Marca de muebles chilena destaca por sus diseños originales y calidad en madera nativa

Muebles chilenos en madera nativa
Trabajan principalmente con lingue, canelo, radal y laurel.

Muebles chilenos en madera nativa: El emprendimiento chileno OCTA, liderado por Matías Page y Gonzalo Reyes, se dedica al diseño y fabricación de mesas, asientos, veladores y accesorios con maderas nativas, principalmente de lenga. Busca que sus muebles puedan ser traspasados de una generación a otra “para honrar el lento crecimiento de los árboles y la conservación de los bosques naturales”. Fuente: Madera 21.

Actualmente el equipo de OCTA lo componen diez personas, aunque fue formado por los diseñadores industriales Matías Page Depolo y Gonzalo Reyes Gil.

Fabrican gran variedad de asientos (sillas de niño, butacas, sillas de comedor y taburetes); mesas (escritorios, mesas de centro, mesas de comedor), veladores y accesorios (contenedores, tablas de cocina, pedestales de baño y atriles), son parte del actual catálogo de la marca. 

OCTA es un prefijo que proviene del número ocho. “Para nosotros es como una imagen del árbol visto desde arriba (que luego deviene en el círculo de nuestro isotipo) y representa las ocho partes constitutivas del árbol: raíces, médula, duramen, albura, cambium, floema, corteza y hojas”, explica Page.

Page considera que el hecho de ser diseñadores y mueblistas ha mantenido viva a la marca. “Siempre buscamos alcanzar ese sutil equilibrio entre funcionalidad, calidad y estética que tanto necesitamos al interior de nuestros espacios de vida”, explica.

Reyes coincide en ese punto y afirma que ponen especial énfasis “en los detalles, en las uniones y ensambles de las piezas que estructuran nuestros muebles. Esto es la base de una larga vida para el producto, lo cual constituye uno de nuestros postulados más importantes”. 

Muebles chilenos en madera nativa
OCTA fue formado por los diseñadores industriales Matías Page Depolo y Gonzalo Reyes Gil.

Inicios y desarrollo del proyecto

Todo comenzó en 2004 cuando Matías Page Depolo y Gonzalo Reyes Gil, ambos diseñadores industriales titulados de la Universidad Diego Portales, se adjudicaron una licitación para diseñar y fabricar los muebles de la oficina de atención al público.

Al mandante, afirma Reyes, le gustó mucho el trabajo y les pidió que continuaran con las otras sucursales del país.

Posteriormente ganaron otra licitación con una red de centros médicos, también a nivel nacional, lo que les permitió en 2006 arrendar su primer taller de fabricación junto a otros cuatro mueblistas en la comuna de Renca (Región Metropolitana).

Los proyectos aumentaron, por ende, tuvieron que agrandarse: en 2009 construyeron su taller propio en el sector Parque Industrial Lo Boza en Pudahuel.

“Esto fue determinante porque con mayor espacio disponible pudimos incorporar más mueblistas a nuestro equipo para responder a las nuevas solicitudes de nuestros clientes”, recuerda Page. Entre 2010 y 2015 se consolidaron como fábrica, donde el trabajo respondía a proyectos mobiliarios del área de la salud, educación y comercial.

“Todo nuestro desarrollo lo hemos financiado con recursos propios, sin ayuda del Estado”, agrega Page.

No obstante, ahora quieren postular a algún programa gubernamental, de ProChile o Corfo, para poder exportar su marca a mercados internacionales. “Vemos que son áreas que trabajan muy bien. Esperamos que pueda resultar”, señalan ambos.

Madera y sellado

“Trabajamos con maderas nativas del sur de Chile por la profundidad e importancia ecológica del bosque chileno y porque sus maderas tienen excelentes cualidades de estabilidad, resistencia mecánica y hermosas vetas y tonos”, explica Page.

Muebles chilenos en madera nativa
La fabricación es hecha a mano por maestros mueblistas y por máquinas profesionales.

