos árboles en un bosque, es un mantenimiento necesario para ayudar al bosque a regenerarse sanamente. Una buena gestión forestal tiene un impacto positivo directo en las propiedades mecánicas de la madera, sobre su durabilidad, sobre su comportamiento higroscópico y fónico.
Al mismo tiempo, esto crea empleos en las zonas alejadas de las grandes ciudades. Se puede dejar la madera en el bosque, y el ciclo de carbono se termina. O se puede explotar esta madera y la secuestración del carbono sigue.
En Suiza, según los expertos, explotamos solo la mitad de la madera que se corta. Podríamos explotar por lo menos un 25% más. Por razones de costo, no se hace pero hoy hay un movimiento COBS, “certificat origine du bois suisse”.
Aproximadamente, 30% de la madera recolectada es destinada a la construcción
Entre sus propiedades más apreciadas están:
– Es un buen aislante, tanto contra el frío como contra el calor;
– Es un buen regulador de la humedad;
– Tiene un buen comportamiento acústico;
– Un muy buen comportamiento estático, tanto al frio como al calor;
– Continúa a fijar el carbono.
La madera es cálida y agradable al tacto. Dentro de una habitación, sus fibras intercambian constantemente humedad con el aire ambiente, asegurando así un clima interior equilibrado. La madera es ligera y robusta a la vez.
A volumen idéntico, la madera es 14 veces más resistente que el acero.
En Suiza, en 1990 estaba prohibido construir más de 2,5 pisos en madera. Luego, los primeros ingenieros se interesaron a esta problemática y probaron que era posible trabajar a nivel estructural, con un material combustible como la madera.
El punto de vista fundamental cambió: no se trataba de construir con una materia incombustible.
Para esto propusieron medidas conceptuales, como el encapsulamiento o barreras anti-fuego y los sprinklers. Gracias a esto, hoy no hay límite en el número de pisos que se pueden construir en Suiza.
En resumen, usar la madera en construcción es cuidar el bosque y crear trabajo calificado en lugares alejados de las ciudades; la madera tiene excelentes propiedades acústicas, mecánicas, de confort y térmicas, independientemente si hace frío o calor; la madera es el único material de construcción renovable, gracias a la fotosíntesis; explotar al máximo los intereses, todavía hay materia, no tocar el capital sino más bien seguir capitalizando; la fotosíntesis, además de madera, produce oxígeno y purifica el agua, la base de la vida.
Fotos: Todo Madera y gentileza Willy Berthoud.
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