Aumenta la construcción de edificios con madera en altura en Barcelona, España

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Foto del interior de la vivienda construida en El Prat, Barcelona, por Federico Pesl y Lucila Pérez-Elizalde arquitectos/ @Jason Keith.

La empresa catalana House Habitat, especializada en la construcción de viviendas eficientes energéticamente, ha notado un progresivo interés por la construcción de edificios con madera en altura en la ciudad de Barcelona desde 2014 a esta parte. La empresa sigue los criterios de la arquitectura bioclimática y utiliza materiales ecológicos. Los motivos son varios y de distinta índole, pero de fondo subyace la preocupación por la sostenibilidad y los retos medioambientales que plantea el cambio climático.

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logo House Habitat

El proyecto más reciente es un edificio unifamiliar de tres pisos más planta baja con estructura de madera en altura en la localidad de El Prat de Llobregat, Barcelona. Y ya tienen numerosos proyectos agendados para el año entrante.

House Habitat es una empresa especializada en construcción sostenible ubicada en Cataluña, con delegaciones en Barcelona y Girona. Se especializa en la construcción de viviendas saludables y eficientes energéticamente, que siguen los criterios de la arquitectura bioclimática y en las que se utilizan materiales ecológicos. Además, sus edificios poseen un consumo casi nulo (EECN) en calefacción y refrigeración, lo cual proporciona a sus habitantes una alta calidad de vida y un sustancial ahorro económico en las facturas de energía.

La constructora ha concluido recientemente un edificio unifamiliar de tres pisos, más planta baja con estructura de madera en altura. En este caso es una vivienda unifamiliar levantada en un solar entre medianeras ubicado en el centro de la localidad de El Prat de Llobregat, Barcelona.

La casa, de 223 metros cuadrados, consta de tres habitaciones en la primera planta, un área  totalmente diáfana en la segunda -donde se ubica la cocina office y el salón comedor- y un espacio bajo cubierta en el tercer piso con patio exterior, además de garaje en la planta baja. La madera empleada en esta obra cuenta con la garantía del certificado CE y procede de bosques donde se realiza una gestión responsable avalada por PEFC. Los trabajos comenzaron en abril y finalizaron en noviembre de 2016, por lo que el plazo total de construcción ha sido de 7 meses.

El diseño, obra de los arquitectos Federico Pesl y Lucila Pérez-Elizalde, ha seguido las directrices de la arquitectura biopasiva, y está enfocado a lograr unos altos resultados de  eficiencia energética, utilizando materiales de calidad, naturales y ecológicos, que favorecen la salud y calidad de vida de sus habitantes. Miguel Vega, encargado de Comunicación de House Habitat, explicó a Todo Madera que para la construcción “se utiliza madera de pino, y en el caso del edificio de El Prat proviene de bosques sostenibles en Austria”. También agregó que en cuanto al tiempo de construcción en el caso del edificio en El Prat fue de 7 meses, y que en general “el plazo suele estar entre 6 y 9 meses, a diferencia de los entre 12 meses y 18 meses de la construcción tradicional”.
Para los acabados de las fachadas principales se ha empleado mortero de silicato, sobre un sistema SATE con fibra de madera; mientras que las medianeras poseen tabiques pluviales. En los revestimientos interiores se han aplicado pinturas naturales con base mineral. Por su parte, las ventanas son de madera laminada con doble vidrio y control solar. Cabe añadir que la instalación eléctrica es biocompatible con el propósito de evitar la contaminación electromagnética.

En cuanto a las instalaciones dirigidas a reducir el consumo energético, y por tanto ahorrar en climatización, el edificio dispone de un sistema de renovación de aire con recuperador de energía de alta eficiencia, así como radiadores de bajo impacto para calefacción, que se alimentan de un sistema híbrido de aerotermia.

Tendencia a la construcción de madera en altura dentro los núcleos urbanos

Desde House Habitat constatan un notable incremento de la demanda de edificios de madera en altura en espacios entre medianeras en el centro de grandes núcleos urbanos de la provincia de Barcelona.

