Desarrollo Forestal se entrevistó en Concordia, en exclusiva con la Licenciada en Química Nidia Boggio, quien trabaja como gerenta General de GMF Argentina, que conduce Proyecto Santo Domingo (PSD) en Corrientes para Novartis. Fue durante las recientes 37º Jornadas Forestales de Entre Ríos. El esquema de manejo silvicultural implementado en PSD genera beneficios e impactos positivos lo económico, lo social y lo ambiental.
Nidia Boggio -licenciada en Química y gerenta General de GMF Argentina- fue oradora en las XXXVII Jornadas Forestales de Entre Ríos para presentar pormenores de Proyecto Santo Domingo, que la empresa GMF Argentina lleva adelante en Ituzaingó, Corrientes, para la empresa Novartis.
Santo Domingo cuenta con certificación ONU – Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kioto y certificación forestal sustentable.
El esquema de manejo silvicultural implementado en Santo Domingo, además de su impacto en la mitigación de cambio climático, genera una serie de beneficios e impactos positivos en las tres esferas del desarrollo sustentable: la económica, la social y la ambiental.
Tiene una mitigación potencial es de 750.000 toneladas de CO2 en 20 años (11 tn CO2 / ha / año).
La línea de base del proyecto fue una alta deforestación y avance de la frontera agrícola, pérdida de biodiversidad y empobrecimiento de las comunidades locales.
Proyecto Santo Domingo está emplazado en un predio que tiene una superficie total de 3.400 hectáreas, con 2.315 hectáreas implantadas. Hay un 38 por ciento forestado con especies nativas y 62 por ciento de especies exóticas.
Hay 3,5 millones de árboles, que se plantaron durante 3 años, de 2007 a 2009.
Entrevista
– ¿Proyectos de bonos de carbono son aplicables solamente a bosques nativos y a sistemas silvopastoriles? Por lo que vi en los paneles de presentación, en la mayoría de los casos son empresas que emiten gases contaminantes y quieren compensarlos.
– Lo que las empresas no pueden reducir (emisiones), lo compensan. Buscan proyectos de soluciones basadas en la naturaleza y allí trabajan en sus compensaciones.
– ¿Qué posibilidades tienen los proyectos forestales de bosques implantados de ingresar a este sistema?
– Hay tres tipos de proyectos en los que se puede invertir dentro de las soluciones basadas en la naturaleza. Los primeros son los proyectos de forestación, reforestación y regeneración (proyectos ARR). Son de plantación. Se arranca de campos que están para usos intensivos de agricultura o para uso ganadero, se hace un cambio de uso del suelo, y se busca la adicionalidad en la captura de carbono. Se hace a través de forestaciones que tienen que tener, por lo menos, un 30 por ciento de especies nativas y un 70 por ciento de exóticas.
– Un bosque mixto.
– Claro, pero tiene gestión. No puedo plantar a irme. Hay extracción planificada de madera, hay extracción de resina. El proyecto tiene ingresos por la gestión comercial de las variables de esa forestación. Lo que no se puede hacer (enfatiza) es una forestación para producción.
– ¿Qué superficie es la que está afectada al proyecto?
– Todo. Afecta a todo.
– Lo que asusta a muchos inversores es que haya como condición un proyecto a 40 años.
– Dentro de los 40 años hay ciclos. Por ejemplo, el pino se planta con ciclos de 12 años o 15 años. Entonces, se pueden hacer plantaciones con especies cien por ciento nativas, plantaciones mixtas o plantaciones con pino puro, y esas exóticas se manejan comercialmente haciendo podas, haciendo talas rasas o regeneración de renovales.
– Cuando hay proyectos de eucalipto, pino o bosque nativo, ¿adónde se puede vender la madera?
– A industriales que busquen madera certificada. Todos estos proyectos tienen certificaciones…
– (interrumpe) …es como si fuera una cadena de custodia.
– Es exactamente así. Hoy todavía el sector que produce mueble no tiene la cadena cerrada, atada a la certificación de esos bonos. Pero si yo tengo una forestación, que además está certificada FSC -o sea, con manejo sostenible de ese bosques-, saco esa madera de manera sustentable con planificación, y se la vendo a un aserradero o a un productos de muebles, el crédito de carbono que yo perdería por haber sacado ese árbol del bosque y haberlo talado, lo extiendo porque hago un producto maderable perdurable en el tiempo que certifica (captura de) carbono. Sigue secuestrando carbono.
– Aunque sea otra empresa.
– Aunque sea otra empresa.
– Por ejemplo, si yo vendo madera certificada con destino a producción de lápices que se terminan exportando a la Unión Europea, supongamos. ¿Esa operación cuenta dentro del proyecto de certificación de bonos de carbono?
– Sí, siempre y cuando cumpla con determinada condiciones. Las condiciones de la fo-res-ta-ción (pone énfasis en cada sílaba). Primero, no puede ser monocultivo. Tiene que ser proveniente de un bosque mixto. Y no puedo tener el mismo tratamiento que tendría con un producción orientada en un 100 por ciento a la producción de madera para lápices. Financieramente, cuanto más distinto sea a un proyecto forestal productivo, más chances tiene de certificar. O sea, si yo planto solamente eucalipto para plantarlo lo más rápidamente posible y destinarlo a fabricar lápices, ese proyecto no certifica bonos de carbono. Nunca lo van a aprobar.
– O sea, quizás el productor quizás debería integrar un sistema silvopastoril.
– En un proyecto silvopastoril hay que darle una vuelta a la línea de base. Se puede extraer una cierta cantidad de madera de eucalipto, dejo las plantaciones nativas a perpetuidad, el eucalipto lo transformo en lápices, certifico el carbono de esos lápices de madera sostenible.
– Y comercializo la carne.
– Y mientras tanto puedo hacer una cadena de custodia de carne carbono neutro, porque el metano de la vaca lo voy a tener compensado por las forestaciones; puedo tener pasturas, puedo tener regeneración de suelos al hacer un manejo sostenible de ese suelo, y haga rotación de la ganadería, y haga regeneración de esos suelos.
– ¿Y la extracción de resina no perjudica al proyecto?
– No lo perjudica para nada. El pino se puede resinar y la resina es un subproducto que apalanca el repago del proyecto y no afecta ni la calidad de la madera que se saque, ni el carbono. En este caso, afecta mucho menos.
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Fotos: Desarrollo Forestal (Enviado Especial a Concordia) y gentileza La Vanguardia.
