El diseño cumple un rol clave en la innovación y en la proyección de espacios de trabajo más productivos, como lo son los llamados espacios de trabajo colaborativos. Casos en el microcentro porteño y en el primer cordón del conurbano norte.
El papel del diseño en la proyección de espacios de trabajo más productivos se relaciona, sostiene un estudio, con la idea de que la tecnología es un gran aliado de la arquitectura para probar teorías y comprender cómo los profesionales realmente se conectan.
Los nuevos conceptos de espacios de trabajo, con ambientes modernos y funcionales que proporcionan innovación, creatividad y la conexión entre las personas.
Centennials como fuerza laboral
La llegada de nuevas generaciones a la fuerza laboral, cada vez más conectadas e impactadas por las nuevas tecnologías, ha hecho del entorno profesional un factor cada vez más importante para el bienestar en el trabajo.
En la búsqueda de la solución ideal, más que correcta o incorrecta, lo importante es comprender que la decisión más acertada tendrá mucho más que ver con las necesidades específicas de cada equipo o empresa que con una sola verdad que funcione para todos.
Un estudio realizado por Harvard Business Review (HBR) afirmó que nunca se podrá encontrar una mejor arquitectura física o digital para un espacio de trabajo.
El objetivo debe ser lograr que las personas adecuadas interactúen con la intensidad adecuada en el momento adecuado.
También muestra que la tecnología es un gran aliado de la arquitectura para probar teorías y comprender cómo los profesionales realmente se conectan: cuando tienen en su poder datos concretos necesarios para probar o refutar teorías, el diseño físico y virtual del lugar de trabajo puede (y debe) convertirse en un proceso continuo y más asertivo.
Un caso en Buenos Aires
WeWork, plataforma de espacios de trabajo colaborativo, es una de las compañías que ha tratado de utilizar esta lógica para mejorar y evolucionar en la proyección de sus edificios, siempre utilizando la experiencia del usuario como referencia principal.
Con su propio equipo de arquitectos y diseñadores, la compañía ya cuenta con más de tres edificios en Argentina, que siguen un patrón de diseño global y tienen en cuenta los aspectos culturales locales de cada una de las regiones.
«Respetamos una dirección de diseño global que se aplica a todos nuestros edificios, por lo que la experiencia de trabajar en WeWork es similar, ya sea un edificio en Tokio, Nueva York o Buenos Aires», afirmó Matias Lloveras, director Creativo de la compañía para América latina.
“Sin embargo -agregó-, siempre incorporamos factores locales en el diseño, porque las diferencias culturales entre países tienen un alto impacto en la experiencia final, comenzando con la idea principal del proyecto, incluida la elección de materiales, métodos de construcción e incluso el arte aplicado a los edificios: todo tiene un alto componente de la cultura local”.
Experiencia del usuario
Es por experiencia del usuario que se puede hablar de un cambio disruptivo en la forma en que la empresa diseña sus espacios.
Los profesionales de la arquitectura suelen adoptar un enfoque formal para el diseño: diseñan espacios, volúmenes, caminos. Es una discusión que, si bien tiene en cuenta al usuario, se centra en el producto.
Al diseñar una oficina, una casa o cualquier otro edificio, uno se imagina cómo se usará este espacio y, una vez que se entrega el trabajo, se puede obtener información sobre si ese uso se realizó realmente.
Sin embargo, no hay información sobre los cambios que ocurren durante la vida del edificio.
La discusión espacial y formal se mantiene, pero también se alimenta de información actualizada sobre la interacción real de los usuarios con los espacios.
Fuente y fotos: WeWork.