(Buenos Aires, 14 de Febrero de 2012). Con un galpón que duplicó sus dimensiones y la instalación de un nuevo y potente generador de energía, el aserradero de Abra Ancha de la Corporación Forestal Neuquina (Corfone) inauguró su nueva línea productiva, que incrementará por cuatro a partir de la incorporación de maquinarias de última generación traídas de Brasil. Además, se explicó el proyecto de una planta de biomasa.
Con la presencia de representantes del INTA, del sector rural y de los sindicatos vinculados a la construcción, el gobierno provincial dejó inauguradas las nuevas instalaciones del aserradero Abra Ancha, en la localidad de Aluminé.
El establecimiento, propiedad de la empresa estatal Corporación Forestal Neuquina (Corfone), contó con una inversión de $5 millones en maquinarias y obras complementarias, como la ampliación del galpón que pasó de 900 a 1.700 metros cuadrados. Abra Ancha es el aserradero más moderno y grande de la Patagonia y con la incorporación de esta nueva tecnología brasileña se proyecta cuadruplicar la capacidad actual del volumen de procesamiento de madera, pasando de 80 mil pies cuadrados por mes de producción a 350 mil. No obstante, y según el presidente de Forestal Las Marías -empresa correntina líder en el rubro-, el volumen que se podrá lograr será aún mayor.
Se explicó que a partir de ahora se generará valor agregado a la cadena forestal, desde las actividades extractivas en el bosque hasta el proceso de industrialización, con el consecuente aumento de la cantidad de puestos directos e indirectos de trabajo (hoy el establecimiento cuenta con 73 operarios).
El aserradero de Abra Ancha fue inaugurado por el entonces gobernador Felipe Sapag. Es el único destinado al procesamiento de coníferas en toda la zona centro de la provincia del Neuquén, que es la de mayor superficie forestada con esa especie, abarcando casi el 80 por ciento del volumen de madera proveniente de especies exóticas de la provincia, según datos del inventario provincial.
Los productos que se obtienen son tacos para pallets, que se venden en estado verde y son enviados rápidamente a la zona del Valle para armado de bins para fruta, tablas para machimbre y tirantes que se secan en el Parque Industrial de Junín de los Andes.
También bloques de madera que se utilizan para las obras realizadas mediante el sistema constructivo de Corfone, que utiliza el ladrillo de pino ponderosa, agregándole valor a la madera.
En esta estrategia de diversificar su producción tiempo atrás se empezó con la elaboración de bloques de madera para la construcción de casas, una oferta que ya tuvo su recepción en el Instituto Provincial de la Vivienda y Urbanismo (IPVU). Este organismo tiene en construcción 10 unidades, de 55 metros cuadrados, en Andacollo. La línea de aserrío de Abra Ancha es de fabricación chilena y se pensó con el objetivo de procesar rollizos provenientes de primeros raleos de confieras, razón por la cual la máquina principal corta un mínimo de 15 centímetros y un máximo de 32 centímetros en punta fina. Esta línea de aserrío tiene 12 años de uso y en estos años se le han ido incorporando avances para hacerla más productiva y aumentar la seguridad del personal. Al final de la línea de producción, luego de que la madera pase por el baño anti-mancha, se realiza en forma manual el armado de los paquetes, clasificando las tablas por escudarías y largos, atándolos con una sunchadora.
Los productos obtenidos son: tacos para pallets, que se venden en estado verde y se dejan en un sector de playa para ser enviados rápidamente a la zona del Valle para armado de bins para fruta; y tablas y tirantes, para los cuales se confeccionan paquetes con separadores y enzunchados para ser enviados al secadero del Parque Industrial, de Junín de los Andes. En la zona de Abra Ancha en la actualidad hay plantaciones de más de 30 años, con uno, dos y hasta tres raleos en algunos casos, creciendo en sitios que producen algunos de los más altos rindes de la Patagonia, generando rollizos de gran diámetro.
Además se genera un desperdicio que lo conforman la cantonera, el aserrín y la viruta. Estos residuos van por debajo de la máquina por cintas transportadoras, son molidos y se van a transformar en la materia prima de la futura central de energía a partir de la biomasa. Esos residuos se acumulan como insumo para distintas producciones que lo demandan, en general, para consumos chicos como jardines.
“Cuando muchos plantean que una empresa pública no puede ser eficiente le están errando, el ejemplo del BPN y de otros organismos y empresas del Estado lo demuestran”, afirmó el ministro de Desarrollo Territorial de la provincia, Leandro Bertoya y agradeció “a todos los trabajadores de Corfone que en silencio han hecho esta enorme tarea. Quiero reinvindicar la política y el Estado como herramienta para transformar la realidad social y económica de los pueblos”. “En este caso -recalcó- la herramienta ha sido Corfone, el Estado provincial y el gobernador Jorge Sapag que ha decidido transformar Abra Ancha y buena parte del territorio provincial”.
Proyecto Biomasa Forestal
En el marco del proyecto “Generación de energía eléctrica con biomasa forestal en Aluminé”,
impulsado mediante un convenio entre la Corporación Forestal Neuquina (Corfone) y el Ente
Provincial de Energía de Neuquén (EPEN), están en marcha las acciones para la formulación del anteproyecto y el estudio de factibilidad para la instalación de la planta de biomasa, que genere energía a partir del uso de residuos forestales de distinto origen.
Las tareas están a cargo de la consultora Agrest – Esin, que resultó seleccionada de entre cinco propuestas. Personal de la consultora y representantes del Consejo Federal de Inversiones (CFI), que financia la iniciativa, trabajaron durante tres días en el aserradero de Corfone en Abra Ancha (Aluminé), adonde se dio inicio al relevamiento y a las primeras tareas de campo.
Las primeras actividades que se realizaron fueron: relevamiento de la disponibilidad de biomasa, relevamiento hídrico, visita a la Estación Transformadora del EPEN, búsqueda de información para realizar un estudio de impacto ambiental y recolección de muestra de ramos, corteza y rollizos de pino ponderosa y contorta. Además solicitaron información referente a inventario de bosques y costos de transporte. El trabajo tiene un plazo de ejecución de 180 días con la presentación de un informe preliminar a los 90 días.
Fuente:
La Mañana Neuquén digital
Corporación Forestal Neuquina