(Buenos Aires, 19 de julio de 2011). La presentó el Taller de Arquitectura II de la carrera de Arquitectura (FADAU-UM), que tomó como base una investigación sobre vivienda social. Se trata del módulo mínimo de habitación llamado “Módulo i”, hecho en madera, con nueve metros cuadrados de superficie en planta baja e ídem en terraza. “Módulo i” es una maqueta en escala 1:1. La presentó en BATIMAT 2011 –y luego repitió en la más reciente FITECMA 2011- el Taller de Arquitectura II de la carrera de Arquitectura, de la Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Urbanismo de la Universidad de Morón (UM). El proyecto parte de la base de que cualquier persona, sin conocimientos específicos sobre construcción, pueda hacer su propia vivienda. Todo Madera se entrevistó en Batimat 2011 con el arquitecto Alejandro Borrachia, profesor titular de la materia.
– ¿Cómo surgió el proyecto?
– Es una experiencia que tiene dos entradas. Una entrada es desarrollar desde una cátedra de arquitectura algo que está en un plano experimental. La segunda es ver si podemos, de alguna manera, cambiar la forma de enseñar arquitectura en los talleres llegando a construir cosas. Porque la verdad es que hasta ahora en arquitectura se enseña en papel, con maquetas, pero el alumno no tiene una experiencia directa con el material hasta casi la finalización de su carrera.
– ¿Cuáles eran los lineamientos que encontraron en ese proyecto de vivienda social? ¿A qué enfocaron para armar este proyecto?
– En esta experiencia de vivienda social realizada en el Instituto era ver si podíamos generar alguna alternativa para el Plan Federal, en donde el dinero que va destinado a un pueblo para la construcción generalmente vuelve a distintos centros urbanos porque hay que comprar materiales como el cemento o en ladrillo. La idea era alterar esa lógica, trabajar con una materia prima noble como la madera, que se encuentra en muchos puntos del país.
– Viendo el prototipo pareciera ser una vivienda más apropiada para el norte del país.
– Ésta es una vivienda más pensada para el norte. Está pensada como vivienda rural en zonas donde el clima es más benévolo y donde la madera está más a mano.
– ¿Cabe la posibilidad de que el techo sea a dos aguas?
– En realidad, no tendría por qué ser a dos aguas en este caso. Incluso, podría tener sólo una pendiente. Lo que hay que entender es que en este proyecto el diseño o el prototipo en sí no están cerrados, sino que está intentando contar algo. Contar cómo se puede enseñar arquitectura, cómo se podría hacer vivienda social con madera, cómo se podría hacer una prefabricación in situ.
Fotos: Todo Madera.
Más información en Todo Madera impreso de julio.