Viviendas madera tras tsunami 2010. En la comuna de Constitución, emplazada en una zona cuya altitud la pone a resguardo de tsunamis se encuentra Villa Verde, un complejo habitacional que cuenta con más de 480 viviendas y donde hoy reside una gran cantidad de damnificados del 27 de febrero de 2010. En este caso, la construcción utilizó maderas de mejor calidad que las que habitualmente se destinan a viviendas sociales.
La madera aparece como solución conducida por un estudio de arquitectos chilenos con antecedentes en diseños de barrios para viviendas de bajo costo, pero en esta ocasión usan la madera.
La comuna de Constitución, dando su cara al Océano Pacífico, es frente débil en el caso de un tsunami.
La atmósfera es de optimismo. Atrás va quedando, paulatinamente, la pesadilla que significó para la comunidad mapuche el mega sismo y posterior tsunami de febrero de 2010.
Y aunque muchos aseguran que las cicatrices quedarán para siempre, especialmente para quienes perdieron a seres queridos, de a poco esta comunidad se han ido poniendo de pie, recorriendo un camino que no ha sido fácil.
Ejemplo vivo de lo anterior son Katherine Hernández, Ricardo Fuentes y Rosa Faúndez, quienes junto a sus familias vivían en la ribera del Río Maule cuando sus hogares fueron avasallados esa madrugada del 27 de febrero de 2010.
El largo esfuerzo que debieron sostener luego para recuperarse encontró un momento de particular tranquilidad y la alegría tras resultar beneficiados con un subsidio que les permitió acceder a una vivienda en Villa Verde.
Katherine, madre soltera de una pequeña, recordó: “Fueron momentos muy difíciles. Me encontraba sola con mis dos hermanos y mi hija. Después me junté con mi papá para subir al cerro”.
Por su parte, Rosa pasó por algo similar: “Se nos cayó la casa casi con nosotros adentro. Con lo que pudimos salvar nos fuimos a vivir donde mis padres durante tres meses y luego estuvimos alquilando por un par de años”.
Sin hogar ni recursos para acceder a uno, estas tres familias –como muchas otras– deambularon por casas de amigos y también alquilando.
Paralelamente, comenzaron a realizar los trámites para acceder a un subsidio habitacional y ahí fue donde escucharon hablar por primera vez de Villa Verde.
Katherine aseguró que “ha sido un cambio rotundo. Después de todo lo sufrido, cuando me entregaron mi vivienda quedé sin palabras. Estamos iniciando un hogar y eso nos llena de felicidad, tanto que nos han dado ganas de tener más hijos. Es un sentimiento que a uno la embarga”.
Mientras Rosa, soltera y madre de un hijo, asegura que recién después de cuatro años se siente segura. “Estamos en un lugar que no es inundable y contamos con viviendas de madera que están preparadas para los sismos. Acá ha temblado fuerte y de verdad no se mueve nada, es una verdadera mansión”.
El jefe del Plan de Vivienda para los Trabajadores de Arauco, señala que “dado que se estaban priorizando proyectos que consideraran familias damnificadas de la empresa, decidimos que esta iniciativa pudiera integrar a todas las personas que estuvieran en esta condición”.
Hoy casi 500 familias, más de 2.500 personas poseen de estos hogares de 56 metros cuadrados, que están concebidos para poder agrandarse a 64 metros cuadrados u 85 metros cuadrados, dependiendo de la casa seleccionada.
Casas no convencionales
Ciertamente, no se trata de casas convencionales. Su arquitectura fue obra de una oficina de arquitectura chilena que ha obtenido diversos premios internacionales.
Las viviendas incorporan diversos aspectos destacables, comenzando por la sustentabilidad (huella de carbono positiva) que caracteriza a toda construcción en madera.
En este caso, la construcción utilizó maderas de mejor calidad que las que habitualmente se destinan a viviendas sociales, contando además con una aislación térmica y acústica por sobre el promedio.
“Las casas son muy bien hechas. La temperatura es impresionante. Uno llega del centro muerta de frío y al ingresar a mi hogar está todo templado sin necesidad de tener una estufa encendida”.
A propósito, se incorporaron elementos que contribuyen a la valorización futura de las viviendas.
Además de la estrategia de ampliación ya señalada, se cuidaron especialmente aspectos relacionados con el diseño urbano del conjunto, el que incorporó espacios colectivos organizados en torno a pequeños condominios y que se caracterizan por su seguridad y el rápido acceso a los servicios de la comuna.
Y es que quizás la principal virtud de Villa Verde fue que se empezó a construir con la participación de todos. Así, durante este proceso se realizaron diversos foros habitacionales, reuniones informativas y visitas a terreno, para que los vecinos estuviesen al tanto de los avances del proyecto.
Una imagen del proceso de construcción, una típica construcción en plataforma, esto es bastidores por nivel y entrepiso que diferencias los niveles. La construcción en bastidores, como se la denomina desde maderadisegno.
Un equipo reducido de personas por unidad, con un equipamiento sencillo, máquinas de mano, improvisados andamios, etc.
Completados los cuerpos básicos de cada vivienda, la superficie mínima, una cubierta y un entrepiso van uniendo la tira de unidades. Atrás, luego oculto, el bastidor ese esqueleto estructural que permite las mayores flexibilidades de tipos de funciones que cubrirán estas “pieles”. Avanza el montaje, las “pieles” van cubriendo todas las superficies.
El conjunto de viviendas va configurando los espacios urbanos, cuidadosamente diseñados, para permitir la vida de comunidad.
Si bien la superficie de implante del conjunto es dominantemente plana, los desniveles se
escalan con los basamentos a distintas alturas.
La apropiación de las viviendas
En este caso el color dominante es entre un blanco y un gris. La vivienda lateral está en proceso de transformación. El envigado que unía los cuerpos se ha transformado en un entrepiso y terminara en habitaciones. Un cerco de cañas da calidez y delimita espacios de uso privado de una unidad.
Apareció la “poética” de los habitantes.
Los cierres de ampliación de la vivienda se han configurado con revestimientos exteriores dentro de la tradición maderera de la zona.
Los desniveles de implantación dan un cierto movimiento a las cubiertas, y la solución de los desagües pluviales. Otro “barrio” dentro del conjunto de Villa Verde, con mayor colorido y variedad originada en las intervenciones de sus habitantes.
¿No se podría hacer también en Argentina?
Leer: Nación firmó un convenio que da un cupo del 10 por ciento para viviendas sociales con madera
Fuente: maderadisegno, Revista Digital de Arquitectura en Madera (www.maderadisegno.com.ar).
