Viviendas en troncos de pino con el sistema ballon frame

Todo Madera dialogó telefónicamente con el ingeniero Horacio Negrín, fundador de la empresa familiar Casa de Troncos (www.sucasadetroncos.4t.com) con arraigo en la ciudad costera de Necochea. La firma lleva construidas 100 casas desde 1993, con el sistema estadounidense ballon frame. Excepto en la cordillera, “no hay una cultura de construcción en madera, así que me costó horrores. Y todavía cuesta”, afirmó Negrín. “Las construcciones pueden ser solamente en madera o en combinación con mampostería. Pero en sí son casas de troncos con el sistema americano (ballon frame). El modelo está sacado de revistas, de planos y de filmaciones de casas americanas”, le dijo a Todo Madera desde Necochea Horacio Negrín. Galería de Imágenes.

– Para el que no sabe, ¿cómo describiría usted este sistema americano?

– Son casas con paredes de troncos macizos, con encastre y con aislación. El sistema lleva herrajes entre cada tronco que no se ven. Son especies de clavos de 30 centímetros de largo. Son bastante particulares, porque no se encuentran en el mercado clavos de ese tamaño. Entonces, el sistema de troncos lleva doble macho arriba y doble hembra abajo. Son troncos de casi 6 pulgadas por 8 pulgadas. Es decir, tiene unos 18,5 centímetros de alto y un espesor de 14,5 centímetros, todo cepillado. El interior queda terminado de forma plana, con doble visera, arriba y abajo. Y el exterior es redondeado. En la zona de la cordillera o donde se permiten hacer construcciones un poco más bajas por un tema de calefacción, con doce hileras de troncos se llega a la altura equivalente a la de una construcción tradicional de encadenado. Y en la zona nuestra de Necochea se utilizan 13 hileras de troncos. Es bastante rápido el armado. Para una casa de 140 o 150 metros cuadrados tenés armadas las paredes exteriores en 25 días. Después hay que ir haciendo los pasajes donde van a ir los cables, las cajitas de luz se van tallando en la madera. Es bastante artesanal. No es algo industrial que se arme en una semana.

– ¿Cómo se aseguran la provisión de clavos, que usted mencionó que es difícil conseguir, y la madera seca a un determinado porcentaje de humedad?

– Yo cuando empecé con Casa de Troncos, vi que no se conseguía en la zona el tronco en forma de “D” mayúscula. Como disponía de un dinero, fui a la fábrica de Picotto en Rosario (NdR: Metalúrgica Picotto), que hacen máquinas para la industria maderera. Entonces, compré una machimbradora molduradora grande que tiene la diferencia, modificada en fábrica, que trabaja hasta 15 centímetros de altura. No hay máquinas en Argentina que trabajen hasta 15 centímetros de altura. Porque, si no, no puedo cortar una viga de 6 pulgadas por 8 pulgadas. Las máquinas normalmente trabajan hasta 12 centímetros. Yo compré la máquina y busqué algún aserradero en Misiones o Corrientes donde colocarla. Actualmente tengo la máquina en Oberá dentro de un aserradero, que procesa madera para mí con mi máquina. Hacemos el tronco y después cepillamos la madera; también hago la tirantería y machimbre con mi máquina. Sacamos le tronco, que es lo particular, o hacemos una especie de revestimiento de 2 pulgadas por 8 pulgadas –que tampoco se consigue en el país- con la forma redondeada hacia el exterior. Eso lo usamos para el sistema de entramado cuando no hacemos las construcciones con el tronco macizo. Ese entramado es típico de las casas canadienses o americanas, y también se usa en las casas de la cordillera argentina. En este caso ya se usa aislación en el medio de la estructura, que normalmente es de 2 pulgadas por 4 pulgadas y también lo procesamos nosotros. Por fuera va ruberoid, la cantonera. Es otro tipo de pared. Y adentro se puede terminar con Durlock o con madera, depende de lo que el cliente quiera. En el caso del tronco, ya queda terminado, tanto del lado exterior como de adentro, que queda liso como un machimbrado de 11 pulgadas.

– ¿Las construcciones de tronco llevan algún tipo de aislación hacia el interior?

– No. En esos espesores uno tiene que tener cuidado es las uniones de los troncos. El doble macho queda en la parte de arriba y calza con la doble hembra que tiene en la parte inferior el tronco que apoya sobre él. Les ponemos en el medio burletes de goma espuma embebida con asfalto; al comprimirse ese burlete se evita el paso de aire y agua. Y los clavos de hierro van distribuidos a una distancia máxima de 70 u 80 centímetros entre sí, y se van clavando a medida que se van poniendo las vigas. Además, en las esquinas va un encastre y se deja el tronco pasante para que quede más bonito, y aparte le da resistencia a la estructura. Y en las uniones no longitudinales en una pared larga, se pone una espiga que se construye con un fenólico laminado o multilaminado de 3 milímetros, y esa espiga se incrusta en los troncos, que tienen un tallado previo. Eso sirve para que no entre agua. Y las resistencias en las esquinas se pueden hacer con clavos de 4 pulgadas para dejar bien fija la zona, y se le ponen los clavos de hierro al lado. Porque el tronco trabaja mucho cuando va secando y las cabezas tienden a desviarse. De esta forma no se abre.

