D&F Muebles dialogó telefónicamente con Pablo Bercovich, coordinador del Instituto del Mueble Argentino (IMA) que acaba de relanzar Proyecto Deseo para conocer detalles de la edición 2024. “Es un proyecto de posicionamiento a nivel simbólico porque hay que posicionar al mueble, tanto a nivel nacional como internacional, con los atributos diferenciales que tenemos que construir y algunos otros, apuntalar”, señaló en entrevista exclusiva.
– ¿Cuáles son las principales características de esta nueva edición de Proyecto Deseo?
– Proyecto Deseo es una iniciativa que busca un impacto concreto en lo cuantitativo, pero también busca generar un impacto simbólico de posicionamiento del sector entero. Se persiguen impactos materiales en cada una de las unidades productivas que se presenten en Proyecto Deseo, pero, sobre todo, tiene el objetivo de un posicionamiento sectorial.
Es una estrategia de posicionamiento sectorial y por eso es importante que se piense desde toda la cadena de valor foresto industrial. Y, además, es un proyecto de posicionamiento a nivel simbólico porque hay que posicionar al mueble, tanto a nivel nacional como internacional, con los atributos diferenciales que tenemos que construir y algunos otros, apuntalar. No se trata solamente de aumentar ventas.
– ¿El Proyecto está pensado para una cierta cantidad de empresas o pueden incluirse tantas como se postulen?
– La inscripción está abierta hasta el 30 de abril. Nosotros vamos a hacer una selección y se va a determinar con cuántas empresas será conveniente trabajar. Dependerá también de la calidad de los proyectos y de las empresas que se presenten. Queremos que el resultado sea heterogéneo en varias cuestiones. Primero, que sea un proyecto federal. También me gustaría que fuera heterogéneo al nivel de escalas de las firmas, que haya tanto fábricas consolidadas con marca propia y también emprendimientos un poco más chicos.
– A priori, ¿cuántas empresas creés que tendrían la capacidad y la posibilidad de participar? ¿A qué cantidad de empresas apuntan?
– En Argentina hay unas 2.000 empresas del sector del mueble. Yo creo que muchísimas podrían presentarse a Proyecto Deseo. Lo ideal sería trabajar con entre 10 y 20 empresas en el período que va de mayo a noviembre. Lo iremos viendo. Depende muchísimo de la calidad y de los proyectos que puedan llegar a encarar las empresas que se presenten.
– No me queda claro si hay una convocatoria explícita a diseñadores o cada empresa aporta sus profesionales.
– Las empresas pueden proponer su intención de trabajar con algún diseñador o estudio de diseño, pero si se presentan muchas empresas de un territorio vamos a tener que contactar a dos o tres diseñadores para ofrecerles a esas empresas que quizás no tengan su estudio de diseño. Nosotros vamos a hacer la curaduría de los estudios de diseño que participen. Queremos que sean profesionales idóneos, con experiencias. Los proyectos resultantes de Proyecto Deseo tienen que ser de extrema calidad. Pero también busca ser disruptivo y tener una pata innovadora. Entonces, quizás, el estudio con el que viene trabajando una empresa consolidada tal vez no es el indicado y por ahí se les recomienda innovar únicamente por este proyecto y ver qué pasa. Aunque igualmente tenga que pagarle los honorarios de su bolsillo, hay diferencias entre que un fabricante contrate a un estudio de diseño por su cuenta y que lo haga a través de Proyecto Deseo. Es todo el seguimiento metodológico, los informes, mi presencia en el puente entre empresa y diseñador, las mentorías en diseño, innovación, desarrollo exportador, comercialización. Estas mentorías convierten a Proyecto Deseo en laboratorio de proyectos y no únicamente en un vínculo entre privados.
– Es decir, el aporte de los honorarios de los diseñadores va a correr por cuenta de las empresas. ¿Y qué implican las mentorías? ¿Qué quiere decir exactamente?
– Los honorarios del profesional es lo único que va a pagar la empresa. Después está todo el seguimiento metodológico, mi presencia en cada uno de los proyectos, porque yo me voy a sentar todas las semanas con los diseñadores, con las empresas. Y las mentorías no solamente van a estar a mi cargo, sino que también vamos a ir consiguiendo profesionales expertos en diferentes temáticas que van a capacitar a todos los estudios de diseño. Se va a hablar de posicionamiento comercial a nivel nacional e internacional, de biomateriales y de materiales compuestos, de vanguardias y tendencias en el mundo. Se van a abarcar diferentes temáticas para que el diseñador no esté solo.
