Galicia es la región de España que produce más del 50 por ciento de la madera aserrada en ese país y el castaño es una madera nativa de esa región que se buscó revalorizar. Silla Muros es un trabajo donde se ensamblan nueve piezas de madera hasta configurar el producto. Fuente y fotos: Revista AITIM Nº 294.
La silla Muros es un objeto que nació de un proyecto de rehabilitación de una vivienda frente al mar. Intervino el diseñador como arquitecto en la villa marinera que da nombre a este mueble y donde la mayoría de los elementos se realizan con madera de castaño: estructura, entablados, carpinterías, revestimientos, etc.
De esta cercanía tan estrecha con este material y de tanto significado histórico en Galicia, España, emergió el deseo de seguir trabajándolo y explorar todos sus límites.
El fruto del castaño ha servido de sustento nutritivo durante mucho tiempo y su madera fue extensamente utilizada en construcciones y en utensilios de trabajo.
Hay que considerar que Galicia es la región al noroeste de España que produce más del 50 por ciento de la madera aserrada en ese país. Sin embargo, su explotación no se traduce en creación ni fabricación de piezas de diseño que establezcan una relación íntima entre habitantes y desarrollo.
De este modo, la silla Muros se convierte en un lugar de experimentación, pero también de reivindicación.
Trabajo colaborativo y sostenible
En realidad, se trata de un trabajo colaborativo y sostenible entre carpintero, madera local y el diseñador, Xulio Turnes, del estudio de diseño domohomo.
Se trata de valorizar una madera autóctona que tradicionalmente ha sido apreciada, pero que en los últimos ha perdido importancia a favor de maderas no españolas. Las manos de un carpintero local hacen posible lo imaginado, en forma totalmente artesanal.
Se trata de un trabajo donde se ensamblan nueve piezas de madera hasta configurar la silla Muros. Sin duda, la pieza que ha presentado mayor dificultad en su fabricación ha sido el respaldo.
Se parte de una sección convencional de madera maciza de castaño y se lamina, haciendo hojas de madera de unos 2 milímetros de grosor. A continuación, se procede a realizar un molde con la curvatura deseada y, finalmente, se encolan todas esas láminas en torno a ese perfil establecido.
En este caso, el respaldo también es reposabrazos, que hacen de la silla un asiento cómodo. Es ideal para la lectura o para disfrutar de un abuena vista sobre la ría de Muros, que fue la fuente de inspiración para el diseño de esta silla.
Silla Muros madera de castaño: Memoria constructiva
El asiento tiene una especial relevancia en la fabricación de la silla, aunque el elemento más singular sean el respaldo-reposabrazos.
Se trata de un elemento estructural que permite conectar las patas traseras con las delanteras, sin necesidad de una subestructura inferior.
Esto es posible gracias a la composición del asiento, ya que se estratifica en dos capas, con orientación opuesta de la veta para ganar resistencia. A él acometen las patas con una sencilla junta de caja y espiga.
En cuanto al respaldo, es la pieza más singular y más dificultosa de ejecutar, ya que requiere de un proceso previo.
Lógicamente, se empieza con el laminado de una sección maciza, pero luego es necesario ir amoldando las piezas a su perfil curvilíneo. Para ello es necesario someterlas durante un tiempo a esa trayectoria para que sea factible su encolado final.
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Créditos
Realización: 2014
Promotor: Alba Fernández Arias
Diseño: www.domohomo.es
Diseñador: Xulio Turnes Vieito
Madera. Castaño autóctono
Fabricación: Artesanal
Fotógrafo: Ramón Vaamonde.
Fuente y fotos: Revista AITIM 294, editada en marzo de 2015.
