Los investigadores Hugo Fassola y María Elena Gauchat, ambos de INTA EEA Montecarlo, elaboraron el artículo “Potencialidad de obtención de rentas anuales de los componentes forestales de los sistemas agro silvopastoriles en la región NE de Argentina”. El material fue enviado al XI Congreso Internacional de Sistemas Silvopastoriles que se realizó el año pasado en Méjico. Qué papel juega la llamada “química verde”. Primera parte. Contacto: fassola.hugo@inta.gob.ar
Resumen
La obtención de rentas periódicas del componente forestal en los sistemas agro silvopastoriles puede dificultar su adopción. Factores productivos, sociales y ambientales podrían afectar las posibilidades de desarrollo y mercadeo, menoscabando la viabilidad o la estabilidad del sistema en su conjunto.
Por ello la consideración de especies forestales que puedan aportar rentas anuales, además de las periódicas ofrecidas en madera, es una opción que debe ser adecuadamente analizada.
En la región NEA de Argentina existen alternativas de producción forestal que generan rentas anuales cuyas tecnologías tienen un grado aceptable de desarrollo. Estas son la obtención de aceites esenciales de Corimbya citriodora var citriodora y resinas de coníferas, especialmente de Pinus elliottii.
Ambas tienen amenazas de sustitución, sin embargo, el mercado es demandante para las esencias y aceites. La “química verde” puede potenciar aún más esta demanda.
Doria Serrano (2009) definió a química verde o sustentable: “Su objetivo es la utilización de un grupo de principios que reducen o eliminan el uso o generación de sustancias peligrosas en el diseño, manufactura y aplicaciones de productos químicos, lo que en muchos casos implica el rediseño de los productos y procesos utilizados”.
Resinas de coníferas Corimbya citriodora: Introducción
En la región NE de Argentina (NEA), específicamente en las provincias de Misiones y Corrientes, normalmente se asume que en los sistemas silvopastoriles (SSP) o los sistemas agroforestales (SAF).
El componente forestal tiene, desde el punto de vista económico financiero, un rol en la generación de rentas periódicas.
Esto es así si no se consideran los beneficios ambientales propios de estos sistemas y de las áreas específicas de conservación que destinan los productores en la región o el impacto de las interacciones positivas en las otras producciones del sistema.
En esta región son comunes los sistemas silvopastoriles recurriendo a especies del género Pinus spp. o Eucalyptus spp. y ambos géneros son ampliamente utilizados por el aglomerado forestal existente.
Este aglomerado foresto industrial mantuvo un crecimiento aceptable hasta 2008; aunque a partir de allí por condiciones financieras, tanto internas como internacionales, presentó dificultades para consumir el volumen anual de crecimiento de estas masas forestales.
A esto debe añadirse el impacto negativo del bloqueo, por parte de grupos ambientalistas, de la frontera con Uruguay por la instalación allí de una pastera.
De esta manera se alejó la posibilidad de inversiones para potenciar el consumo de la producción de rollos de bajo diámetro y subproductos de la industria del aserrado e impulsar la bio economía.
Si bien durante la pandemia la demanda de productos forestales mejoró, los precios al productor se mantuvieron bajos por la sobreoferta existente. Esto ha afectado negativamente el interés hacia las plantaciones forestales por parte de aquellos productores no integrados a industrias y consecuentemente por los sistemas agro silvopastoriles.
En el caso de los sistemas agroforestales, la combinación de especies forestales nativas o introducidas (Schegg et al., 2013; Wyss et al., 2015; Munaretto et al., 2019) con Ilex paraguayensis – Yerba Mate-, es una tendencia que se está consolidando.
Dados los altos retornos de la producción de Yerba Mate, la componente arbórea tiene relativa importancia.
Aunque durante períodos de bajos precios de la hoja de esta infusión, en muchos yerbatales se observó que los forestales tuvieran un rol económico más relevante.
A nivel global un hecho significativo y que refleja la gravedad del problema ambiental es el hecho de que por primera vez en la historia de la humanidad, el peso de la producción de materiales inorgánicos o de síntesis, superó al peso de todos los organismos vivos (Mancuso, 2021).
Esto es un elemento más que contribuye a agravar el cambio climático y la destrucción de paisajes naturales.
Aunque abre una puerta importante a los biomateriales o bio insumos, acrecentando la importancia de la “química verde” o sustentable.
Más allá de la madera, un biomaterial de escaso uso estructural en Argentina, están los extractivos, cuya producción merece se les preste atención. Según VMR (2021), este era un mercado de poco más de US$ 22.000 millones en 2018 y prevé que alcance los US$ 29.000 millones en 2026.
En ese contexto nacional e internacional la obtención de rentas anuales, que aminoren las fluctuaciones propias de los mercados, no ha sido fuertemente considerada hasta el momento y se focaliza esa renta mayormente en la ganadería, en el caso de los SSP.
