Realidad y perspectivas foresto-industriales de La Pampa

Fue ése el título de la ponencia que presentó el ingeniero forestal Juan Lell durante el “Encuentro Federal La Pampa”, que organizó la Cámara Argentina de Aserraderos de Maderas, Depósitos y Afines (CADAMDA) el 25 de junio en Santa Rosa, capital provincial. “El encuentro fue numeroso e interesante. Hubo consultas de gente interesada en forestar. La Pampa tiene buenos crecimientos”, le dijo a Desarrollo Forestal Lell, quien es jefe del Departamento de Producción de Plantas de La Pampa. A continuación, la charla completa.

Realidad

La provincia de La Pampa tiene una superficie total de 143.440 kilómetros cuadrados (14,3 millones de hectáreas). Desde el punto de vista forestal se la subdivide en 3 subregiones, a saber:

1- Oriental: se ubica al Este de la isohieta de 600 milímetros. Ocupa unas 3,5 millones de hectáreas. No presenta
masas boscosas naturales aunque tiene una aptitud destacada para la forestación (“en secano”).

2- Central: está comprendida por las isohietas de 400 a 600 milímetros, enmarcando el área de dispersión del caldenal de la provincia, ocupando una superficie similar a la anterior. Los bosques de caldén resultan dominantes en el paisaje.

3- Occidental: abarca el territorio provincial ubicado al Oeste de la isohieta de 400 milímetros, que totalizan unas 7 millones de hectáreas. Aquí se desarrolla la vegetación natural del monte y sólo es posible la producción maderable “con riego”. La especie dominante de esta formación es la jarilla (Larrea sp.), por lo que también se la conoce como “jarillal” o “del monte”.

De importancia destacada es la margen pampeana sobre el Río Colorado. En ella se desarrollan las llamadas áreas de regadío con emprendimientos como Colonia 25 de Mayo, Casa de Piedra, Bajo de los Baguales. El conjunto de proyectos conforman el llamado “Programa provincial de aprovechamiento del Río Colorado”.

Programa provincial de aprovechamiento del Río Colorado

El programa abarca 85.000 hectáreas distribuidas de la siguiente manera:

– Sistema de Aprovechamiento Agrícola El Sauzal (4.000 hectáreas asignadas);

– Sistema de Aprovechamiento Múltiple 25 de Mayo (46.000 hectáreas asignadas);

– Sistema de Aprovechamiento Agrícola Planicie Curacó (12.000 hectáreas asignadas);

– Sistema de Aprovechamiento Agrícola Valle de Prado y Valles Menores (3.000 hectáreas asignadas);

– Sistema de Aprovechamiento Agrícola Bajo de los Baguales (20.000 hectáreas asignadas).

En la sub-región Oriental es posible lograr forestaciones sin riego. Existen en toda su extensión áreas medanosas que frecuentemente resultan agro-marginales, por lo que quedan como privilegiadas áreas para la forestación. Se encuentran implantados aquí Eucaliptos viminalis, camaldulensis, Pinos brutia, elioti, taeda. En sitios húmedos, fértiles y profundos se plantan álamos. Al año 2008 se estima que se encontraban forestadas unas 856 hectáreas de eucaliptos y 633 hectáreas de coníferas.

La subregión Central se corresponde con la formación del bosque de caldén que actualmente está sujeto a la aplicación de la ley Nacional 26.331 (conocida como Ley Bonasso). Esta formación está representada en La Pampa por unas 2,9 millones de hectáreas de bosques según resultados del Inventario Forestal Nacional. Estos bosques están muy deteriorados cuantitativa y cualitativamente.

En estos bosques el principal representante arbóreo es el Prosopis caldenia. Suele encontrarse acompañado por el Algarrobo “dulce” (Prosopis flexuosa) generalmente muy valorado. Acompañan generalmente a ésta, entre otras, molles, chañares, sombra de toro. Además, se encuentran otras de escaso o nulo valor maderable. Los volúmenes de las existencias e incrementos leñosos del caldenal pampeano son muy variables y se desarrollan, lamentablemente , en general, sin “manejo”.

La sub-región Occidental, generalizando, puede decirse que no tiene especies arbóreas en forma natural. En general se considera que sin riego no resulta posible lograrlas.

En el área de contacto de esta subregión con la margen pampeana del Río Colorado se encuentran implantadas unas 2.500 hectáreas de salicáceas en macizos, trincheras, cortinas, etc., que abastecen una planta de debobinado, cuyas láminas se emplean para la fabricación de compensados y a varios aserraderos.

