La rehabilitación del mercado de Santa Caterina en Barcelona, España

La Confederación Española de Empresarios de la Madera (CONFEMADERA), lleva una acción continua en la difusión del uso de la madera en la construcción de edificios. El programa “Vivir con madera” es un ejemplo de esto. Este proyecto se encuadra en una acción conjunta de varios países de la Unión Europea.

Dentro de estas actividades "Construir con Madera", se realizó en la última Construmat (realizada del 14 al 19 de mayo de 2007) una jornada técnica en la Sala 8 del Palacio de Congresos del Recinto de Montjuic (Fira de Barcelona).

Los temas de la jornada fueron:
– La Madera en la construcción, el Código Técnico y el Marcado CE. Nos hemos referido a este nuevo código, que representa un verdadero cambio en la tradicional orientación de estas normativas, de carácter prescriptivo. El concepto FUNCIÓN-OBJETIVO, ha ubicado a la madera en el lugar que le corresponde;
– Análisis de un proyecto emblemático con madera. La rehabilitación del mercado de Santa Caterina;
– Consumo responsable de productos forestales;
– "Construir con madera", un proyecto que comienza.

Si bien todos los tema son de interés, nos ha parecido que sería interesante enterarnos del uso de la madera en un significativo proyecto de rehabilitación de un tradicional mercado, el de Santa Caterina.

“La rehabilitación del antiguo mercado de Santa Caterina, situado en la Ciutat Vella de Barcelona, es una intervención sobre el tejido urbano "mezclándose y confundiéndose" con el original: diseñando una nueva cubierta que recuerda a la primitiva y que introduce quizás elementos ‘gaudinianos’. (Las losetas coloreadas del Parque Güell y la cubierta de los talleres de la Sagrada Familia.)”
Esto nos indica la presentación del tema, y una imagen general del mercado realizada en un fotomontaje, nos da la idea del desafío de esta rehabilitación.

Vale recalcar el tema de los elementos “quizás” de Gaudí, en las losetas coloreadas.
Pero lo más interesante, para nosotros “adoradores de la madera” es que esta compleja cubierta está resuelta con madera laminada en su función estructural y el revestimiento es coloreado vivamente con imágenes que recuerdan frutas y verduras.

La estructura se resuelve con formas abovedadas de madera laminada que apoyan en grandes vigas de celosía construidas a base de tubos de acero y apoyadas en una serie de pórticos de hormigón.

En los laterales se han conservado las arcadas originales donde se conservan cerchas más clásicas.

“El mercado de Santa Caterina original era un edificio neoclásico con un gran patio central cubierto con una ligera estructura metálica, obra de Joan Torres. Su único nivel en planta, de 6 metros de altura máxima, dejaba por encima el espacio de una inmensa plaza de 9.000 metros cuadrados en un barrio densamente poblado”.

“La construcción de un estacionamiento soterrado había dejado el mercado y al barrio con un difícil acceso. La "reconstrucción" del actual Mercado de Santa Caterina trata de recuperar un mercado popular y también los restos arqueológicos del antiguo convento de Santa Caterina que hay debajo, el cual introdujo el estilo gótico en Barcelona”.

Los primeros bocetos del nuevo proyecto fueron realizados por el malogrado Enric Miralles y el proyecto completo ha sido desarrollado por el Estudio EMBT que continúa su obra con Benedetta Tagliabue a la cabeza.

El estudio de arquitectos, más allá de nuestro interés por la elección de la madera como el material básico para resolver la rehabilitación del Mercado, se planteó una serie de reflexiones sobre la actitud frente a estas acciones de rehabilitación de antiguas obras dentro de los contextos de la ciudad actual.

