El Primer Congreso Silvopastoril, que se realizó en el Centro de Convenciones de Posadas del 14 al 16 de mayo, tuvo como objetivo difundir y transferir conocimientos científico-tecnológicos sobre el funcionamiento y manejo de los sistemas silvopastoriles en Argentina y la región. Dos enviados especiales de Desarrollo Forestal estuvieron en los campos de Eduardo de Coulon. No se pierda la Galería de Imágenes.
Para las visitas a los establecimientos Ea. “El Timbó”, “Rúben” y Eduardo de Coulon, la organización del congreso dispuso colectivos especialmente contratados. Para la Ea. “La Pera”, dadas las características del camino terrado a recorrer, fue necesario hacerlo en vehículos particulares. En 2007, Eduardo de Coulon obtuvo el premio a la excelencia agropecuaria como “mejor invernador” por la alta eficiencia del sistema silvopastoril que desarrolló en Jardín América, Misiones; además, produce yerba.
La visita al campo del Establecimiento Tabay de Coulon S.A. tuvo como objetivo mostrar y discutir la integración ganadera y forestal con manejos intensivos, orientada hacia la producción primaria de carne y madera de alta calidad. El campo visitado, que se encuentra en la localidad de Jardín América, Misiones, inició la actividad forestal en 1970 y después de la crisis económica de 2002 incorporó a la actividad ganadera para obtener un mejor aprovechamiento de las forestaciones como terreno de pastaje.
En el recorrido por ese establecimiento, Eduardo de Coulon describió lo que hizo desde que se recibió de ingeniero agrónomo y acentuó más que los resultados alcanzados fueron gracias a los técnicos del INTA y también de un asesor CREA, quien luego lo integró a un grupo de productores con los que ahora comparte sus dudas sobre nuevas decisiones.
La empresa de Coulon S.A. dispone de 670 hectáreas para desarrollar el cultivo de la yerba mate, la actividad forestal y ganadera. De manera que puso en práctica el uso de los sistemas silvopastoriles (SSP). Estos representan una modalidad de uso de la tierra donde coexisten interacciones ambientales, económicas y sociales entre los componentes arbóreos, forrajeros, ganaderos, suelos, ambiente y humanos, bajo un manejo sustentable.
En el establecimiento se inició con los sistemas silvopastoriles debido a que sus titulares registraron que era sustentable producir carne junto con madera, puesto que se aseguraba liquidez y así podía esperar las ganancias a largo plazo que le darían los árboles; y reduciría el riesgo de incendio al controlar la materia seca que crece bajo los bosques.
Otro aspecto que posibilitó los beneficios de la actividad fue la incorporación de pasto jesuita gigante, que se destaca por su tolerancia al llamado sombreamiento. Esa característica permite que en esa zona, bajo los árboles, se produzca más carne que a cielo abierto, debido a que el bosque protege a las pasturas de las heladas.
La empresa trabaja con INTA hace ocho años con ensayos en su campo. En este sentido, el titular del emprendimiento comentó durante el recorrido que antes de iniciar con los sistemas silvopastoriles lo normal era manejar muchas plantas, con ciclos más largos, ralear poco y podar con serrucho o machete. En contraposición, hoy se plantan 1.600 pinos por hectárea, y mientras se espera que los árboles tengan la altura suficiente para el ingreso de los novillos en el lote, se siembra a mano el pasto jesuita gigante. Con podas y raleos intensivos, a los diez años se dejan entre 100 a 150 de los mejores árboles, que son los de mayor diámetro y libres de nudos. Con este cambio en la economía de los productores se triplica o quintuplica el valor de la tierra.
El Congreso fue organizado por INTA-Centro Regional Misiones bajo el lema “Sistemas Silvopastoriles: Una oportunidad para el desarrollo sustentable”. Las actividades que se realizaron a lo largo de las tres jornadas estuvieron dirigidas a profesionales del sector forestal, técnicos agropecuarios, ingenieros, estudiantes y público en general.
Fotos: Desarrollo Forestal.