(Buenos Aires, 21 de noviembre de 2014). Un enviado especial de Todo Madera participó el 2 y 3 de octubre de las XXVIII Jornadas Forestales de Entre Ríos (JFER), que se desarrollaron en la Estación Agropecuaria Concordia del INTA. Registró allí las ponencias de los ingenieros Javier Mestres (foto) y Christian Lamiaux, quienes hablaron sobre experiencias constructivas en madera. Fragmentos de sus ponencias.
Las XXVIII Jornadas Forestales de Entre Ríos fueron organizadas por INTA Concordia y la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Nordeste de Entre Ríos (AIANER). Recibió alrededor de 300 asistentes de las provincias de Corrientes, Misiones, Buenos Aires, Santiago del Estero, Neuquén, Mendoza, Santa Fe, Chaco, Salta, Entre Ríos y de la República Oriental del Uruguay.
El ingeniero forestal Javier Mestres, quien trabaja como asesor independiente en la cuenca del Río Uruguay, disertó sobre “Impacto de la construcción de viviendas de madera en la cadena forestal”.
Todo Madera presenta un resumen de los principales pasajes de la ponencia de Mestres:
– “Creo que estamos en un punto de inflexión importantísimo en este tema. Al principio, cuando arrancamos con este tema éramos cuatro o cinco en el nordeste de Entre Ríos. Martín (Sánchez Acosta) arrancó solo en su momento en la zona. Y hoy cada curso que se da hay que repetirlo porque las inscripciones sobrepasan los cupos. Se ve que hay una gran expectativa en la sociedad con este tema;
– “Para calcular el impacto que puede tener la construcción de viviendas de madera hay que acceder a la construcción masiva de viviendas de madera, e intentando ingresar a las financiaciones del Estado, sean programas provinciales o nacionales;
– “De acuerdo al censo de 2001, porque no se computó en el de 2010, el déficit de vivienda en Entre Ríos era de 133.000 unidades. Si pudiéramos hacer el 1 por ciento, estaríamos hablando de 1.330 viviendas. Una casa de 62 metros cuadrados como la de Emaus que se construyó en Concordia ocupa aproximadamente 12 metros cúbicos de madera. Multiplicado por 1.330, se utilizarían casi 16.000 metros cúbicos de madera, que equivalen en 6,7 millones de pies cuadrados de madera. A razón de $7 el pie cuadrado de madera seca, estamos hablando de $47 millones que se manejarían en el sector para construir el 1 por ciento del déficit de viviendas que tiene la provincia de Entre Ríos. Este 1 por ciento puede significar mucho o nada. No sabemos si vamos a llegar a construir el 1 por ciento. Pero, sea lo que sea, si algún día se construyen viviendas de madera con estos planes, este material vendría a reemplazar al ladrillo, al cemento y al hierro que llegan de afuera de la provincia. Con lo cual este dinero pasaría a quedar en la provincia;
– “En Entre Ríos uno de los requisitos para acceder a los planes oficiales es poseer el famoso CAT o Certificado de Aptitud Técnica. El año pasado, como una sugerencia de IMFER (Industriales Madereros de Federación Entre Ríos) dentro de CeDeFI (Centro de Desarrollo Foresto Industrial de Entre Ríos) se comenzaron los trámites para obtener el CAT. Se usó la casa de Emaus como ejemplo; se realizaron las pruebas estructurales y de aislación en la UTN (Universidad Tecnológica Nacional) de Concepción del Uruguay y en octubre del año pasado nos otorgaron el CAT. Ese CAT nos permite, en cierta manera, acceder a la financiación de los planes del Estado para construir casas de madera con ese sistema constructivo;
Experiencias en Misiones
El ingeniero Christian Lamiaux disertó en las 28º Jornadas Forestales de Entre Ríos sobre “Participación de las cámaras madereras en el proceso de construcción de viviendas de madera en Misiones”. Lamiaux es miembro de APICOFOM (Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes) y es vicepresidente segundo de FAIMA.
