(Buenos Aires, 12 de mayo de 2016). Lo afirmó el ingeniero Jorge Barros, secretario de AFoA y ex presidente de la entidad, en diálogo con Radio Colonia, noticia que fue difundida por Boletín Curí. «Las distancias afectan la competitividad del sector y el mercado internacional tampoco se reactivó”, indicaron desde el sector. Una opinión que desmiente la supuesta pujanza de las economía regionales tras el cambio de gobierno.
El ex presidente de AFoA (Asociación Forestal Argentina), Jorge Barros, señaló que «el mercado internacional no se reactivó, hay una sobreoferta de madera sólida en el mundo, debido a la caída en la construcción en Estados Unidos, que es el gran comprador. Sobre todo de madera de pino que Argentina comenzaba a ser un exportador interesante hasta la crisis del 2007. A su vez, el mercado interno que fue el motor de la actividad en estos últimos años también responde a la construcción, a medida que esta crece, crece el consumo. Por caso, hay una gran demanda por los nuevos usos que se le está dando a la madera de eucaliptus y eso provocó que los precios al productor hayan aumentado mucho, superando la inflación. En cambio por una sobreoferta de madera en Corrientes, el pino está más planchado y los precios son menores”.
El directivo explicó que “la cadena nuestra es fundamentalmente de economías regionales, en Misiones, Corrientes, Entre Ríos y el Delta está el grueso de la forestación, pero las distancias afectan la competitividad del sector y el mercado internacional tampoco se reactivó”.
En “Siempre que llovió paró”, el programa que se emite los sábados de 10 a 12 por Radio Colonia, AM 550, Barros agregó que “el año pasado fue flojo en la construcción, y este año hay una cierta reactivación, mientras que 2011 y 2012 habían sido años muy buenos. Pero fundamentalmente, en lo que es la industria para pino, que es lo que mayor cantidad de existencias tenemos, requiere la pata de exportación, porque hasta la crisis del 2007, había un porcentaje entre el 30% o 40% de lo que se producía que se enviaba al exterior”.
Consultado sobre las plantaciones, reconoció que “la tasa de plantación se redujo en los últimos dos años, pero está en 40.000 hectáreas por año en todo el país, donde predominan pinos y eucaliptus, y en menor medida sauces y álamos. El objetivo de la Asociación siempre fue llegar a las 100.000 hectáreas, pero no pudimos. Aunque eucaliptus requiere suelos muy aptos, el productor en provincias como Corrientes se está volcando a esa especie donde hoy los mercados de madera seca están siendo demandados, porque están reemplazando a las maderas de color”.
También expresó que “quizá hoy la provincia de Corrientes sería una de las de mayor potencialidad, por la cantidad de suelo disponible y porque no compite con la agricultura. Puede haber más potencial en otras zonas como el NOA, sobre todo en eucaliptus que hay un potencial importante y se necesita producir esas especies para reemplazar a las nativas, que cada vez son más restringidas, ya sea por la ley de bosques nativos, como por leyes mundiales de requerimientos de certificación forestal y sello verde. Después hay algunas cuencas que dependen mucho de la madera de álamo que están en retroceso. Ahora hay déficit porque se consumió mucho, ya que se usa en el Valle de Río Negro y en Mendoza”.
Para finalizar, Barros indicó que «el sistema silvo-pastoril (Forestación y ganadería simultáneas). Sobre todo en pino y álamo, es muy importante y productivo, porque hoy la promoción forestal permite plantar con bajas densidades y eso posibilita que en Corrientes y en Misiones haya ganadería debajo de los montes, y en la zona central del Delta también. Hoy indiscutiblemente el uso de la ganadería debajo del monte es muy importante».
Foto: Archivo Desarrollo Forestal.