– ¿Ustedes trabajan con troncos de pino?

– Sí. A mí me han llamado muchísimos ofreciéndome saligna o distintos tipos de eucaliptos para procesar en mi máquina. La máquina tiene motores de 13 caballos y de 7 caballos. Es lo mismo que se hace en Estados Unidos. Una vez pregunté en un aserradero y, para trabajar el eucalipto la misma máquina que tengo yo precisaba motores de muchísima más potencia. Y la máquina sola salía alrededor de US$ 300.000. Cuando yo entre máquina y fresas habré hecho una inversión de entre US$ 90.000 y US$ 100.000.

– Para montar su empresa usted tuvo que hacer una alianza con un proveedor clave como el aserradero, en este caso.

– Yo pasé por varias etapas. Hubo momentos en los que iba yo y compraba los troncos. Porque para poder sacar una viga de 6 pulgadas por 8 pulgadas se necesitan árboles de entre 25 y 30 años. Estos son los pinos más grandes porque tienen que tener, por lo menos, 45 centímetros de diámetro para poder sacar la viga tan grande. Entonces, primero los buscaba yo: iba, visitaba a dueños de montes. Pero era un lío. Uno no se puede dedicar a todo. Entonces dejé que los aserraderos me proveyeran la materia prima. Yo les pido el tronco de 6 pulgadas por 8 pulgadas y que me corten una cierta cantidad de metros lineales para construir una casa. Porque ellos cortan el tronco pero éste necesita un secado natural que lleva entre tres y cuatro meses, dependiendo la época del año. No se pueden secar en horno porque los costos son altísimos. Se deja secar el tronco hasta que tenga un 15 por ciento de humedad para poder trabajarlo con la máquina. Por otro lado, si se deja secar mucho tiempo los troncos se torsionan… El trabajo tiene sus bemoles. Salvo en los lugares donde hay alguna plaga que implique algún tratamiento para la madera –como en el caso de la costa atlántica donde está el bicho taladro y es necesario impregnar la madera con boro -, no hay problema. Después, se arma como cualquier casa. Y los interiores, para hacerlos más rápidamente, los hacemos con estructura de madera. Existen excepciones y en ese caso se utilizan generalmente placas de yeso.

– ¿Está trabajando hace mucho tiempo con el aserradero de Oberá?

– Sí. Primero estuve con la máquina en un aserradero de Virasoro, en Corrientes, pero con la crisis financiera de 1999-2000 esta gente vendió la estancia. Después me fui al aserradero de Oberá, donde hacen exclusivamente troncos, cuya venta ahora está bastante problemática. Yo no vendo madera, solamente pongo la máquina, para evitarme problemas. Yo vivo en Necochea. Hago casas en Sierra de la Ventana, en la Cordillera, en Córdoba. Entonces, voy a lugares que me gustan. No puedo tomar demasiado trabajo porque somos una empresa familiar, el proceso de producción es bastante artesanal y hay que llevar el control de cada cosa. Mucha gente me ha buscado para comprarme el tronco, pero no lo vendemos porque puede que armen mal la casa y le echarían la culpa al sistema. Lo hacemos nosotros. Por supuesto que el proyecto sí es a gusto del cliente. Es una casa que a lo sumo lleva seis meses de construcción…

– ¿Cuáles son los mercados donde generalmente trabaja y qué tipo de clientes son los que lo llaman?

– Internet te abre las puertas para todo. Hace dos años hicimos la página (NdR: www.sucasadetroncos.4t.com), y entonces había más ventas –ahora está todo un poco más parado-, venían cinco mails por día desde cualquier lugar del país. Lo que pasa es que nosotros, por tranquilidad, evitamos construir en el Gran Buenos Aires. No tenemos gente para trabajar ahí y no nos queremos meter en tanto lío. Ahora estamos trabajando en Sierra de la Ventana, en la zona de Mar del Plata y de Necochea, en San Martín de los Andes, en Bariloche y ahora vamos a ir a Córdoba para hacer un restaurante de 300 metros cuadrados. Y después haríamos en Córdoba un shopping que tiene como 2.000 metros cuadrados. Trabajamos con clientes que nos gusten y en zonas que nos gusten a nosotros, para ser sinceros.

Fotos: Gentileza Casa de Troncos.

Más información en Todo Madera impreso de mayo (Año IX, número 52).

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