Desde mediados de 2008, el sector forestal se ve sumergido en una crisis que no deja bien parado a ninguno de sus actores. La prolongación de esa situación generó que los productores tomen diferentes medidas para salvaguardar sus industrias. Además, el clima está agudizado por la caída de Estados Unidos y España como los principales mercados para las exportaciones.
La preocupación por la situación que afecta al sector es compartida por todas las provincias, desde Chaco hasta Chubut y principalmente se encuentra radicada en la zona litoral de la República.
En Corrientes y Misiones, como en las provincias nórticas, los productores piden a las autoridades nacionales que apliquen medidas para incrementar las inversiones en el mercado interno. Paralelamente, aumenta la tasa de trabajadores despedidos en aserraderos y plantas de triturado. También se registraron fábricas paralizadas por el retroceso que tuvieron las ventas por la crisis que vive la construcción no sólo en Argentina, sino en el mudo.
Una de las medidas posibles para reactivar el flujo de las exportaciones es “reducir la retención a los productos con valor agregado”, argumentó en diálogo con Desarrollo Forestal el asesor de la Cámara de la Madera (Cadamda) y directivo de la Asociación Forestal Argentina (AFoA), Jorge Barros.
“Con la reducción del 50 por ciento de las retenciones a los productos con valor agregado, los pequeños productores tendrían mayores oportunidades”, argumentó Barros y agregó que por la caída de las ventas al exterior, “el mercado interno esta desbordado y no puede de ninguna manera absorber la oferta”, por lo que se produjo una acumulación de stock.
Por otro lado, se estiman que sólo en territorio correntino se podrían atraer inversiones por más de 3.000 millones de dólares, teniendo en cuenta las más de 300.000 hectáreas de bosques plantados. No obstante, Barros consideró que la caída financiera internacional entorpece la llegada de capitales interesados en invertir en el sector.
Los empresarios nucleados en AFoA no tienen buenas perspectivas para el sector, teniendo en cuenta que si la actividad productiva no se puede mantener se pondrán en riesgo miles de puestos de trabajo. En este sentido, la industria forestal de la Región Mesopotámica ha mostrado un considerable retroceso en la producción, por lo que las plantas de aserrado, compactado y triturado de madera han despedido a mucho personal.
Con la caída de las exportaciones se produjo a nivel nacional un excedente de madera de pino, un abaratamiento de los precios y la quiebra de algunas PyMEs.
Por otra parte, desde la entidad empresaria también consideraron de especial importancia la pronta concreción y aprobación de los proyectos de Ordenamiento Territorial de las provincias, sin los cuales no se puede instrumentar la Ley de Presupuestos Mínimos.
Foto: Archivo Desarrollo Forestal