Algunos de estos juicios de valor son los que transcriben a continuación:
1- El primer equívoco es que se pueda hablar de nuevo y viejo. La forma construida tiene una compleja relación con el tiempo. Quizá experimentar en nuestra casa de Mercaderes algo parecido a habitar -otra vez- los mismos lugares. Como si habitar no fuera más que moverse en el tiempo a un lugar… Lo que ha conseguido llegar hasta hoy es actual, útil, contemporáneo. Y además te permite volver hacia atrás en el tiempo para seguir adelante.
2- Otro equívoco es el que defiende el derribo como la única posibilidad de “solucionar” las cosas. Al contrario. Usar y volver a usar. Es como pensar y repensar las cosas. Y la arquitectura no es más que un modo de pensar sobre realidad. Así pues las nuevas construcciones se sobreponen a las existentes. Se mezclan, se confunden para hacer aparecer ese lugar en sus mejores cualidades… Así parece lógico usar términos como conglomerado, híbrido, etc.
Términos que intentan superar la dicotomía del blanco y negro.
3- La superposición de los distintos momentos en el tiempo ofrece el espectáculo de las posibilidades. Abren un lugar al juego de las variaciones. Es difícil sacar conclusiones más allá de lo más elemental que define unas mínimas condiciones de vida.

Sin embargo, la fuerza de las variaciones constantes sobre un lugar nos coloca en la línea de trabajo. Repetir. Volver a hacer de nuevo. El proyecto no debe insistir en un momento concreto del tiempo, sino instalarse en él.

Proponemos un modelo donde no sea tan fácil distinguir entre rehabilitación y nueva construcción. Donde las plazas, el trazado continuo de ensanchamientos pasa por encima de la calle como único mecanismo urbano.
El éxito del proyecto de rehabilitación del Mercado de Santa Caterina en Barcelona, obra de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, ha sido evidente desde el día de su inauguración.

La intervención, que comenzó como rehabilitación del viejo mercado, se ha extendido hasta comprender la recalificación a escala urbana de todo el barrio, propuesta solicitada por los proyectistas y bien acogida por el cliente, el Ayuntamiento de Barcelona.

”El proyecto, que empezó en 1997 y ha sido completado en mayo de 2005, se muestra a la ciudad con un lenguaje ´calidoscópico e híbrido´, capaz de dialogar con la historia, la del barrio, pero también la de los sitios arqueológicos hallados durante los trabajos, y, al mismo tiempo, vehicular una atmósfera excéntrica, variopinta, informal”.

Protagonista de la obra es la cobertura (5.500 metros cuadrados) que envuelve el edificio saliéndose más allá del perímetro de toda la construcción (3.749 metros cuadrados): se trata de un manto ondulado donde la flexibilidad creativa de la madera laminada encolada, configura una función protagónica. No única.

Muchos colores que reproducen dibujos de frutas y de verduras. Un elemento de gran viveza y de reclamo para toda la ciudad.

La cobertura, realizada mediante el ensamblaje de 300.000 hexágonos de cerámica, está sustentada por una "selva" de pilares de acero que soportan el manto ondulado de madera, configurando el espacio interior.

Una composición fotográfica, donde se enfatizan en una armado de imágenes la función básica de los arcos de madera laminada encolada, que comparten con el acero y el hormigón en sus columnas de base, el armado de una nuevo espacio para un antiguo mercado.

Un plano donde los cortes indican los distintos perfiles, que van armando las vigas de madera laminada encolada.
En la planta el color de las losetas que cubren la estructura, con esa imagen “gaudiana”, decía una periodista, que dan el color de las “frutas y las verduras”, razón de ser del antiguo mercado.

Hace un tiempo, conversando con un profesional de la construcción dedicado al negocio inmobiliario de las viviendas de madera, utilizaba algunas de nuestras palabras casi como una crítica.
Siempre repetimos que la arquitectura en madera no quiere decir una planta rectangular con un techo a dos aguas y algunas lucernas.

Diríamos algo así como un folk trasnochado en el país.
“Pero…. Es lo que quiere la gente”, nos decía.
Es posible.

Pero es refrescante poder seguir hablando de arquitectura en madera, y este antiguo – nuevo mercado en Barcelona es un ejemplo.

Fuente: maderadisegno, Revista Digital de Arquitectura en Madera (www.maderadisegno.com.ar).

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