Hay entre los fabricantes de muebles indicios de recuperación, aunque el uso de la capacidad instalada sigue siendo muy bajo. D&F Muebles dialogó telefónicamente con César Federici, presidente de CIMA.
– ¿Cuál es la actualidad de los fabricantes de muebles de Cañada de Gómez y localidades cercanas? ¿Cómo está la industria y en qué porcentaje de capacidad instalada se está operando?
– En general, la lectura es que hay una disparidad entre la situación particular de cada empresa. Algunas empresas tienen más trabajo que otras. No es que estén desbordando de trabajo, pero sí alguna puede tener más trabajo que otra. No es que están todas igual. Ése es un poco el panorama. Desde que pudimos empezar a trabajar lo primero que hubo fue una apertura de producción, pero no había cadena comercial.
Después se habilitó el comercio on line y más tarde se fueron habilitando los comercios con atención presencial. Y la obra privada se fue habilitando de a poco, permitiendo ya mayor cantidad de personas dentro de la obra. Esas cuestiones que se fueron regularizando hicieron que comience a andar un poquito la rueda.
Por otro lado, hay indicios de recuperación de ventas. Se empieza a ver. Quizás no de forma permanente, pero sí hay inquietudes e indicios de ventas realizadas. Algunas empresas están vendiendo algo y otras están más comprometidas por falta de venta. En promedio, el uso de la capacidad instalada es muy bajo (enfatiza).
Venimos de un par de años de uso de capacidad instalada al 50 por ciento y la pandemia ha tirado hacia abajo ese promedio. Hoy las fábricas funcionan a entre un 25 por ciento y un 40 por ciento de su capacidad. Ésa es la realidad.
– ¿Qué tipos de fabricantes de muebles están integrados en CIMA? ¿Este perfil productivo de cada empresa tiene que ver con la disparidad con la que están trabajando o no?
– Para mí tiene que ver con cuestiones más relacionadas con las tipologías de productos y con la zona geográfica en la que vende la empresa. En Cañada de Gómez predomina el mueble plano, que generalmente va destinado a grandes superficies. En un porcentaje grande este tipo de comercios están instalados en Buenos Aires. Y parte de esos muebles planos va destinado a mueblerías.
Otro porcentaje de los muebles planos que se fabrican en la ciudad tienen relación con la industria de la construcción: muebles de cocina y placares que generalmente van a obra privada o a alguna refacción de vivienda. Evidentemente, hay cuestiones que tienen que ver con la cadena comercial de la propia empresa. Es decir, cuán efectiva es y cuán aceitada tiene esa empresa su cadena comercial y los negocios con los que trabaja. Eso hoy vale mucho.
Aquellas empresas que tienen concentradas las ventas en Buenos Aires, que es una de las zonas más afectadas por la pandemia, ésas son las que tienen más resentidas sus ventas. Porque no termina de andar la rueda.
– Además de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, ¿qué otros mercados son de relevancia y los que permiten un mayor dinamismo de ventas?
– Generalmente, son los grandes conglomerados urbanos. Cañada de Gómez vende en todo el país. Por ejemplo, vende mucho en el sur del país y también vende bastante en el norte del país. Yo creo que quien tiene concentradas sus ventas en Buenos Aires la tiene bastante más difícil que aquel que tiene diversificada sus ventas en distintas regiones. Eso es lo que estamos viendo y sabemos en base a los contactos con los colegas.
Incluso en Buenos Aires nos dijeron que con la reapertura de locales (NdR: fue el jueves 14 de mayo para mueblerías barriales, con estrictos protocolos sanitarios y de distanciamiento social) hubo más movimiento que el que esperaban. Dentro de lo malo, hubo empresas que empezaron a tener consultas y algunas ventas. Eso es importante.
Y después hay otros que la tienen más difícil. Algunas fábricas están trabajando con jornada normal, otras fábricas están trabajando con una hora menos, otras trabajan un par de horas menos. Eso se está viendo. La cuestión se va dando semana a semana.
Después de las comunicaciones del Banco Central en cuanto a transferencia de divisas y al acceso al Mercado Único Libre de Cambios y en cuanto a si tenés dólares en una cuenta en el extranjero, eso generó ruido en el mercado de los importadores y hubo aumentos en casi todos los rubros.
– ¿Qué productos aumentaron y en qué porcentaje?
– Por ejemplo, los aumentos en herrajes -bisagras, correderas- fueron de entre un 10 por ciento y un 15 por ciento. En perfilería de aluminio también se están esperando nuevas listas de precios, que también van a tener aumentos de entre un 10 por ciento y un 15 por ciento.