Perspectivas

Oportunidad para La Pampa
La provincia de La Pampa comenzó en 1964 a desarrollar un plan de experimentación de especies, adaptación, aplicación de prácticas silvícolas en su red de viveros ubicados en áreas ecológicamente distintas. De esa acción se han obtenido auspiciosos resultados.

Con salicáceas se ha desarrollado una tecnología que tanto en manejo como en rendimiento ha merecido el reconocimiento a nivel nacional e internacional.

Parcelas de ensayos con pinos ellioti, taeda, eucaliptos viminalis, fresnos, acacias entre otras, han demostrado una excelente adaptación. El Pino brutia ha evidenciado su plasticidad, resistencia a fríos y sequía; superando en crecimiento habitualmente a otras especies. Además, presenta una notable plasticidad a suelos. Su fuste es recto, cilíndrico, con ramas delgadas. Estudios realizados en maderas de Pinos brutia, dieron por resultado que sus características físico-mecánicas y estéticas se destacan dentro del género pinos. Además, su aptitud para el debobinado, sus condiciones para carpintería y su veteado son destacables.

En lo referente a los estímulos a la forestación se viene aplicando desde el año 1999 la Ley Nº 25.080. Esta norma crea el marco para que los interesados puedan obtener un aporte no reintegrable, transcurridos 12 a 18 meses después de lograda la plantación y cumplidos los condicionamientos establecidos.

Fortalezas para emprendimientos forestales

La provincia de La Pampa presenta ubicación privilegiada por:

– Encontrarse en el centro del territorio nacional,

– Disponer de buena red de comunicaciones,

– Experiencia real del comportamiento de principales especies maderables,

– Estímulos del gobierno provincial (actualmente, en revisión).

– Desarrollo de sistemas de forestación económicos y efectivos, probados y ajustados a las condiciones de sus particulares ambientes,

– La forestación facilita el desarrollo de sinergias con otras actividades relacionadas: el turismo, la ganadería, la recolección de frutos, etc.

– Es de esperar que se desarrollen los procesos de valorización de la fijación de carbón (MDL) y su aplicación se sume a los beneficios económicos correspondientes.

– Cuando se ha implantado vegetación arbórea su influencia torna al entorno más agradable y más productivo para la actividad agropecuaria. Incide además fuertemente en la disminución de los riesgos de erosión. Esta diversidad de bienes y servicios son propios del bosque.

– De ello resulta previsibilidad, bajos costos/hectáreas y más rentabilidad.

Tomando el conjunto de emprendimientos en desarrollo el área bajo riego en la margen pampeana del Río Colorado se observa un excelente potencial para el cultivo de especies de rápido crecimiento y su eventual industrialización con lo que implica la disponibilidad de riego, gas y electricidad conjuntamente con su ubicación en la parte norte de la Patagonia, región que integra la provincia de La Pampa.

Siempre bajo el enfoque de cuencas, por prioridad tras el área de regadío, se destaca la sub-región Noreste de La Pampa. En ella se presentan las mejores condiciones para el desarrollo foresto-industrial. Las áreas medanosas y los médanos se encuentran presentes en superficies importantes dispersas en los campos dedicados a la agricultura y/o ganadería. En general, estas áreas son reconocidas como de escasa productividad para esos fines. Además, su labilidad advierte del alto riesgo latente de reactivación del proceso erosivo.

Dispersos en superficies de decenas de hectáreas suman no menos de 100.000 hectáreas. Representan una posibilidad de puesta en producción mediante la forestación con excelentes posibilidades.

Por su enorme superficie de suelos medanosos y su aptitud para la forestación se encuentra el área conocida como Valle Argentino. Con una superficie forestable similar a la anterior resulta una cuenca foresto-industrial que se perfila como tal, aunque a un ritmo demasiado lento.

Existen otras posibilidades similares a las citadas. El total supera no menos de 400.000 hectáreas aptas para forestar que por vocación aguardan ser incorporadas al circuito productivo forestal. Omitiré hablar de ellas porque harían muy extensa esta exposición.

En fin: una gran tarea, trascendente y fecunda nos espera. Agradezco a CADAMDA haber tenido la oportunidad de explicitar a este Auditorio, aunque sea brevemente, las condiciones y potencialidades forestales en la provincia de La Pampa”.

Foto: Gentileza CADAMDA.

Más información en Desarrollo Forestal impreso de septiembre (Año XVIII, número 179).

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