Además, los diseñadores van a tener que entregar al IMA informes periódicos. Las fábricas a veces piensan que necesitan algo y se lo piden al diseñador como algo cerrado y el estudio de diseño se termina convirtiendo en un operador de lo que el fabricante ya pensó. Y muchas veces lo que hay que hacer -y por eso el pedido de informes- es plantearse cuál es el diagnóstico que llevó a tomar tal o cual decisión. Vamos a trabajar en esa manera integral de entender al diseño.
– De alguna manera, es una profesionalización.
– Totalmente, es una profesionalización. No solamente del diseño, sino del vínculo entre el diseñador y la empresa. Y otro de los ítems es que no se trata solamente de diseñar un nuevo proyecto, sino que va a ser el resultado de Proyecto Deseo. Proyecto Deseo después va a tener visibilidad en medios de prensa, va participar de eventos, de rondas de negocios, se va a comunicar con Cancillería, con la Agencia de Inversiones, con el Estado y con el sector privado. Y dentro de él van a estar todos los proyectos que participen. Eso va a ser los más importante. Cada proyecto va a tener un marca paraguas, que es Proyecto Deseo. Y eso va a alimentar otra marca paraguas, que es el mueble argentino. Todos esos proyectos van a colaborar para la concreción de Proyecto Deseo como posicionamiento del mueble.
Actualidad de la industria
– Te llevo un poco a la realidad de la industria. Más allá de la coyuntura de las ventas, de la macroeconomía, ¿dónde está parada en este momento la industria del mueble? Por otro lado, si hay muchas empresas que responden a la convocatoria de Proyecto Deseo dispuestas a dar un paso al frente.
– Yo creo que FAIMA está tomando una excelente decisión al apostar por el diferencial, por el intangible. Es un momento en el que, más allá de la caída de las ventas, de la caída de la actividad, sí está bueno que el empresario no piense a seis meses, a dos años, sino que esté pensando a 10 años. Y me parece que esta propuesta tiene que ver con eso, con pensar estratégicamente un sector. Dónde queremos que esté el mueble argentino en los próximos años.
En la presentación de Proyecto Deseo nombré el caso de Wines of Argentina (Vinos de Argentina). Es uno de los sectores que se pensó como sector en términos asociativos y eso hizo que las unidades productivas dentro de ese sector crezcan muchísimo. Hablaba de eso para marcar la importancia de lo asociativo, de trabajar con empresas líderes que les abran caminos a otras empresas y que se abran camino entre sí. La importancia de la colaboración para tener una marca paraguas.
– ¿Este proyecto cómo encuentra en este momento a las empresas del sector del mueble para pensar a 10 años e intentar dar el salto?
– Las empresas hoy están capitalizadas, no solamente en el sector mueblero, sino también en general. La PyME hoy está capitalizada, viene de años de crecimiento industrial. No lo digo yo, lo dicen los datos. Crecimiento del empleo industrial, crecimiento de la capacidad instalada. Son datos concretos que estaban al alza. Uno entra a una PyME y ve datos de productividad bastante altos, máquinas nuevas, empleados nuevos. Por supuesto, lo coyuntural no está siendo positivo y no parece que vaya a ser positivo en el corto plazo.
Pero hay empresas capitalizadas que pueden pensar en un mediano y largo plazo. Deberían hacerlo. Y, además, esas empresas tienen que saber que tienen que invertir estratégicamente e inteligentemente. El diseño implica muuuy (alarga la “u”) baja, muuuy baja inversión y termina teniendo impactos muy altos a la hora del consumo. Si uno compara la inversión que una empresa hace a nivel diseño con maquinaria, mano de obra y demás es mínimo lo que invierte una PyME a nivel diseño. Y a la hora de la compra un potencial cliente se fija muchísimo y en la elección lo que pesa el diseño es enorme. Así que muchas empresas -otras, no- están pensando en el mediano y largo plazo.
– Imagino que desde febrero has tenido mucho contacto con los fabricantes de muebles.
– Sí.
– ¿Cuáles son sus preocupaciones? Porque este momento malo desde lo macroeconómico los hace quizás abrir los ojos y ver que está oportunidad de Proyecto Deseo es más acuciante que, si las ventas anduvieran bien, tal vez pensarían que nos es importante encarar un desafío respecto del diseño. ¿O me equivoco?