Para muebles de cocina los mármoles importados aumentaron 30 por ciento y los mármoles nacionales aumentaron un 15 por ciento. Después, las placas aumentaron un 15 por ciento en el último mes, que influyen mucho en el costo del mueble plano. En todo ha habido aumento: vidrios, espejos.
– ¿Tuvieron problemas de abastecimiento de insumos en algún momento?
– Hasta ahora, no. Pero si va a haber ruido con el dólar y se empieza a establecer un promedio en el tipo de cambio entre el dólar oficial y el dólar blue… Argentina es un país especulativo en muchas cuestiones, lamentablemente. Y acá empiezan a jugar las especulaciones. Ésa es la realidad. Y se está viendo que se empieza a especular con un dólar intermedio entre el oficial y el blue o entre el oficial y el contado con liquidación.
Yo creo que los grandes jugadores y formadores de precios del mercado, que generalmente son grupos concentrados, están haciendo esa lectura. Y están trasladando al precio de la mercadería un tipo de cambio que no es el oficial. Y no es que las fábricas puedan trasladar a precio el incremento que hacen los proveedores. No lo pueden hacer porque se quedan sin ventas.
Entonces termina habiendo una pérdida de rentabilidad por parte del fabricante en un porcentaje y otro porcentaje quizás se termina trasladando a precio. Y lo termina pagando el consumidor final, que desde ya tiene el poder adquisitivo bastante afectado.
Asistencia del Estado y perspectivas
– Te consulto si tu empresa o colegas de la Cámara pudieron acceder a los beneficios que se establecieron en los últimos dos meses desde el Estado, sea nacional, provincial o municipal. Me refiero a los créditos blandos a tasas del 24 por ciento o al ATP para ayudar a pagar sueldos. ¿Cómo les fue?
– Los créditos bancarios a tasas del 24 por ciento anual empezaron muy tenuemente y después fueron saliendo. Tienen garantía del FoGaR (NdR: Fondo de Garantía Argentino, que administra el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación). Algunos lo fueron utilizando para el pago de sueldos en el primer mes, otros en el segundo mes. Después las fábricas se inscribieron por segunda vez en el ATP (NdR: Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción que administra ANSES) para recibir el aporte al salario.
La información que tengo es que todos los que se inscribieron y fueron beneficiados la primera vez (NdR: pago en mayo de la mitad del salario de abril) también iban a recibir al ayuda para el pago de los salarios de mayo. Eso se está recibiendo y estamos haciendo gestiones para tratar de que continúe, porque esa ayuda termina el 30 de junio.
Estuvimos reunidos con funcionarios del Ministerio para ver cuál iba a ser la estrategia de junio en adelante. Sabemos que esta situación no se puede sostener indefinidamente en el tiempo, lo tenemos claro. Tratamos de generar una certidumbre de cuál va a ser la salida. Pensamos que la salida tiene que ser escalonada y desde el Estado Nacional nos dicen lo mismo. Si va a ser escalonada hay que definir en cuánto tiempo, en qué porcentaje. Estamos pidiendo ese tipo definiciones porque el programa ATP se ha convertido en algo muy importante para sostener el nivel de empleo.
– Por lo que pudiste hablar con colegas y funcionarios, ¿cómo ves esta salida escalonada para los próximos 30 a 60 días?
– Nosotros creemos que en lo inmediato habría que sostener el aporte al salario por parte del Estado. Tratar de reforzar el consumo, que va a venir de la mano de la renovación del Ahora 12, que vence el 30 de junio. Me parece que la idea, tanto del sector público como del sector privado, es que el programa continúe. El programa incluye Ahora 12, Ahora 3, Ahora 6 y Ahora 18.
Todas estas herramientas tienen un costo financiero y la idea es que por un período el costo financiero sea a tasa cero para activar más el consumo. Eso para el corto plazo. Hay algunas líneas de créditos no bancarias que está delineando el Estado Nacional y que pedimos que se implementen. Estamos hablando de líneas de crédito a una tasa del 12 por ciento anual para reconversión tecnológica, capital de trabajo e inversión en general.
– ¿Qué entidad otorgaría esas líneas de crédito?
– El Ministerio de Desarrollo Productivo sería el ámbito en el que se dieran esos créditos. Las empresas tendrían que presentar proyectos y, en función de ellos, habría una selección. Hay muchas inversiones a realizar en ese sentido y ésta podría ser una línea de crédito que puede servir. De hecho, ya se está gestando.
También se mencionaron los créditos hipotecarios. Ya hay un plan de vivienda que fue anunciado. Contempla planes de viviendas del Estado Nacional que puede equiparse con muebles. Eso también lo estamos charlando.
Extensa nota completa en la próxima edición de D&F Muebles, versión PDF.
Fotos: Archivo D&F Muebles y gentileza La Capital de Rosario.