Arquitectura en su máxima expresión: Casa Altavista en Zapallar, V región, Chile

Vamos al lugar. El condominio Altavista, está ubicado en la comuna de Zapallar, provincia de Petorca, en la V Región de Chile. Zapallar es un tradicional balneario distante a 169 km de Santiago. Actualmente es uno de los centros de veraneo más exclusivos, destacándose por sus edificaciones y jardines. La terraza queda relativamente protegida de los fuertes vientos, mientras que el lado abierto concentra las vistas hacia el mar. Galería de Imágenes.

Los autores y la obra

El estudio está compuesto por tres jóvenes arquitectos: Javier Durán Palma, Felipe Durán Palma y Diego Pedraza Plaza.

La idea de un sitio donde primara el “descanso” y la “desconexión” fueron condicionantes para el diseño. El proyecto, un lugar para vacaciones y fines de semana en familia debía generar lugares de reunión, y a la vez sitios con la privacidad suficiente como para que cada uno de los integrantes de la familia, se sintiera a gusto.

La relación interior-exterior fue también eje en el diseño, pues las vistas desde lo alto del cerro, sobre todo hacia el mar, no eran para despreciar.

La idea fue diseñar la vivienda en base a dos cuerpos, separados e independientes con un núcleo de conexión.
Sobre el nivel de la cota del cerro, se encuentra toda el área pública. Este volumen perpendicular a la pendiente alberga al estar, al comedor y a la cocina, más la terraza mirador.

El volumen que acompaña a la pendiente tiene a los cuatro dormitorios que van escalonándose, conforme al declive.
La terraza, enmarcada por los dos volúmenes, queda relativamente protegida de los fuertes vientos, mientras que el lado libre y abierto concentra, las vistas hacia el mar, en la mayor de las perspectivas del emplazamiento.

En cuanto a la orientación de los volúmenes se consideraron las horas de uso de los recintos. Mientras el volumen de los dormitorios se orienta en dirección nororiente (de modo de aprovechar el sol directo en las horas de la mañana), el volumen de los recintos de uso más público muestra su lado más destacado (el que da a la terraza) hacia el norte.

En cuanto a la estructura, la parte pública es lo que se denomina clásicamente columna- viga. También en nuestras charlas lo llamamos de trama abierta. Ésta requiere que entre los espacios que deja la estructura principal se coloque una trama más cerrada si se quiere contar con una superficie opaca. A la vez es ideal para colocar superficies transparentes, libres de toda estructura adicional.

Las fundaciones son, como solemos llamar, en húmedo. Y para ambos volúmenes está compuesta por un muro perimetral de hormigón, e imagino -permítanme hacerlo aunque no fuera probable- utilizando la grava del cerro que fuera removida para emparejar el terreno.

El basamento, la superficie plana que ejecuta el piso interior, es en seco. Con estructura de vigas de madera (que podemos apreciar en el volumen de dormitorios) y un emplacado de multilaminado, como podemos ver en el área del comedor.

En el ala de dormitorios, el sistema es el que llamamos trama cerrada, y conocido aunque no siempre lo sea como ballom frame.

Los parantes, pies derechos, o elementos verticales del sistema están en esta ocasión separados cada sesenta centímetros.

No se alcanza a observar uniones metálicas, entre las piezas de madera, con lo cual es probable que se haya utilizado un simple clavado entre ellas.

Vamos a los techos

El juego de niveles que tiene el proyecto genera una gran dinámica en los techos, siendo estos presentes en casi todas las instancias, de hecho nacen del nivel de terraza y suben en torno a ella. Este hecho obliga a tratar su superficie como un tema importante.

Las pendientes de ambos volúmenes son similares entre 10 y 15 grados, con lo cual las alturas máximas interiores tanto en el estar comedor, como en el dormitorio más alto ronda los cinco metros.

Terraza y techo confunden, comienzo y final, y empieza a verse un recurso estético – funcional, la terraza vegetal.
El acceso a la vivienda se materializa en un semicubierto, con una columna de apoyo, apoyada directamente sobre la tierra, por que deliberadamente el piso en deck termina antes. Piso que se continúa en el pasillo y termina convertido en terraza.

El cielorraso en placas de multilaminado con junta abierta, le otorgan al lugar una calidez que hace olvidar que es un exterior.

Cielorraso y deck llevan el mismo efecto de colocación, oblicuo al sentido de circulación del pasillo y paralelo al volumen del comedor, lo que hace que parezca menos extenso. En este volumen, el cielorraso del pasillo, acaba convirtiéndose en el alero del techo.

Continuamos con los decks, pero esta vez es el de un piso–techo, ya que se decidió trabajar el techo del volumen de los dormitorios, convirtiéndolo en una posible terraza superior para asolearse o mirar la puesta del sol de mayor altura.

El basamento húmedo se asoma, tanto en las partes horizontales como en las inclinadas, y es correcto. No es conveniente que el material del siding, sobre todo si es madera como en este caso, esté cerca de la humedad del terreno. Algunas plantas colocadas estratégicamente atenúan en parte su visualización.

Las ventanas llegan hasta el alero, que es a la vez el plano del cielorraso interior. Esto le da al techo la sensación de estar flotando en el ambiente, y multiplica las visuales desde adentro, como observamos en la imagen desde el interior.

Si observamos la totalidad del paño vidriado, la superficie practicable no supera el veinticinco por ciento (sólo dos paños tienen fallebas para abrir), y están dispuestas en los extremos para permitir el cruce de ventilación.
Esto además de cumplir a la perfección con una de las funciones de toda ventana, permitir ver a través de ella, abarata enormemente los costos finales de la carpintería al ser un simple paño fijo.

Con respecto al siding, las tablas de distintas alturas también rompen con cierta monotonía visual, del “toda iguales”.

Nuevamente las ventanas que llegan al alero, y este es el mismo plano que el cielorraso interior.
A la izquierda abajo se ve el deck de la terraza con su junta abierta, y el banco que hace las veces de cierre lateral, también en madera.

Realmente fue un gran acierto entintar de blanco las paredes exteriores, creando una diferencia visual entre el piso y el techo; en su color natural, hubiera sido todo, una gran mancha ocre en el medio del cerro.

Cuando cae la tarde en Zapallar, el cielo se “pone colorado” y la silueta de la casa se recorta en él, casi como una postal.

Decimos: ARQUITECTURA en su máxima expresión. Y creo que no exageramos para nada.

Fuente: maderadisegno, Revista Digital de Arquitectura en Madera (www.maderadisegno.com.ar).

Dejar respuesta

Por favor ingrese su comentario
Por favor ingrese su nombre