– Yo estuve 10 años en el Estado, en diferentes lugares. Sí es cierto que mi único cargo político fue de 2019 a 2023 (NdR: fue subsecretario PyME). Renuncié el 2 de enero de 2024. En esos 10 años pasaron muchas cosas, con momentos buenos y malos. En los buenos momentos muchos empresarios me decían: “Para qué quiero invertir si a mí ya me va bien”. Y en los malos momentos me decían: “Para qué voy a invertir si me está yendo pésimo”. Nunca era el momento adecuado para hacer inversiones en innovación, en generación de conocimiento y demás.
Ahora yo estoy viendo una oportunidad. Ya la estaba viendo en 2021, 2022 y 2023, que fueron años en los que el empresario invirtió bastante. Compró máquinas, se tecnificó. Y ahora sigue ese impulso. Yo estoy viendo que en este contexto de baja sustancial de consumo, a pesar de eso, las empresas por primera vez apuestan al diferencial. ¿Hay baja del consumo? Voy a tener que apuntar a algún nicho de extrema calidad para personas que puedan pagarlo y también a un nicho que me permita abaratar mis procesos, fijándome cómo hacer más eficientes mis materiales. No ir a un producto malo, pero sí tratar de generar productos con menos costos para llegar a toda la población. O cómo voy a hacer productos que sean más competitivos para mercados extranjeros, siempre teniendo en cuenta que hay que diferenciar productividad de competitividad. Esto es muy importante marcarlo.
Proyecto Deseo es una gran oportunidad para mostrar que el empresario del mueble está invirtiendo su dinero para innovar, para generar más productividad. Que tiene altos niveles de productividad. Vos entrás a muchas fábricas del mueble y tienen las misma máquinas que en otros países del mundo; tienen empleados con la misma calificación, tienen los procesos productivos igual de tecnificados. Y después entra a jugar la competitividad, que muchas veces tiene que ver con factores que son externos a la unidad productiva.
Y está bueno también que Proyecto Deseo sea también una muestra de los niveles de productividad (enfatiza) que tiene una fábrica, que tiene el sector. Y que, en todo caso, también sea una demostración de todo lo que hay que cambiar en cuanto a competitividad.
– ¿Tienen contacto con funcionarios a cargo del sector PyMEs? ¿Ellos pueden colaborar con Proyecto Deseo o no tienen contacto con nadie?
– No, por ahora no hay mucho contacto. Espero que lo haya en breve. Sí queremos que todo el sector privado, toda la cadena de valor, y todo el sector público sean parte de Proyecto Deseo. Queremos que la Cancillería, la Agencia Argentina de Inversiones y de Comercio Internacional, las secretaría de Industria y PyME sean parte de Proyecto Deseo. Porque esto tiene que ser un proyecto que posicione al sector y haga crecer la comercialización, la productividad y la competitividad del sector en el país y en el mundo. Queremos que se generen más puestos de trabajo, más exportaciones.
– ¿Cuál es tu evaluación de la producción local en términos de posibilidades de exportar más? ¿Hay posibilidades reales de volver a darle un impulso exportador, siendo que el mercado interno está poco demandante?
– Yo quiero salir siempre de la falsa dicotomía entre mercado interno y mercado externo. La mayoría de las empresas del mundo que exportan, y lo hacen bien, es porque venden bien en su mercado interno. La mayoría de las veces se da algo conjunto y en los niveles de exportación de las PyMEs entra a jugar la competitividad, que muchas veces responde a barreras que tienen que ver con cuestiones impositivas, con cuestiones vinculadas a lo financiero, laboral. Hay un montón de factores que son externos a la fábrica. Proyecto Deseo también está para esto, para demostrar los niveles de productividad altos y todas las variables que son responsabilidad del empresario. En este caso está invirtiendo para generar más innovación y más competitividad.
– Mi pregunta apuntaba a que, si no se ven perspectivas de crecimiento en el mercado interno, quizás la apuesta para poder crecer sería por el lado de las exportaciones, si estuviera esa posibilidad.
– Totalmente. Que haya posibilidades no es solamente responsabilidad del empresario, sino que también hay que modificar algunas cuestiones vinculadas a factores externos a ellos. Por eso también se busca incorporar al sector público. Hay cuestiones que tiene que solucionar el sector privado en articulación con el sector público.
Leer: Se presentó Proyecto Deseo, con inscripciones hasta el 30 de abril
Fotos: Red social X y archivo D&F Muebles.