Se presenta a continuación el Resumen Ejecutivo del Plan Estratégico Forestal y Foresto Industrial 2030, elaborado y difundido por Claudia Peirano (AFoA). En esta nota se incluye, además, “un artículo base que escribimos para resumir el proceso de elaboración y la importancia de mantener las mesas de diálogo ya creadas y las que deberán crearse en el ámbito provincial (y/o cuencas) a efectos de continuar durante el 2020 con la elaboración de los capítulos provinciales”.
Peirano sostuvo la versión completa del Plan Estratégico está siendo editada por técnicos de la DIPROSE y estará disponible en formato digital hacia fines de noviembre. “Por otro lado -agregó-, aunque no está confirmado aún, se espera que el Plan Estratégico tenga un sitio propio de internet, interactivo, en el cual se pueda hacer el seguimiento de los temas de los capítulos e ir agregando aportes (nueva normativa, papers, datos de inversión, etc.)”.
Plan Estratégico Forestal y Foresto-Industrial Argentina 2030
En un hecho inédito de diálogo social, se fijaron las políticas al 2030 de uno de los sectores con más amplio potencial de desarrollo en el país.
Los objetivos incluyen conservar y poner en valor los bosques nativos; incrementar la superficie bosques cultivados, lograr inversiones por 7 mil millones de dólares en industrias, generar casi 187.000 mil nuevos empleos y revertir el histórico déficit comercial del sector gracias a la exportación de más de 2500 millones de dólares. La continuidad del diálogo, clave para el éxito.
En septiembre de 2019 se completó la parte nacional del Plan Estratégico Forestal y Foresto-Industrial 2030, cuyo objetivo es proveer un marco para establecer una política de estado para la cadena forestal y su industria asociada, que tenga como pilar la gestión sostenible tanto de plantaciones como bosques nativos.
Se trata de aprovechar la potencialidad que tiene el sector de desarrollo sostenible de las comunidades asociadas a los bosques, las regiones y en definitiva del país entero, por los beneficios que genera en términos ambientales, sociales y económicos.
Es la primera vez que en el sector se realiza un documento participativo público-privado, con la opinión de decenas de instituciones representativas de la cadena de valor y entidades de la sociedad civil asociadas a los bosques. Actualmente con un alcance nacional, debe validarse y continuar en las Provincias y cuencas forestales, ya que es en el territorio donde las intervenciones se aplican y cobran legitimidad.
Esta posibilidad de diálogo social se logró gracias a diversas instancias previas que permitieron la confianza necesaria –el capital social- para avanzar.
Mesas
La Mesa de Competitividad Foresto-Industrial lanzada en septiembre de 2017 -que tuvo 8 reuniones presididas por el Presidente de la Nación- e implicó el armado público-privado de 8 mesas técnicas en donde se elaboraron diagnósticos y propuestas temáticas enfocadas esencialmente en la coyuntura, permitió un primer espacio de diálogo y consensos.
Las mesas técnicas se constituyeron en temas tan diversos como bosques nativos; plantaciones forestales; competitividad (infraestructura, logística, etc.); construcción con madera; bioenergía; celulosa y papel; madera y mueble. Por otro lado, en junio de 2018 se lanzó la plataforma interministerial ForestAr 2030 con distintas líneas de trabajo que apuntan a la conservación y ampliación del patrimonio forestal y la activación de una economía forestal que impulse el desarrollo social, económico y ambiental.
La confianza generada entre los representantes de la sociedad civil y entre ésta y los funcionarios y técnicos del Estado, permitieron pensar que era posible generar una Visión común y un Plan Estratégico 2030 en diálogo público-privado.
No es menor destacar que el sector forestal y foresto-industrial tiene antecedentes importantes en diálogo social. En particular, los sistemas de certificación forestal por gestión sostenible (FSC y CERFOAR/PEFC) se articulan con participación de asociaciones empresarias, ONGs ambientales y sociales u referentes de ciencia y técnica; asimismo, los sistemas de certificación de competencias de trabajadores se han logrado en diálogo entre gremios de trabajadores y asociaciones empresarias en el marco de políticas de la Secretaría de Empleo.
La Visión 2030 se logró luego de 4 talleres de co-creación facilitados por profesionales de la Escuela de Posgrado del ITBA y coordinado por The Nature Conservancy (TNC) en el último trimestre de 2018 y en el que participaron unos 80 representantes del gobierno nacional y provincial, asociaciones empresarias, ONGs, gremios de trabajadores, universidades, institutos de investigación, organismo multilaterales, etc.
Logros esperados
De cumplirse el Plan Estratégico, al 2030 se espera lograr:
– Poner en valor a los bosques nativos ampliando la gestión sostenible y el reconocimiento de los servicios ecosistémicos que proveen;
– 2 millones de hectáreas de superficie con plantaciones forestales (+ 50% respecto a la actualidad);
– 7 mil millones USD en inversiones que permitirán industrializar distintas regiones del país y sostener y aumentar inversiones en infraestructura crítica (trenes, puertos, energía, comunicación, entre otros) para escalar otras actividades en las provincias;
– 187 mil nuevos empleos de calidad;
– 2.500 millones USD en exportaciones, revirtiendo el histórico déficit en la balanza comercial;
– Incrementar el agregado de valor en la cadena foresto industrial apoyándose en políticas permanentes de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i);
– Aportar a la adaptación y mitigación del cambio climático a través de la reducción de las emisiones y el aumento de las capturas de gases de efecto invernadero debido a la gestión sostenible de los bosques nativos, las plantaciones forestales y toda la cadena de valor asociada.
El Plan Estratégico Forestal y Foresto-industrial 2030 se concibió desde el principio no como un producto, sino como un proceso de diálogo que permita generar consensos y hacer el seguimiento y adaptación de los objetivos y metas tanto en el ámbito nacional como local.
Esto tiene un gran desafío: el buen funcionamiento de las mesas de diálogo que están en marcha o que se necesiten convocar independientemente del signo político de los gobiernos y de las instituciones representativas hasta el año 2030.
El sector forestal y foresto industrial puede ser una fuente de crecimiento económico sobre bases renovables y de baja intensidad de carbono. Es uno de los sectores con mayor aptitud para incrementar el desarrollo regional en forma sostenible, proporcionando empleos tanto en la zona rural como en la urbana.
Con el cambio de gobierno nacional, este Plan Estratégico 2030 tiene todos los ingredientes para ser la prueba ácida de la madurez de las instituciones demostrando que se pueden mantener los espacios de diálogos necesarios para aplicar una política de Estado al sector forestal y foresto-industrial y aportar así, a un desarrollo de alto impacto en lo ambiental, social y económico en el país.
Imágenes: Gentileza Plan Estratégico 2030.