Videoconferencia sobre restauración forestal: se propuso adoptar “sistemas semi-naturales”

videoconferencia restauración forestal

El español Dr. Ing. de Montes Eduardo Rojas Briales disertó ayer por videoconferencia sobre “El decenio de la restauración forestal en Sudamérica: oportunidades, riesgos, premisas y prioridades”.

Dr. Ing. de Montes Eduardo Rojas Briales, decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Valencia, España, disertó el 24 de agosto en el marco de la conmemoración del Día de la Ingeniería forestal argentina, el 16 de agosto.

Su presentación se tituló “El decenio de la restauración forestal en Sudamérica: oportunidades, riesgos, premisas y prioridades”, en alusión a 2021-2030.

Ponencia

“En este momento, la deforestación se concentra en América del Sur y en África. Si bien en Sudamérica la deforestación es importante, ha retrocedido en la última década. Siendo negativa, es una buena noticia.

Por el contrario, en África no se ha disminuido la tendencia a deforestar.

Para cerrar el tema global quiero destacar que si hace 30 años las regiones deforestadoras eran Sudamérica, el resto de Latinoamérica, África y Asia, hasta el año 1990, existían muy pocos casos de países que hubieran recuperado bosques. Sí se ha producido en los últimos 30 años que, en todas las regiones, incluso las que más deforestan, como África y América latina, hay casos que van en contracorriente. Y es muy interesante aprender de esos casos.

Ese aumento de bosques, básicamente asiático, europeo y de Estados Unidos, se produce no sólo por repoblación. Es decir, bosques plantados, sino que la mitad es por regeneración espontánea.

Conclusiones

– “Recordar que repoblar puede ser un instrumento forestal importante, pero nunca puede convertirse en un fin en sí mismo. Es más importante estructurarlo en un orden de prioridades. Hay que construir paisajes resilientes. Mucho más ahora con el cambio climático. Y economías rurales viables. El modelo anterior ya se ha derrumbado en casi todo el mundo;

– “Hay que construir estructuras que permitan mantener una mínima población rural en condiciones dignas y equiparables a las zonas urbanas. Y hay que evitar la dualidad forestal. Es decir, que los bosques existentes vayan a un ministerio y que los nuevos vayan a otro. Uno tiene restricciones y el otro tiene bendiciones. Eso no puede ser. Hace falta una política equilibrada al respecto;

– “Y hay que aprovechar la regeneración espontánea, que es mucho más barata y más diversa. Y no podemos tener un modelo solo polarizado entre bosques naturales intocados porque es lo último que nos queda y plantaciones muy intensivas. Hay que construir también el bosque semi-natural. Con todas sus graduaciones: algunos que sean casi casi una plantación y otros que sean casi casi una plantación no tocada. Porque eso es lo que hay en casi dos tercios del planeta. Es lo que domina. Una solución intermedia nos puede dar de todo y, por tanto, ser más compatible con la sociedad rural y con las diferentes demandas;

– “Hay que preservar los bosques que tenemos. No de una forma estática, sino dinámica. Y abordar las causas de degradación y pérdida, y superarlas;

– “Es necesario integrar la repoblación y los instrumentos de planificación. Es decir, repoblar no puede ser una cosa aislada y que los planes de manejo vayan por otro lado. No. Hay que integrar la repoblación a los planes de manejo.

Ronda de preguntas

A continuación, se presentan algunas de las preguntas formuladas al orador:

– En algún punto tocaste la necesidad de que este proceso de restauración tenga financiamiento.

– El tema económico es, obviamente, una cuestión compleja. Aquí estamos hablando de lo forestal, de creación de activos. Es cuestión de convencer a quienes toman las decisiones de que es un ámbito en el cual vale la pena recabar precios internacionales para recrear ese tejido de capital.

– ¿Cuánto puede influir en el proceso de restauración forestal la crítica que se hace desde el ecologismo, que siempre sostiene que se avanza sobre la biodiversidad? Y que plantea incompatibilidad del manejo forestal frente a la conservación de esa biodiversidad. Y otra cuestión, que sucede en Argentina, que es la resistencia de la población a la forestación. Algunos la consideran hasta como “desiertos verdes”, o con impacto negativo hacia el ambiente.

– Son preguntas que tienen su complejidad. Obviamente, hay que preparar también el cambio sociológico. Un cambio de paisaje de la noche a la mañana es difícil de digerir. Hay que pensar también en cómo cambiamos la cultura forestal. Y, a partir de ahí, la cultura rural.

Yo creo que los sistemas semi-naturales pueden ser muy interesantes. Y hay un tema importante de concientización. En definitiva, si tenemos los bosques muy polarizados en bosque nativo -sean áreas protegidas o degradadas- y plantaciones intensivas, es muy difícil construir puentes. De hecho, hay un ejemplo en Chile de plantación de bosques cultivados y también de especies nativas. Han aumentado tanto las plantaciones como el bosque nativo.

En Europa, este de Asia y Estados Unidos el bosque semi-natural es el pilar central. Hay que tener cuidado y mucha sociología. Yo creo que es un tema de sociología. Busquemos pagos por servicios ambientales y demás, y desactivemos las bombas que surjan en el camino.

Tengamos mucha empatía con la gente del mundo rural. Sus condiciones siempre son peores: su conectividad de Internet es peor, su educación es peor, su acceso a la sanidad es peor. No les hagamos la vida más imposible. Si abandona, será mucho peor. Y reconozcamos mucho más los sistemas tradicionales. Yo creo que el problema está en las mentalidades segregacionistas”.

Imagen: Gentileza CoIForM.

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