En junio de 2014, House Habitat afrontó su primer proyecto de estas características en el Barrio de Gracia: una vivienda unifamiliar de cinco plantas con estructura de madera, el edificio más alto de este tipo en la ciudad condal. Desde entonces, la constructora está recibiendo sucesivos encargos similares.

“Los motivos son varios y de distinta índole. Pero de fondo subyace una preocupación, tanto de usuarios como de prescriptores, por la sostenibilidad y los retos medioambientales que plantea el cambio climático”, señala Pere Linares, responsable de House Habitat. “Luego hay otros factores como el menor consumo de  energía de este tipo de construcciones o su menor plazo de ejecución, con el consiguiente ahorro económico”, añade.

La madera renace así como material de construcción con cualidades apreciadas por los consumidores concienciados con el medio ambiente: es renovable, reutilizable y reciclable, necesita poca energía para su transformación y es capaz de almacenar dióxido de carbono, que de esta manera se detrae de la atmósfera. Además, es un buen aislante térmico y acústico.

Por lo que se refiere a los profesionales de la edificación como arquitectos, ingenieros o aparejadores, “valoran además aspectos como el menor tiempo de ejecución o la reducción de imprevistos –es más fácil de controlar todo el proceso-  así como de inconvenientes asociados a las obras como el ruido o el polvo”.

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Federico Pesl es el arquitecto fundador de Amomicasa, y creador junto a Lucila Pérez-Elizalde de la vivienda con estructura de madera en altura de El Prat.

Más proyectos de edificios en madera

House Habitat tiene otro proyecto de madera en altura que se encuentra en su última fase, y con algunos matices diferentes. En este caso, se trata de un edificio plurifamiliar de cuatro plantas con estructura de madera que tendrá el mismo número de viviendas. Situado en el barrio barcelonés de Sants, como particularidad se ha preservado la fachada existente, catalogada como Patrimonio Histórico.

“Las solicitudes de estudio para realizar edificios de este tipo nos siguen llegando. En este momento estamos analizando proyectos para levantar edificios con madera en altura en los núcleos urbanos de localidades como Sitges, Vilanova i la Geltrú, Badalona, Terrassa, o Sabadell”, concluye Pere Linares. Lo cual no hace más que seguir reafirmando el creciente interés que tiene Barcelona por las construcciones de madera en altura.

Pesl, el arquitecto: “La construcción en madera entre medianeras será la próxima revolución de la edificación”

Pesl además agrega que “dentro del sector, nuestros colegas corroboran que el auge de los edificios de madera es una realidad incuestionable”.

Federico Pesl es el arquitecto fundador de Amomicasa, que firma, junto a Lucila Pérez-Elizalde, la vivienda con estructura de madera en altura de El Prat. Pesl, profesional especializado en este tipo de edificios, aporta su visión sobre la construcción en madera y el interés despertado en las ciudades de todo el mundo por la edificación con este material natural y renovable.

– ¿Qué es lo que aporta la madera a la construcción? ¿Cuáles son sus principales ventajas?

– La principal ventaja de la construcción en madera es que reúne los tres grandes pilares que fundamentan la construcción sostenible o “verde”: Responsabilidad Ambiental, Eficiencia Energética y Salud. Estos tres conceptos combinados nos permiten obtener beneficios que, según por donde se miren, pueden ser medioambientales, de bienestar personal, económicos o sociales. En todo caso, lo importante es saber que no existe, todavía, un material que consiga condensar tantos beneficios sin tener prácticamente ningún perjuicio. El atractivo estético de la madera es muy potente, pero por ser una característica subjetiva, yo prefiero dejarlo siempre a un margen para defender el uso de la madera únicamente en términos objetivos. En el plano constructivo, el uso de la madera permite trabajar con un rigor que no es habitual en la obra tradicional. Eso permite resolver detalles muy eficientes que redundan en óptimas prestaciones de los edificios. La posibilidad de prefabricar componentes, la eliminación de los tiempos de fraguado y la reducción de residuos, mejoran los plazos de obra de manera significativa. La ligereza estructural también reduce el impacto ambiental de las cimentaciones y movimientos de tierra, a la vez que agrega maniobrabilidad en los montajes y transportes.

