(Buenos Aires, 1 de Febrero de 2017) El proyecto Ecoaldea es el trabajo final de cinco alumnos de la Universidad de Morón, quienes tuvieron como consigna el “desarrollo urbano sustentable de un sitio degradado de la ciudad o pueblo con carencias socioambientales”. Ellos eligieron Campo Gallo, en Santiago del Estero, un paraje con necesidades básicas insatisfechas, y se comprometieron a lograr un aporte para mejorar, desde la arquitectura, la calidad de vida de una de las familias que residen allí. Para ello proyectaron un módulo multipropósito con una estructura resistente en madera, totalmente sustentable.
La cátedra de Borrachia, Barroso y Sallaberry de la materia Proyecto Final Integrador (PFI) de la Universidad de Morón encomendó a los alumnos detectar sitios degradados, con carencias socio ambientales en los que se deberían llevar a cabo propuestas de desarrollo urbano sustentables para el desarrollo de la tesis de arquitectura.
Entre distintas posibilidades, el equipo de alumnos conformado por Acevedo Sergio, Birckenstaedt Federico, Chait Erika, Pagliaro Stefania y Smokvina Federico se decidió por ayudar a la comunidad de Campo Gallo en Santiago del Estero.
“Surgió como posibilidad – relata Federico Smokvina – y luego de algunos contactos desde Buenos Aires, decidimos partir a conocer el sitio, la comunidad y sus problemáticas”. El pueblo presenta un sector urbanizado de 3 km2, y su extensión territorial abarca parajes disgregados en un radio de 250 km, ubicados entre caminos y picadas monte adentro. “La primer aproximación al sitio impactó en el grupo – continua Smokvina- y el compromiso fue inmediato, nos encontramos ante un contexto de necesidades básicas insatisfechas, falta de infraestructura, equipamientos, abandono y situaciones coyunturales muy fuertes por lo que nuestro primer interrogante fue cómo lograr un aporte para mejorar su calidad de vida desde la arquitectura.
Los estudiantes de arquitectura vieron más allá de su proyecto final y encontraron que la comunidad tenía otras insuficiencias más profundas: “denotamos la necesidad de establecer vínculos más sólidos entre los parajes, el pueblo y el resto de la comunidad y así surgió el concepto de ECOALDEA, un sistema que funciona tejiendo redes y relaciones entre familias y profesionales. Individuos como agentes de transformación en búsqueda de dar respuesta a cuestiones de producción, educativas y de salud; basado en la cooperatividad y la autogestión”, agrega Smokvina.
El desarrollo del master plan imponía proyectar un módulo multipropósito que pueda responder a los requerimientos de cada sitio, pudiendo ser aula, unidad asistencial o vivienda. El contacto directo con sus habitantes le permitió al equipo de alumnos comprender las costumbres de los residentes de Campo Gallo, su forma de habitar. A partir de allí, comenzaron a interpretar de qué manera configurar espacios que pudieran responder a su idiosincrasia.
Manos a la obra
“Elevar el solado de cota cero, doble cubierta ventilada, espacios de luz y sombra, aislaciones, la relación interior/exterior, ventilaciones cruzadas y muros aislados; fueron decisiones de proyecto básicas pero efectivas -afirma con seguridad Smokvina-. Se proyectó una estructura resistente en madera de pino elliotis, quebracho colorado y piezas recuperadas, material que la población domina, cuya cubierta colecta agua de lluvia y su espalda alberga paneles fotovoltaicos pudiendo plantear cerramientos con distintas alternativas acorde a la posibilidad de cada uno.
Las premisas han sido autogestión, autoconstrucción, capacitación y comunicación. Indudablemente este desarrollo lograría comenzar a germinar la idea de lograr el cambio desde y por la comunidad ejecutando un módulo. Es así que, producto de la gestión y los lazos cada vez más fuertes, detectamos una familia en situación muy vulnerable para poder desarrollar dicho módulo de vivienda. Embarcados en el proyecto y con el apoyo de familiares, amigos, fundaciones, voluntarios y empresas comenzamos a concretar el objetivo, la misión del plan con la construcción del módulo se viralizó bajo el nombre Todos por Campo Gallo, tomando este la identidad de una propuesta no menor, pese su escala”.