Algunas maderas las obtienen directamente de la zona de La Araucanía “a través de un experto que ubica lotes pequeños de maderas nativas de bosques particulares con plan de manejo sustentable”. 

Principalmente logran conseguir lingue, canelo, radal, laurel: “Maderas poco comunes hoy en día en mueblería, pero muy finas y de grandes cualidades técnicas”.

La madera que más utilizan, dice Reyes, es la lenga “por su belleza y cualidades”. “Es una madera certificada que proviene de bosques de Tierra del Fuego y que está disponible en diferentes espesores y con un óptimo nivel de secado para la fabricación de muebles y objetos”, agrega. 

Para sellar los muebles y objetos de madera aplican un producto natural, mezcla de aceites y cera.

“En este acabado es fundamental el proceso de lijado por etapas que realizamos con distintos tipos de lija y la aplicación intercalada del sellador. De esta forma, obtenemos un acabado mate que mantiene las cualidades de la madera otorgándole gran protección frente a líquidos u otras sustancias que puedan caer sobre las superficies”, enfatiza Page.

Este sellado, dice Reyes, permite “un envejecimiento natural del mueble conservando su belleza y propiedades”. 

Proceso de fabricación

El proceso de fabricación es hecho a mano por maestros mueblistas altamente calificados, pero también se utilizan máquinas profesionales.

Para el primer paso, de preparación de la madera, ocupan cepilladora, canteadora y sierra escuadradora.

El corte de las piezas, el cual debe ser preciso, se logra con sierra de huincha, torno, tupí y router neumática de pedestal.

Finalmente, para el proceso de terminación de los productos se utiliza lijadora de banda de gran formato, lijadoras de pedestal con plano vertical y horizontal, pistolas y compresor, y otras herramientas manuales.

Además, cuentan con otra máquina que tuvieron que desarrollar ellos mismos: un torno frontal que permite tornear piezas de mayor diámetro que en un torno horizontal convencional. 

No tiran ningún palo de madera a la basura: todo lo que entra, afirman, es utilizado para distintos elementos y usos.

Los despuntes van destinados a fabricación de accesorios como utensilios de cocina, contenedores, tiradores, soportes para muros de baños, etc.

El descarte final de los despuntes, por ejemplo, el sobrante de una espátula de madera, lo juntan en sacos para biomasa de calefacción.

La viruta es utilizada para fabricación de pellets, también para calefacción, separada en viruta gruesa y fina dependiendo de la máquina de salida. 

Muebles chilenos en madera nativa
En OCTA fabrican pequeñas series de productos.

Fabrican pequeñas series de algunos productos los cuales van reponiendo a medida que se van vendiendo y otros son a pedido.

“Para nosotros es muy importante vender directamente a las personas. Los clientes deben conocer el trasfondo del producto: de qué madera está hecho, de dónde proviene esa madera, medidas, etc. Por eso habilitamos un showroom en nuestra fábrica en Pudahuel y otro en nuestra Casa Estudio en Limache. Además, vendemos directamente por nuestra página web y por Instagram”, explica Page.

En Chile, son cada vez más los emprendimientos que están incursionando en una mueblería en madera de diseño y fabricación de alta gama.

También han aumentado los consumidores que ven en este material durabilidad, belleza y calidad. “La madera es un material renovable, limpio y saludable para las personas, no genera residuos y sus descartes son utilizados de diversas formas. Los emprendimientos que sigan este espíritu de la madera serán un real aporte para recomponer el equilibrio del planeta. Más madera y menos plástico, más manufactura local y menos importaciones de productos sin origen y trasfondo”, concluye Matías Page, socio y fundador de OCTA.

Fotos: cortesía de OCTA.

Fuente: Madera 21 (escrito por Diego Zúñiga).

Leer: DIMU, especialización en Diseño de Muebles, comienza en agosto nueva edición

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