La actualidad del sector forestal entrerriano se abordó en este documento elaborado por los investigadores Ciro Mastrandrea (mastrandrea.ciro@inta.gob.ar) y Gustavo Oberschelp, de INTA Concordia.
La provincia de Entre Ríos ocupa a nivel nacional el tercer lugar de importancia en cuanto a superficie de bosque cultivados. Cuenta con 150.797 hectáreas, principalmente ubicadas sobre las costas del rio Uruguay, las que representan el 11,5% de la superficie total nacional.
La cadena foresto industrial entrerriana cuenta con una diversidad de establecimientos que procesan la madera, conformada por tres plantas de tableros reconstituidos, alrededor de 180 aserraderos, con predominio de establecimientos de pequeña y mediana dimensión; 50 empresas dedicadas a la fabricación de muebles, 15 plantas impregnadoras, una planta de resinas y una de pellets.
Además, la cadena forestal de Entre Ríos es proveedora de materia prima para industrias de celulosa y papel y energía ubicadas fuera de la provincia.
Algunos números
En 2015, la provincia ocupó el tercer lugar en el ranking nacional con 1,7 millones de toneladas producidas (17,1% del total país); el 95 % de las mismas provino de bosques cultivados.
Ese mismo año la producción de tableros (Partículas y Fibras) alcanzó los 450 mil metros cúbicos, 48,3% del total nacional. En 2017 las exportaciones de esta cadena alcanzaron US$ 72,3 millones representando un 6,4% del total provincial.
El empleo formal de la cadena forestal, en el segundo trimestre de 2017 alcanzaba a 5.493 trabajadores, 3,9% del total de asalariados registrados del sector privado de la provincia, A esto se deben agregar el personal de viveros productores de plantines, las empresas constructoras de viviendas y las empresas de servicio y el transporte.
En Entre Ríos la industria del aserrado es la principal consumidora de materia prima, y su principal destino es la industria del embalaje (pallets y cajones para fruticultura, avicultura y horticultura) y la industria de la construcción (encofrado y re manufacturas), aunque la provincia también posee importancia en la producción de postes, tableros reconstituidos, resinas y como proveedor de materia prima para la industria de celulosa y papel.
Aunque para fines del 2019 se tuvo un leve repunte de la actividad forestal, la situación general de la cadena foresto – industrial nacional y de Entre Ríos en particular, no era satisfactoria.
Recesión se arrastraba
A nivel nacional la producción del bloque de madera y muebles se contrajo 10,7 % en los primeros diez meses de 2019. Además, el 70 % de las empresas tuvieron caídas en su producción durante el 2019, mostrando un volumen de producción 13 por ciento inferior al 2015 y el 68 por ciento mostró caída en sus ventas.
Según la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), “la caída de ventas en el mercado local y la caída de la construcción sumado a los aumentos de costos asociados a tasas de interés en niveles récord y algunos insumos dolarizados condiciona la rentabilidad del sector y explican la dinámica contractiva”.
La situación del sector forestador de Entre Ríos fue subsanada en parte por la exportación de rollizos de pino a China, la cual comenzó a fines del año 2018 desde los puertos de Concepción del Uruguay e Ibicuy.
Las mismas continuaron durante todo el 2019 y en agosto de ese año se concretó la primer la exportación de rollizos de eucalipto.
Efectos de la pandemia
En Argentina, el primer caso confirmado de Coronavirus se dio a conocer el 3 de marzo de 2020. A partir de allí el gobierno nacional comenzó a tomar una serie de medidas preventivas ante esta pandemia.
Ante el avance de la pandemia el día 19 de marzo el gobierno nacional emite el Decreto de necesidad y Urgencia (DNU N.º 297/20), por el cual se decreta el aislamiento social, preventivo y obligatorio hasta el 31 del mismo mes.
Entre las normas establecidas se prohibió la circulación sin causa justificada y se dispuso el cierre de comercios no esenciales. Todas las personas deberán permanecer en sus hogares sin concurrir a sus respectivos trabajos.
Algunas actividades son exceptuadas como: conducción de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales; sanidad, fuerzas de seguridad y armadas; trabajadores en la producción de alimentos, fármacos; petróleo, refinerías y comunicación y las actividades impostergables vinculadas con el comercio exterior.
También se anuncian una serie de medidas para apoyar a los comercios, pymes y cuentapropistas considerados “no esenciales” que deberán permanecer cerrados y no podrán desarrollar sus actividades normalmente.
Si bien la actividad forestal primaria estuvo exceptuada desde el inicio de la cuarentena, como una actividad esencial en el marco de la producción agropecuaria, la demanda de productos del bosque es fuertemente dependiente de la actividad industrial.
En este rubro solo algunas actividades como la producción de celulosa y papel, la producción de pallets y cajonería fueron exceptuadas, mientras que otras como la producción de postes, resinas, energía, madera y muebles debieron cesar su actividad al no encontrarse dentro de las actividades exceptuadas.
Como se menciona en párrafos anteriores en la provincia no hay plantas para producción de celulosa y papel, sin embargo, desde esta región se provee de materia prima para plantas extra provinciales.
Madera para la construcción
Gran parte de los aserraderos proveen madera aserrada para la construcción, actividad no exceptuada del cese de actividades (NdR: el sector se comenzó a flexibilizar en la primera semana de mayo), como así también las plantas de impregnación y otras.
Pero el desconocimiento del alcance de la medida y los diferentes criterios interpretación de autoridades municipales y autoridades de control, dificultaban la logística de personal, madera y productos, y por ende la actividad.
