Lo dijo el arquitecto y diseñador Gustavo Sarmiento, fundador de El Gusanito Kids, quien dialogó con D&F Muebles en la edición 2008 de Expomueble. Hubo un contacto un mes después, cuando Sarmiento contó cómo les fue en la feria. El Gusanito Kids desde hace tres años diseña y fabrica innovadores juegos para niños con la particularidad de que a su vez son considerados objetos decorativos. Los diseños van desde pizarras de pie dobles, que presentan de un lado un pizarrón y del otro un tablero de dibujo para los chicos, hasta coloridos metegoles de diferentes tamaños.
– ¿Cómo surgió la idea de mezclar juguetes con decoración? ¿Hace cuánto que están con este emprendimiento?
– Hace aproximadamente tres años que estamos en este negocio. Empezamos haciendo juguetes chicos de encastre, pero más bien decorativos. Primero empezó como una especie de hobbie, pero por un contacto pudimos conseguir un negocio grande y ahí empezamos a producirlos en serie. Pero como estaban tan bien terminados y tenían tanto trabajo cada juguete, no era súper rentable, porque después tenía que salir tan caro que la reposición era muy lenta. Entonces empezamos a incorporar cosas más grandes como las pizarras y las mesas y dejamos de lado los juguetes más chicos. Y bueno, así empezó, es un trabajo semi-industrializado, hay partes que son todavía artesanales que tienen mucho trabajo, mucho lijado, porque nosotros apostamos a la calidad.
– En cuanto a estos modelos que tenés expuestos en la feria, que son bastante particulares, ¿cómo es la forma de comercializarlos?
– Los diseños son propios. Al principio los íbamos a ofrecer a los negocios pero con el tiempo ya nos contactan a nosotros, no tenemos vendedores, la propaganda es limitada, no apostamos tanto a la publicidad. Nuestra propaganda creo que es que sirven los juguetes, que son de muy buena calidad, que para chicos no conocimos juguetes que tengan tanta terminación y tan buenos materiales; es todo laca poliuretánica. Para chicos tenemos un público, no es un público súper masivo pero tenemos un público que le gusta la calidad, le gusta el diseño. Y bueno, creo que el boca a boca es nuestra propaganda.
– ¿El diseño es íntegro de ustedes? ¿A qué apuntan con el diseño?
– Yo lo hago. Soy arquitecto, y eso debe tener algo que ver, siempre me gustaron y uno por ahí hace lo que a uno le hubiera gustado tener de chico. Y bueno, tratamos de mantener una línea desde el primer producto. Aunque sean diferentes objetos, que mantengan una línea. Por eso utilizamos cuatro o cinco colores. Y creo que lo importante es que son juguetes para chicos, que aparte pueden ser muy decorativos. No sólo entran en juguetería sino también en casas de decoración. Las casas de decoración eligen mucho nuestros productos porque pueden completar la decoración de una habitación.
– ¿Se manejan por catálogo o a pedido?
– Tenemos una línea estándar que es básicamente la que estamos exponiendo acá, en Expomueble. Pero después cotizamos todas las ambientaciones de salas y playrooms a pedido, específicos, con medidas.
– Me comentabas que tienen un público bastante particular, ¿se les fueron abriendo posibilidades de exportar?
– Sí, nosotros exportamos indirectamente por medio de dos negocios. Pero estamos viendo la idea de exportar porque suponemos que debe funcionar bien, y por los costos también debe funcionar bien. Pero todavía nosotros personalmente no exportamos solos. Exportamos a través de clientes, que manejan franquicias, a los mercados de Panamá y Uruguay. Por otro lado, mantenemos conversaciones hace tiempo con puntos de venta en Miami y Puerto Rico para analizar la posibilidad de exportar nuestra producción. En este caso sí sería una venta directa al exterior y no a través de una franquicia que tiene negocios en el exterior.
– ¿Qué equipamiento tienen y cuál es su capacidad de producción?
– Nuestro taller ocupa una superficie de 150 metros cuadrados, más un entrepiso de iguales dimensiones. Tiene el equipamiento que tradicionalmente posee cualquier carpintería. Hacemos un trabajo semi-artesanal con un total de siete personas. Respecto de la capacidad de producción, el producto con más salida es la pizarra, y llegamos a hacer entre 200 y 300 unidades por mes, dependiendo de la demanda. La fabricación está bastante normalizada, ya que hacemos las piezas por un lado, se almacenan y después se arman los productos.
Producimos bastante más para el Día del Niño, cuando la demanda se llega a multiplicar por cuatro. Pero no tenemos capacidad para abastecer a todos los pedidos si es que llegan sobre la fecha de entrega porque para eso necesitaríamos invertir un dinero que no tenemos.
– ¿Cómo le fue a la empresa en Expomueble 2008?
– Nos fue muy bien. La feria llevó mucha gente. Tuvimos muy buena respuesta tanto en ventas directas como en cuanto a la promoción de nuestro negocio. Hicimos muchos contactos con mayoristas, pero por el momento nuestra capacidad de producción y distribución quedó saturada. Para estas épocas del Día del Niño se trabaja cuatro veces más que en el resto del año. No en todos los casos, pero hay negocios que nos vienen a comprar a último momento y nos tenemos la capacidad para responder tan rápidamente a pedidos grandes.
Más información en la edición impresa de D&F Muebles de agosto de 2008 (Año XV – Número 110).
Imágenes: D&F Muebles