Crece la incorporación de diseño en la industria del mueble argentina

(Buenos Aires, 29 de mayo de 2015. Por Elisabet Arn). Este año hicimos un repaso de las acciones institucionales, y nos encontramos con que dos de las provincias que producen mayor cantidad de muebles en Argentina, Santa Fe y Córdoba, incorporaron al diseño como un tema de agenda. Si el diseño no está acompañado de una correcta política empresarial, no dará el retorno económico deseado. Tendencias de consumo.

Estamos finalmente frente a una etapa en la cual las empresas comenzarán a incorporar cada vez más acciones de diseño, debido a una creciente oferta de diseñadores y fuertes
acciones que posicionan a nuestra disciplina como una de las maneras de "ganar mercados" con una inversión comparativamente baja.

Quiero destacar aquí que si el diseño no está acompañado de una correcta política empresarial, no dará el retorno económico deseado.

Creo que algunos de los aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de contratar un diseñador son:

– Crear un equipo de trabajo, conformado por quienes están a cargo de producción, comercialización y, si lo hubiera, un responsable del área marketing;

– El líder del equipo deberá alinear la estrategia de la empresa con el diseño del producto. Por ejemplo, si la empresa fabrica muebles de madera maciza y su estrategia es fortalecer su imagen en ese sector, el producto debería expresar al máximo las cualidades materiales de las maderas utilizadas, y las mejores cualidades tecnológicas y manuales disponibles en la empresa, alejándose de tintas, terminaciones o sistemas constructivos que confundan madera maciza con enchapados;

– Definir claramente y de forma sintética el producto a diseñar (mercado al cual se dirige, canales de venta y medios de transporte, precio estimado, materiales y tecnologías disponibles y/o accesibles de parte de la empresa);

– Comunicar el nuevo producto adecuadamente. Si es un producto muy diferente a los existentes en el catálogo, la empresa deberá diseñar una estrategia de presentación que destaque este cambio, de manera que el cliente pueda absorberlo y no sienta desconfianza del mismo (“¿Se venderá este producto?”);

– El diseñador y el equipo de trabajo deben tener presente al usuario: en el diseño de mobiliario ocurre algo distinto al diseño de otro tipo de productos (por ejemplo, electrodomésticos) Por lo general, el usuario o comprador medio argentino piensa el mueble desde el espacio que necesita resolver; vale decir, no piensa en sillas, piensa en comedor y se siente más seguro comprando una propuesta de amoblamiento completa, antes que elementos separados que luego debe combinar;

– La empresa, tanto como el diseñador, deberían comenzar a trabajar abriendo la mente y liberándose de prejuicios: los mejores trabajos surgen cuando tanto el diseñador como el empresario son capaces de discutir nuevas ideas, buscar usos diferentes a materiales conocidos, o incorporar nuevos materiales o tecnologías (en un marco razonable);

– Por último, la innovación debe ser controlada: si consideramos segmentos de mercados no exclusivos (que son los más numerosos) generalmente tienen éxito los productos que son diferentes, pero "no tanto". Es importante encontrar ese punto justo en donde la innovación se lee como "bello" y no como "raro".

Tendencias de consumo en el sector del mueble

Cuando hablo de tendencias me refiero a comportamientos de consumo que se rigen en último término por necesidades y deseos básicos de los seres humanos, y que se manifiestan de distintas maneras debido a los cambios sociales y culturales. Comprender este aspecto permite descubrir oportunidades de innovación en los productos y negocios.

Analizar las expectativas del usuario -o tendencias- y el potencial que posee la empresa para satisfacerlo es un ejercicio importante para desarrollar estrategias y ganar mercados.

– Productos y empresas sostenibles:

Creo que es una de las tendencias que tendrán mayor impacto en la sociedad en un mediano plazo, no sólo por la importancia que reviste el tema (algunos especialistas pronostican una nueva revolución industrial, con drásticos cambios de paradigmas) sino porque es sensible a los medios de comunicación masivos. O sea, a los grandes formadores de opinión.
Me interesa ampliar la definición a Empresas Sostenibles, dado que el consumidor comienza a empoderarse frente a las marcas y juzga el comportamiento empresarial, evaluando si contaminan, utilizan trabajo esclavo, etc. Esto en países del primer mundo se observa con mayor claridad que en nuestra sociedad. No obstante, comienzan a aparecer como hechos "más o menos aislados" movilizaciones de asociaciones civiles frente a empresas de dudosa reputación (tal el caso de Monsanto);

– Productos con historia: evolución de lo artesanal

Grandes marcas internacionales de muebles invierten importantes esfuerzos por recuperar métodos artesanales de producción con una lógica industrial, de manera de incorporar materiales, técnicas o formas que evoquen el pasado y que estéticamente aportan "calidez" a la imagen del producto.

– Confort/bienestar

Confort es un término con el cual quiero significar "más que cómodo, tanto que me produce bienestar". Este concepto es una tendencia incipiente en el sector del mueble local, dado que el consumidor argentino no está entrenado en estos aspectos a la hora de comprar.

Componen esta tendencia aspectos concretos y tangibles del producto: ergonomía, prestaciones que ofrece, etc., como aspectos intangibles: la marca, prestigio del lugar donde el consumidor lo compra, la atención y servicios, etc.

Un claro ejemplo de esto es el auto, que para los hombres es un importante elemento de bienestar.

– Seguridad:

La seguridad es una necesidad que nos acompaña desde la caverna, el instinto de supervivencia que nos ha llevado siempre a protegernos es propio y natural. Cada vez más este aspecto forma parte de los tips a considerar a la hora de comprar mobiliario infantil (el sector más sensible). No obstante, en otros países existen estadísticas de la cantidad de accidentes domésticos que llevan a la muerte a personas -por ejemplo, de la tercera edad-, que comienzan a transcurrir mucho más tiempo en sus hogares y con mayores dificultades motrices.

Pero si hablamos de seguridad, podemos derivar también en salud y allí abrimos nuevamente el abanico. Como diseñadora creo que cada vez más debemos conocer las normas internacionales vinculadas al tema y ponerlas en práctica para ofrecer al mercado y la sociedad productos adecuados, que no atenten contra su salud o integridad física.

* Elisabet Arn (arn.estudio@gmail.com) es diseñadora e integra el Estudio Arn-Salum.

Nota completa en D&F Muebles impreso de abril (Año XXII, numero 143).

Fotos: Elisabet Arn.

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