Los principales pasajes de la disertación de Lamiaux fueron los siguientes:
– “Sin lugar a dudas, el problema es que no (enfatiza) se quiere considerar a la madera un material de la construcción como cualquier otro, como lo son el cemento, el aluminio, el yeso, etcétera. En el momento en que se logre ese clic vamos a tener e cambio que queremos lograr;
– “Entre las acciones impulsadas desde FAIMA existe el concepto de impulsar la incorporación de la madera como un material más y que esté dentro de los lineamientos que lanzaba la Subsecretaría de Vivienda a los organismos provinciales en el que incluía dentro del llamado la posibilidad de utilizar, nombrándolos, los materiales. Entre ellos, la madera, sin imponer porcentajes. Pero incluyéndolo dentro del proyecto. La verdad es que tuvimos una respuesta que no fue muy agradable. Hubo una reunión a fines de septiembre con la gente de Subsecretaría de Vivienda y se produjeron discusiones que no nos demuestran avances en el concepto de este organismo, distinto a lo que ocurre en Ministerio de Agricultura. Nos piden CAT, que no se le pide a una cantidad de otras construcciones, y en las construcciones en madera piden que hagamos la casa, que la rompamos toda y así demostremos cuánto aguanta. Es una cuestión que ya debería no existir. Tenemos las normas ISO para la madera y normas constructivas de muchos tipos. No vamos a inventar la pólvora, así como Entre Ríos incorporó la norma canadiense, que es muy conocida y funciona. Y la Subsecretaría de Vivienda dice que son los institutos provinciales los que eligen por qué método construir. Esto es pasarle la pelota a las provincias, como viene ocurriendo desde hace rato. Siempre yo aconsejé que la política más importante es convencer a los políticos de las provincias. Si uno no genera el convencimiento político en las provincias de que podemos hacer viviendas de madera, que las viviendas de madera van a tener un gran impacto a futuro, vamos a poder pelear mil años sin conseguir construir viviendas en madera;
– “Con el IPRODHA (Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional de Misiones) nosotros hicimos un convenio marco en 2003 por el cual este instituto les encargó a las asociaciones APICOFOM y AMAYADAP el desarrollo de un prototipo para cumplir con un plan de 330 viviendas. Ese proyecto se extendió hasta 2009. Un tema importante fue buscar quién hacía las viviendas. Yo en ese momento era gerente de la asociación y me costó bastante convencer a los industriales. ¿Por qué? Nuestras experiencias anteriores habían sido que una buena parte del fracaso era que nuestros asociados, que eran los constructores del material, llegaban a no hacer las viviendas de madera o descartaban el proyecto. Entonces tomamos la decisión de hacer empresas que fueran constructoras de viviendas de madera. Es decir, que partieran de hacer desde la platea hasta la vivienda en fábrica y la construcción en el lugar. Ésta fue la manera en que nosotros pudimos imponernos y trabajar como una asociación constructora más dentro del IPRODHA. Tampoco quisimos poner porcentajes, porque ponen un techo que parece lindo en algún momento pero que después puede ser difícil de mover;
– “La vivienda que construimos entonces es de 42 metros cuadrados, con dos dormitorios y un living-comedor cocina, más un baño. Y después hicimos 450 viviendas más para IPRODHA, que tomamos como un desafío. Tenía un problema: de tres tipos de paneles que tenía la anterior ésta pasó a tener 9 tipos de paneles. Porque parte de esta vivienda estaba hecha de material. Y funcionó muy bien. Son viviendas de 54 metros cuadrados, con dos dormitorios, estar-cocina, comedor y baño; superficie en galería de 14 metros cuadrados. El revestimiento exterior fue en machimbre de 1 pulgada impregnado a 6,4 kilogramos, con clavos galvanizados o cincados; revestimiento interior en machimbre de media pulgada, con aislación de lana de vidrio. Las viviendas tienen cabriadas en el techo. Se construyeron 300 viviendas en Posadas y otras 150 en el resto de la provincia;
Foto: Todo Madera.