(Buenos Aires, 29 de octubre de 2015). El tema central del XIV Congreso Forestal Mundial fue “Los bosques y la gente: invertir en un futuro sostenible”, con la finalidad de mostrar que las inversiones en el sector forestal son inversiones en la gente, y que son, al mismo tiempo, en el desarrollo sostenible. El Congreso hizo hincapié en el papel que juegan los bosques en la generación de ingresos, la creación de empleo y la equidad, y en el nexo determinante entre bosques y cambio climático, conservación de la biodiversidad y sostenibilidad de los recursos hídricos.
Por primera vez una ciudad africana acogió este encuentro que fue creado en 1926 y se celebra cada seis años. Esta vez ha sido el turno de Durban, por donde pasaron dirigentes políticos y expertos de todo el mundo con el propósito de alimentar el debate sobre el papel que deben desempeñar los bosques para el desarrollo sostenible.
África fue protagonista en la inauguración de la cita, en la que la presidenta de la Comisión de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini Zuma, recordó que los bosques del continente, que ocupan una quinta parte de su territorio, están siendo deforestados a un ritmo cuatro veces superior a la media global.
La responsable instó a los países africanos a aprovechar la oportunidad económica que representan los programas de intercambio de carbono protegiendo los bosques, que contribuyen a la absorción de dióxido de carbono y a la lucha contra el cambio climático.
Precisamente del congreso salieron una serie de propuestas con el objetivo de influir en el debate en relación con la Cumbre del Clima de París de finales de este año y en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que eran adoptados en Nueva York.
El príncipe Laurent de Bélgica, en calidad de embajador especial de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para los bosques y el medio ambiente, llamó a invertir en la formación de los jóvenes para que se ocupen de los bosques, cuya reforestación en ciertos países -dijo- ha permitido mejorar la seguridad alimentaria de su población.
También pidió condicionar el pago de la deuda externa de los países en vías de desarrollo mediante un impuesto ambiental que sirva para crear un fondo común.
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, quiso concienciar de la importancia de los bosques, que cubren un tercio de la superficie terrestre en el mundo, y dijo en rueda de prensa que "no hace falta cortar árboles para dar de comer a todas las personas".
En su lugar, citó como medidas la lucha contra el desperdicio y la pérdida de alimentos, y la inversión en nuevas tecnologías para mejorar la productividad agrícola.
También presentó el informe de 2015 sobre el estado de los recursos forestales, según el cual en los últimos 25 años se han perdido unos 129 millones de hectáreas, lo que representa una superficie del tamaño aproximado de Sudáfrica.
No obstante, en los últimos cinco años el ritmo de deforestación ha caído más de la mitad respecto a los niveles de la década de 1990, a pesar del aumento de la población y del uso de productos forestales como la madera.
Mientras que en ciertos países se ha frenado la deforestación, en otros se ha incrementado la superficie forestal, dentro de un proceso difícil de medir incluso con sistemas por satélite.
El especialista de la FAO y autor del informe, Kenneth MacDicken, destacó ante los periodistas que en este periodo ha mejorado la gestión sostenible de los bosques, con más planes, certificados, estadísticas y supervisión que antes.
Pese a estos avances, los expertos reclamaron aún mayores esfuerzos frente a la deforestación o la conversión forestal en tierras para otros usos como la agricultura.
Y es que los bosques, además de integrar las respuestas al cambio climático, pueden ayudar a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria y nutricional, producir energía o conservar la biodiversidad del planeta, como pretende reflejar este congreso.
El tema central del XIV Congreso Forestal Mundial fue “Los bosques y la gente: invertir en un futuro sostenible”, con la finalidad de mostrar que las inversiones en el sector forestal son inversiones en la gente, y que son, al mismo tiempo, en el desarrollo sostenible.
El Congreso hizo hincapié en el papel que juegan los bosques en la generación de ingresos, la creación de empleo y la equidad, y en el nexo determinante entre bosques y cambio climático, conservación de la biodiversidad y sostenibilidad de los recursos hídricos.
El Congreso analizó las estructuras de gobernanza que propician una gestión sostenible de los bosques de todo tipo.