Por ello ante la primera declaración de la cuarentena total el sector foresto industrial provincial presentó un alto acatamiento, (aproximadamente del 80%). Pero estas mismas razones llevan a que el sector foresto -industrial argentino a fines de marzo, solicite al gobierno nacional la ampliación de las actividades exceptuadas a toda la cadena foresto -industrial.
Finalmente, el 2 de abril el gobierno nacional por medio de la Decisión Administrativa 450/2020 amplió el listado de actividades y servicios declarados esenciales en la emergencia e incluye a las actividades vinculadas con la producción, distribución y comercialización forestal, aserraderos y fábricas de productos de madera, entre otros.
Reactivación industrial
Así gran parte de la actividad industrial se retomó, tomando las medidas necesarias para garantizar las condiciones de higiene y seguridad del personal establecidas por el Ministerio de Salud de la Nación y los municipios.
La habilitación de todas las actividades de la cadena como esenciales facilitó la circulación en rutas y accesos a los municipios, destrabando en parte uno de los puntos esenciales de la cuarentena como era el tema logístico.
Sin embargo, en algunos municipios no todos los accesos están liberados lo que dificulta el ingreso y egreso de materia prima y productos a industrias cercanas a los cascos urbanos. También se menciona dificultades en carga y descarga por falta de personal en grandes centros urbanos como Buenos Aires.
La disponibilidad de mano de obra no es una limitante grave, dándose excepciones para casos que involucren traslados entre localidades y/o provincias, imposibilitados de viajar por no contar con servicios de traslado. Esto último puede afectar más a empresas prestadoras de servicios silvícolas.
Los aserraderos e industrias proveedoras de insumos para la construcción y del mueble fueron las más afectadas por esta pandemia, en principio por no estar exceptuadas en el primer tramo de la cuarentena, lo que paralizo sus actividades y luego por la falta de demanda ante el freno en la construcción.
Aunque la mayoría de los aserraderos e industrias han retomado la actividad aun hoy se encuentran en una situación compleja, con escasa demanda por el cese de actividades y la retracción de la actividad comercial, reducida a rubros esenciales.
Muchas de ellas se encuentran trabajando al 30-40% de su potencial. Algo similar ocurre en la producción de resinas, postes, chips para energía, las que están totalmente paralizadas. Otros participantes importantes del sector, los viveros forestales, tienen dificultades para proyectar las ventas y se encuentran en plena época de siembra para eucaliptos.
Esto podría ocasionar un faltante de plantines en primavera, en el caso que se reactive la actividad.
Decreto
La industria de los tableros cesó su actividad a partir del Decreto de necesidad y Urgencia (DNU N.º 297/20,) el día 19 de marzo, retornando parcialmente el trabajo, a un 40% de la capacidad instalada, el día 6 de abril con la ampliación de actividades exceptuadas de la cuarentena.
Durante la cuarentena algunas de sus principales problemáticas fueron las dificultades para realizar despachos en diferentes ciudades, la provisión de insumos (varios proveedores no autorizados para trabajar) y problemáticas bancarias.
En cuanto a la provisión de madera no ha sido un problema, debido a la escasa demanda. En esta actividad aproximadamente 600 trabajadores fueron afectados por la cuarentena. Por tal motivo desde diferentes entidades se solicitó la reapertura de actividad en este rubro.
En el caso de las exportaciones (rubro exceptuado), se observa que en general se encuentran comprometidas por mercados con poco movimiento o directamente paralizados por la pandemia.
Además, las restricciones de la cuarentena, afectan el normal funcionamiento de los procesos de control, aprobación y logística en las operaciones de exportación. A pesar de ello durante los primeros días de abril un nuevo embarque de madera se ha llevado a cabo desde el puerto de Concepción del Uruguay con destino China, cumpliendo las normas de seguridad y prevención que estipula el Gobierno Nacional para el desarrollo de toda actividad exportadora.
De la misma manera la industria de tableros ha realizado comercializaciones al exterior, a partir de los primeros días de abril.
En relación con este punto, se dificulta el mantenimiento de maquinarias forestales y de la industria en manifiestan por falta de servicios e insumos importados.
Aserraderos
Según el censo Nacional de Aserraderos (2017), la provincia de Entre Ríos contaba con 179 aserraderos que mayoritariamente se dedican a la producción de madera aserrada para la construcción.
El promedio de empleados por aserradero es de 14 personas, por lo cual realizando estimaciones unos 1.700 trabajadores se vieron afectados durante los primeros días de la pandemia, este total representa más del 50 % del personal total ocupado por los aserraderos y aproximadamente el 31 % del total de empleos directos generados por la cadena.
A nivel nacional, la Asociación Forestal Argentina (AFoA) estima que el 94% de las empresas vieron sus ventas reducidas en el mercado interno, que el 25% pudo mantener sus exportaciones de acuerdo con lo programado y que un 5% del personal fue suspendido
Uno de los principales factores que pueden movilizar el sector es la reactivación y promoción de la construcción, tanto tradicional como en madera, para normalizar la actividad a niveles similares previos a la pandemia. Los cambios son permanentes y de apoco se liberan más actividades por lo que los escenarios son cambiantes, mes a mes.
Durante este período hubo: la falta de ingresos, cortando la cadena de pagos a proveedores y empleados; la pérdida de clientes por incumplimiento de envíos; la limitada actividad bancaria y en particular, las dificultades de logística, por la disparidad en la implementación de los controles por distintos municipios o autoridades de control, sumados a los diferentes niveles de reactivación de las economías regionales, provocarán impactos negativos cuya magnitud aún es difícil de estimar.
Fuente: INTA Concordia.