Ocho personas, alumnos y colaboradores, partieron desde Buenos Aires con los insumos, materiales y una meta: brindar a una familia una vivienda digna. El compromiso de todas las partes logró ir resolviendo cada inconveniente y eventualidad que se presentó. “Con el correr de los días y el trabajo codo a codo comenzamos a funcionar como un equipo, no ya de ocho, sino de decenas que ponían su cuota impulsados por un objetivo superador por ayudar –rememora Smokvina- . La experiencia verificó que el cambio de realidad es posible, ningún plan de desarrollo es ambicioso si todos estamos abiertos a brindarnos para y por el otro, cada uno desde su sitio y con su aporte”.
Cabe destacar que contaron con la colaboración de: Escobar Marcelo, Chiste Adrian, Giangrecco Joaquin, Lagatta Juan Gustavo, Solalinde Juan Gustavo, y la Fundación Ayuda que Llega.
Fuerte compromiso de la Universidad de Morón
La Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Urbanismo de la Universidad de Morón, viene ya desde hace unos años, enfocando los trabajos de sus alumnos hacia temas vinculados fuertemente con el compromiso social y ambiental, desde los cursos de inicio de carrera hasta los cursos superiores.
En este sentido la cátedra de Proyecto Final Integrador solicitó a los profesores tutores participantes, que se involucrasen en la búsqueda de sectores desprotegidos o marginados donde los alumnos puedan intervenir con sus proyectos. En este contexto, el arquitecto Alejandro Lowus (tutor del grupo) realizó el contacto con el Padre Joaquín Giangrecco, quien desde hace tiempo viene desarrollando proyectos de ayuda a los habitantes del monte de la ciudad de Campo Gallo.
El Arq. Lowus destaca que “todos los grupos de estudiantes que participaron del curso de PFI 2016 asumieron el compromiso, en distintas situaciones geográficas del país, con una primera cuota de asombro y preocupación por poder resolver el reto; que se fue transformando con el correr de los primeros días en una alta dosis de entusiasmo y compromiso por participar solidariamente desde la arquitectura con éste compromiso social y ambiental asumido”.
Ante la consulta de Todo Madera al tutor Lowus sobre si es común que los alumnos se involucren de esta manera en los proyectos de tesis, responde: “Es habitual que los estudiantes asuman proyectos con tal compromiso, con diferentes temáticas y situaciones , porque el marco de intervención propuesto por la Facultad así lo viene haciendo desde los primeros años de cursado; por lo tanto, las temáticas de intervención en situaciones que requieren una visión profesional y creativa que los renueve, que los impulse nuevamente a partir de sus propuestas innovadoras, es la manera como se desarrollan los proyectos en los talleres de los distintos cursos de la Facultad”.
En cuanto a los materiales utilizados, Lowus comenta que en la FADAU de la Universidad de Morón, “se realizan en el marco de las materias relacionadas con Construcciones y Estructuras, proyectos donde el énfasis se pone en el “Diseño Tecnológico” en lugar del ya conocido detalle; es decir, se involucra a los alumnos con los materiales de tal manera de poder comprender la estructura, las aptitudes y las capacidades de los materiales , para poder así generar un proceso de investigación que genere proyectos y detalle innovadores, tratando de sacarle el mayor provecho a cada material en estudio/ desarrollo. Esto obviamente, implica un trabajo profundo en el reconocimiento del material con el cual trabajamos en cada uno de nuestros proyectos. Considerando los conceptos de sustentabilidad que hacen al marco teórico dentro del cual la Facultad está muy fuertemente posicionada, el uso de la madera en el desarrollo de los proyectos de los talleres, es año a año, más ostensible”.