Todo Madera visitó a Marcelo Gherghi, gerente de Maderera Newton S.A., en las oficinas que la empresa tiene en la localidad bonaerense de Pacheco, frente a la planta industrial de Ford. “A mí me gustaría tener una reunión con arquitectos, que ven el uso de la madera como un impedimento. Porque a lo mejor algo está pasando que los madereros desconocemos y sería bueno que las dos puntas se junten. La madera requiere un cuidado especial y a veces quienes colocan el techo en obra no toman todos los recaudos necesarios”, dijo el entrevistado.
“Somos socios de CADAMADA y tratamos de darle empuje a la construcción de viviendas en madera. Pero hay un tema de mentalidad en Argentina, en el sentido que se cree que si una casa es de madera tiene que ser barata. Y hoy en día una casa de madera no es barata. Si yo tengo que hablar sinceramente, es más barata una casa de ladrillo hueco, cuadrada, con losas viguetas y telgopor. Una buena construcción en madera es muy superior a esa vivienda, y también es más cara”, dijo Marcelo Gherghi al comienzo de la charla.
– Hay constructores en la zona de Cariló y Pinamar que ofrecen viviendas en madera de alta gama. Uno de los puntos que ellos plantean es que son pocos los proveedores confiables y de calidad que ellos encuentran para que los abastezcan en tiempo y forma.
– Yo hasta ahora nunca había escuchado ese comentario, honestamente. A mí me parece que proveedores son los que sobran. Lo que sucede es que la vivienda de madera en Cariló, Mar de las Pampas o alguna otra zona balnearia, está relacionada a la madera con una casa de veraneo. Pero cuando hablamos de una vivienda permanente en un barrio cerrado, la gente es reacia a ese tipo de construcciones.
Por otro lado, las legislaciones que tiene cada barrio son diferentes según los municipios en los que estén ubicados. Por ejemplo, Tigre es diferente a Escobar. Son limítrofes, pero con normas diferentes. Después están los barrios privados, donde se maneja el 80 por ciento de las construcciones, y ahí todo depende del intendente y de sus reglamentos internos. Siempre la vivienda de madera es no muy bien vista, que es lo que pasa con la mentalidad argentina. Descendemos de italianos y españoles y tenemos todavía el concepto del ladrillo.
– Igualmente, se construye más en madera. ¿O no?
– Lamentablemente, no. Hoy hablábamos con mi hijo (ver recuadro) sobre qué es lo que tiene de madera una casa hoy: un deck o una pérgola. Y nada más.
– Uno de los reclamos que hacen los arquitectos es que la madera no tiene normalización. Ellos dicen no encontrar proveedores que vendan productos en madera de forma consistente, es decir, con continuidad en las calidades de entrega. ¿Ustedes ven eso como una falencia?
– No. A mí me gustaría tener una reunión con arquitectos, que ven eso como un impedimento. Porque a lo mejor algo está pasando que los madereros desconocemos y sería bueno que las dos puntas se junten.
– El arquitecto gusta de la madera, de la calidez que dan sus productos. Pero cuando tiene a su cliente y llega el momento donde tiene que elegir materiales para pisos, aberturas u otros productos, le dice al cliente que se encargue u opta por el aluminio, la cerámica o el hierro, en el caso de las vigas. Eso le garantiza despreocuparse de problemas de exceso de humedad en productos de madera, por ejemplo. No dicen que nos les gusta la madera. Al contrario.
– Si uno quiere tener estabilidad en la madera, tiene que terminar en productos de madera laminada. Pero cuando se pasan los valores de la madera laminada, el propietario empieza a pensar. O el arquitecto construye llave en mano y debe ajustar su presupuesto. Hoy por hoy yo noto que en el mercado se construye, pero la gente tiene cierta cantidad de dinero, y con ese dinero tiene que hacer cierta cantidad de metros. No hay con qué darle a eso. Porque el dibujo hasta lo hace un constructor, y después dejan los huecos para las ventanas.
Casi no hay diseño en ese tipo de casas. Yo hace 40 años que estoy en el rubro, y cuando empecé se construían casas de ladrillos a la vista, brutos techos de madera y pisos en viraró de una pulgada. Los portones se hacían en madera. Hoy ese tipo de construcciones fueron desapareciendo. Hoy la moda cambió, no hay más techo y cuando uno le quiere dar algún detalle de calidad, recurre a la madera. Hoy ni les hacen guardacoches a las viviendas: hay casas de 300 metros cuadrados y los autos estacionados a la intemperie.
El que hace guardacoche construye una pérgola con policarbonato arriba. Yo creo que la cultura de la madera, el uso de la madera, fue retrocediendo. Es un gremio más que tiene que entrar a la obra, a lo cual le escapan. En vez de contratar un techista deciden hacer losas con los mismos albañiles. Y la falta de dinero influye.
Foto: Gentileza Maderera Newton.