Si bien algunas de estas opciones están maduras en la región, exigen mayor transferencia y continuidad en los proyectos de investigación. Tal sería el caso de los aceites esenciales de Corimbya citriodora var citriodora y la producción de resinas de coníferas, que se describe a continuación.
Aceites esenciales de Corimbya citriodora var citriodora
Según VMR (2021) hay expectativa de un marcado incremento de la demanda por aceites esenciales (AE) vegetales para la industria alimenticia, la perfumera o farmacéutica.
Unas 8 empresas juegan un rol global en este mercado, que se nutre de unas 300 especies, de las cuales 18 son las más importantes (Bizzo et al., 2009).
Entre ellas se encuentra Corimbya citriodora var citriodora (CCVC)cuyos AE, obtenidos de las hojas y tallos menores a 1 mm, abastecen un mercado internacional donde China, Brasil e India son los actores más relevantes (Dogenski et al, 2016).
Los extractos de esta especie presentan como componentes principales: terpenos oxigenados, citronelal, citronelol e isopulegol y varios otros compuestos menores, que se extraen de las hojas.
El método más empleado en dicho proceso es mediante la destilación con vapor. Sin embargo, aunque tiene un bajo costo operativo, esta técnica utiliza alta temperatura, lo que induce la degradación de compuestos sensibles al calor, hidrólisis y solubilización en agua de algunos compuestos aromáticos.
Aparte de dar como resultado un bajo rendimiento y pocos parámetros ajustables para controlar la selectividad de extracción.
La hidro destilación y la extracción con CO2 son otros métodos, ofreciendo este último una serie de ventajas en cuanto a la calidad de los extractivos y la posibilidad de nuevos compuestos(Dogenski et al, 2016).
El citronelal es un componente principal común, tanto al AE de CCVC como al de citronela (Cymbopogon winterianus), especie de cultivo común entre pequeños agricultores del NEA. El contenido de este componente en CCVC, es bastante más elevado, entre un 75% a un 85%, mientras que la citronela contiene entre 30 al 45%.
Es de resaltar que el citronelal, componente mayoritario, es además un importante producto de partida para la síntesis de terpenoides de mayor importancia comercial (Zambón et al., 2015).
No debe dejarse de considerar tampoco que el aceite de Litsea cubeba, cultivada en China y el citral sintético, han desplazado en parte a la citronela (Arizio y Curioni, 2003).
Si bien en Argentina es factible encontrar parcelas o cortinas deCCVC que datan de antes de la década 1940, no es hasta hace pocos años que se hizo una evaluación comparativa del comportamiento de los denominados “spotted gum”, donde se la incluye, junto a C citriodora var variegata y C. maculata (Lopez y Vera Bravo., 2018). Siendo el propósito evaluar el crecimiento y forma, arrojando C. citriodora var variegata los mejores resultados. Hasta el momento no se evaluó no se evaluó los materiales de CCVC en cuanto a rendimiento y calidad de los AE. Por esta razón quienes desean material reproductivo recurren a material disponible en parcelas o cortinas.
La obtención de AE de CCVC en la región NEA no es nueva, pero no está muy difundida. De acuerdo con la información brindada por un productor de la zona de Montecarlo, Misiones, con material genético de la EEA INTA Bella Vista, implantado a 1 x 1,5 m, se obtiene una producción de hojas de 8 a 9 ton*ha-1*año-1, en sus primeros 2 años, cosechándolas durante operaciones de poda. A pesar de ser una especie susceptible a bajas temperaturas, ejemplares implantados en octubre de 2019, alcanzaron una altura total superior a los 7 m, a los 20 meses de edad, evidenciando una buena adaptación (Krausemann J. comentario personal, 2021).
El procesamiento de la materia prima se hace en una pequeña industria con un destilador por corriente de vapor, de una capacidad de aproximada de 1 ton de hoja, que permite obtener operativamente un rendimiento AE 5-6 kg *tn-1.
El consumo de leña de la caldera es de unos 500 kg por proceso de destilación. El vapor se inyecta vapor al destilador cuando se alcanza unos 2 kg de presión. El precio del destilado en el mercado de Argentina es de aproximadamente U$S*Kg-1 18,00-20,00 (Krausemann J. comentario personal, 2021). Un aspecto relevante es el uso de plataformas de comercio “on line” para comercializar el AE directamente con el consumidor final, en envases de distintos contenidos.
Cabe destacar que por la durabilidad natural al aire de su madera, en Australia, se le asignó una clase de durabilidad 2. (McCarthy y Cookson, 2008). Existiendo la posibilidad de analizar la capacidad de sustituir maderas impregnadas con sustancias como CCA o CCB en estructuras como decks.
Leer: La madera y su aporte a la mitigación del cambio climático y a la economía circular
Leer: Producción forestal y regulaciones: aportes para el debate
Foto: El Territorio.