“Hay que empezar a buscar acuerdos para poder trabajar”, le dijo a D&F Muebles Pablo Cwik, propietario de la fábrica Gicovate. Una charla para comenzar a pensar en el mercado post pandemia.
– Vos escribiste una carta abierta (NdR: se publicó el 20 de abril) en la que planteás que la situación que se generó a raíz de la pandemia por el COVID-19 es muy difícil. Y que para salir adelante se va a necesitar de la ayuda de todos.
– Sí, es así. Yo tenía miedo que algún cliente se ofendiera o se pusiera mal por cómo escribí, pero la realidad es que la respuesta que tuve fue buena. No te voy a decir que vendí, pero empecé a llamar a algunos clientes y me dijeron: “Una o dos cosas de cada uno ayuda a todos”. ¿Cuál es nuestra ventaja frente a las fábricas grandes? Nosotros somos dueños y muchos de los muebleros son dueños directos del propio negocio. Y cuando se habla de dueño a dueño, siendo los dos chiquitos, el feedback es otro. Y creo que por ese lado tenemos que ir los que tenemos talleres, tapicería y 20 personas a cargo. Nos cuesta mucho el día a día.
– ¿Cómo están manejando las ventas on line (NdR: desde este jueves 14 de mayo se habilita la apertura de mueblerías en CABA)? ¿Pudieron aprovechar ese canal de comercialización?
– No, porque hay otros problemas. Por ejemplo, no se puede subir los muebles a los clientes a sus casas o departamentos. Los muebles llevan armado y nadie que mantiene la cuarentena dejaría entrar a un armador o colocador a su casa en este momento. Y lo mismo pasa con la entrega de un sillón. En cambio, en electrodomésticos es distinto. Para los que fabricamos sillones, sofá camas o muebles que hay que armar en las casas en muy difícil. La primera apertura hace tres semanas fue para los proveedores de camas y colchones, como las que se instalaron en Tecnópolis. Hay que esperar a que esto pase y dejen entregar en las casas o en las mueblerías.
Pago de sueldos
– ¿Cómo manejaste el pago de sueldos?
– Con la gente mayor de 60 que se quedó en su casa, me llamaron ellos y me dijeron que esto no es ni culpa mía ni culpa de ellos y que si les pagaba el 50 por ciento ellos se iban a arreglar. Y el resto me dijo: “Depositame lo que podés porque sabemos que no tenés plata. No te preocupes”. Igual, marzo deposité completo y abril les voy depositando. Pero después de abril yo ya no puedo seguir porque no tengo más dinero para depositar. Es muy difícil.
– ¿Tenés la posibilidad de ingresar a algunas de las líneas de crédito a baja tasa de interés?
– Sí, se puede ingresar al crédito a tasa del 24 por ciento. Pero, ¿vos ten metés en un crédito si no sabés si tenés trabajo para pagarlo?
– Claro.
– Porque si no tengo trabajo y no sé cuándo van a abrir las mueblerías, y hasta que esto empiece a caminar y se empiece a mover… Primero, vamos a tener todos a todos los proveedores con los cheques de vuelta. Hasta que no se los arreglemos, no nos van a mandar materia prima. Y una vez que nos envíen la materia prima, hasta que hagamos la producción se va a demorar un mes más. Y una vez que podamos vender vamos a tardar un mes en entregar. Y es muy injusto, porque el importador hoy se sigue manejando con el dólar oficial (NdR: Al cierre de esta edición rondaba los $ 69), mientras que yo ya estoy pagando un dólar de $120.
– ¿Por qué estás pagando un dólar de $120?
– Porque la gente para vender materia prima toma como referencia el dólar blue, no el oficial. Los precios aumentaron. El importado también aumentó, porque ellos se fijan en el valor de reposición. Es lo mismo que pasó a fines de 2015 con el gobierno de Cristina (Fernández de Kirchner), cuando el oficial estaba casi $10 y todos tomaban como referencia al dólar blue, que estaba a $16. Y subió (Mauricio) Macri y el dólar quedó a $16. Y esto es lo mismo. Brasil y Chile devaluaron casi un 20 por ciento, menos nosotros. Obviamente, si el dólar blue está a esos valores es porque hay una devaluación inminente o algo viene. Y mientras, gana siempre el importador. No nos cuidan. Por eso fue la carta. Estamos desprotegidos.
Salida post pandemia
– ¿Cómo ves una futura salida post pandemia con un mercado externo que va a estar complicado? La pandemia va a dejar una recesión mundial fuerte. ¿Cómo ves ese día después?
– Primero, exportar va a ser imposible porque la lógica es que cada país defienda su mercado interno. Ahora, si nosotros tomáramos conciencia y no nos olvidáramos de lo que pasó en el 2001, y tenemos memoria para ayudarnos entre nosotros, con los muebleros y los proveedores, vamos a salir adelante. Porque de a poquito se va a mover el mercado. Y así como hay proveedores que te dicen: “Te bajo la tela, quiero el efectivo contra culata de camión. Si no, no te la dejo”, tenés el otro proveedor, que también es importador, y te dice que le des un cheque a 60 días. Y te ayuda para que salgas. Obviamente, cuando esto termine yo le voy a comprar al que me está ayudando. Porque en esto o salimos todos juntos, o no sale nadie.
– ¿Qué les pedirías a las cámaras empresarias como ayuda para los fabricantes en este momento?
– Mirá, el gobierno se ocupó de abajo para arriba. Yo dije esto de verdad: si el gobierno no le hubiera dado plata a la gente de más bajos recursos, hoy estaríamos todos saqueados, eh. Supermercados, todos. No podríamos salir a la calle. Y creo que si desde la Unión Industrial y el resto de las cámara salen a proponer un compre nacional, creo que podemos llegar a salir adelante, mientras no esté siempre la viveza de comprarle siempre al importador porque es más barato. Si como sociedad crecemos y nos empezamos a preocupar por el otro, creo que salimos. No te digo no comprarle nada al importador, porque también tiene gente que trabaja, pero hoy le compran un 90 por ciento al importador y el 10 por ciento a nosotros.
– ¿Ésa es la proporción hoy?
– Sí, porque es más barato el importador. Es cierto, nuestra mano de obra es cara y conseguir los insumos que usamos nosotros es más caro. Estoy hablando de todos los muebles en general y de otros rubros también, como textil, calzado. Espero que todos tengamos una buena respuesta y nos juntemos proveedores, clientes y fabricantes para poder salir adelante todos juntos. Aunarnos para poder llegar a un buen fin. Y tampoco estar siempre pidiéndole al gobierno que nos dé la plata porque toda la vida nuestras empresas de 7, 10, 15 personas nos arreglamos buscando nichos de mercado, saliendo adelante solos, viajando los dueños. Creo que hay que volver a hacer eso. Estamos muy encerrados en ver qué nos va a dar el gobierno y creo que lo que hay que hacer es ver cómo podemos seguir vendiendo, cómo podemos hacer un acuerdo buscando lugar en alguna mueblería de alguien que sea dueño y nos dé un espacio. Y le llenemos con mercadería a consignación para que venda. Hay que empezar a buscar acuerdos para poder trabajar, pero con mercadería local.
Fotos: Gentileza Gicovate.
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