– ¿A qué cree que se debe esta tendencia hacia la construcción con madera en altura en terrenos entre medianeras en los núcleos urbanos?

– La introducción en España de la madera como material principal de construcción se ha venido produciendo esencialmente en proyectos de viviendas aisladas. Sin embargo, desde hace un tiempo estamos viendo cómo la madera comienza a ocupar un nuevo espacio en el mercado. Se trata de la tan habitual construcción entre medianeras, que representa casi la totalidad del urbanismo de nuestros cascos históricos y gran parte de los ensanches de nuestras ciudades. Es evidente que dar una respuesta constructiva a esta situación urbana es fundamental para el desarrollo de la industria de la construcción en madera en nuestro país. Para salir airosos, existen ciertos retos de diseño y de ejecución que debemos resolver de una manera impecable. Sería una pena que por diseños o ejecuciones deficientes se expanda una injusta mala fama del sector y como consecuencia se pierda una excelente oportunidad para reducir las emisiones de CO2 asociadas a la construcción. Estoy convencido de que la construcción en madera entre medianeras será la próxima revolución de la edificación en España. El número de plantas de estos edificios irá aumentando y, junto al desarrollo de otras tipologías en altura, indicará el comienzo de la siguiente revolución de la madera, que será espectacular.

– ¿Qué le hace ser tan optimista respecto al futuro de la construcción con madera en altura?

– El uso y el prestigio de la madera en la construcción están creciendo de manera exponencial en todo el mundo. Son los países europeos de cultura maderera histórica los que van marcando los nuevos hitos de la construcción de madera en altura: Noruega, Austria, Suecia, Finlandia, Reino Unido y Francia. En el nuevo mundo, Estados Unidos, Canadá y Australia también se van sumando al nuevo reto. Estamos ante un punto de inflexión en la historia de la construcción; un momento tecnológico asimilable a la invención del hormigón armado. La construcción en madera generará un cambio de paradigma constructivo que será capaz de adecuarse a las nuevas formas de organización económica y política que ya se están vislumbrando desde hace casi una década. Gracias a la transformación de la madera en productos derivados con tecnología incorporada, se han podido levantar en Europa edificios cada vez más altos.

– ¿Qué países cree que liderarán esta nueva tendencia?

– Tengo la sospecha de que será Estados Unidos el nuevo motor de esta revolución aún por llegar. Los grandes consorcios madereros americanos y canadienses están promoviendo de manera muy acertada el uso de lo que llaman “Mass Timber” (CLT, NLT, DLT, SCT) para la promoción de viviendas en gran altura, edificios administrativos y de oficinas. Ya comienzan a verse proyectos de rascacielos de 50 plantas y un buen número de investigaciones de universidades americanas que tratan sobre los límites máximos de las prestaciones estructurales y contra incendios de estos nuevos productos de madera. Serán definitivamente los norteamericanos quienes tengan la capacidad de expandir los nuevos rascacielos de madera por el mundo, como ya lo hicieran con la tecnología de sus tiempos, los arquitectos de la escuela de Chicago a finales del siglo XIX y los arquitectos europeos afincados en esa tierra a mediados del XX. Con todo el pragmatismo que les caracteriza, demostrarán que se puede construir con un material infinitamente renovable, que se podrán habitar esos edificios con altísimos niveles de confort, que gastarán muy poca energía para hacerlos funcionar y, además, lo explicaran al mundo de manera clara y contundente. En España, un país de tradición arquitectónica mineral, deberemos vencer nuestros prejuicios pero no tardaremos en adherirnos a la nueva sensatez constructiva de la madera.

 

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