La madera como complemento de la mampostería en Mármol, Gran Buenos Aires

Vivienda madera Almirante Brown
*Por Ing. Ftal. Martín Sánchez Acosta (EEA INTA Concordia)

Vivienda madera Almirante Brown: Martín Sánchez Acosta escribió para Todo Madera este artículo que indaga en la ampliación de una casa en planta alta realizada en madera, sobre una construcción existente en mampostería.

La obra se realizó en José Mármol, partido de Almirante Brown, ubicado en el conurbano bonaerense sur.

El autor entrevistó al autor del proyecto, arquitecto Julián Puyal, y a uno de los constructores, técnico forestoindustrial Nicolás Zakowicz. La obra se ejecutó en cinco meses.

Hay diversos factores que están haciendo que las construcciones se hagan, o crezcan, en altura con más de una planta (menor disponibilidad de terrenos, más pequeños, etc.).

El presente es un caso típico de una construcción existente en mampostería de una planta, a la cual se decidió ampliar con una segunda planta, construida totalmente en madera.

También se plantea la disyuntiva entre “casas de madera” o “con madera”. Éste es un claro ejemplo de complementación, donde ampliar en un segundo piso es frecuentemente factible y sencillo de realizar por su bajo peso.

Usualmente nuestros artículos son desde nuestra perspectiva como INTA-CEDEFI (CEDEFI es el Centro de Desarrollo Foresto Industrial, que tiene por objetivo promover la cadena foresto industrial de la provincia de Entre Ríos, en pos del fortalecimiento de la actividad).

Pero en este caso particular de una obra en el gran Buenos Aires, fuera de nuestro ámbito, nos resultó interesante conocer la óptica y experiencia desde el punto de vista del profesional proyectista y del constructor, de trabajar con madera complementando a la mampostería.

Hubo dos entrevistas. La primera fue con arquitecto Julián Puyal, por parte del estudio, y la otra se desarrolló con Nicolás Zakowicz, por parte de los constructores.

Vivienda madera Almirante Brown
Planta alta de madera. “Tanto el propietario como el estudio estuvieron de acuerdo en que toda ampliación sea en madera, por su calidad constructiva, sustentabilidad y también un poco por curiosidad”, señaló el arquitecto.

Mirada de arquitecto

– ¿De qué se trata la obra?

– Era una casa chorizo de principio del siglo XX de unos 125 metros cuadrados, adquirida en 2018, con la idea de ser modificada acorde a las actividades del propietario (profesor de Yoga).

Entre los requerimientos de proyecto estaban un salón para poder dar clases y dos habitaciones, donde tanto el propietario como el estudio estuvieron de acuerdo en que toda ampliación sea en madera, por su calidad constructiva, sustentabilidad y también un poco por curiosidad.

Parte de la mampostería existente se demolió -estaba en mal estado y quitaba luz natural-, pero se conservó y adaptó el resto de la casa existente. En la ampliación en la planta alta, en madera, se ubicaron el dormitorio principal, con una posición casi dominante sobre el terreno y la galería, un baño y un estudio o espacio indefinido.

Un espacio ambiguo para ser pensado posteriormente, mientras se habitase la casa y no por querer satisfacer una necesidad funcional. Ambos niveles se vinculan mediante una escalera en dos tramos iluminada por un tragaluz en la cubierta.

– ¿Por qué decidieron combinar madera con mampostería? ¿Tenían experiencia?

– No habíamos construido con madera previamente. Siempre me fascinó una casa de madera en la costa, de formas libres y crecimiento orgánico a lo largo de los años. Tenía “sonido”, movimientos del interior, las escaleras, todos sonidos blandos… daba la sensación no de un objeto habitable, sino de un ser habitable.

Un curso de construcción en madera en el INTI en 2015 me acercó a las técnicas constructivas en madera y su tecnología, pero no era muy fácil encontrar un cliente que se animase a dejar de lado los prejuicios culturales sobre la madera.

– ¿La decisión de emplear madera fue del propietario o fue propuesta del estudio?

– Fue conjunta. El propietario tiene un compromiso personal con la ecología y la permacultura; sumado a mi deseo de construir con madera, la decisión fue casi instantánea. La única condición que puso el propietario, por su perfil, fue la de no utilizar productos de madera fabricados con adhesivos, por lo que hubo que adecuar las técnicas al empleo de sólo madera sólida.

Vivienda madera Almirante Brown
Imagen del techo una vez terminado.

– ¿Como profesionales tenían duda respecto a la madera y su relación entre costo y calidad?

– Dudábamos respecto al costo final de la construcción. Debíamos considerar el flete de toda la madera de eucalipto grandis desde Entre Ríos, pero un buen cómputo y la compra del constructor de la madera colaboró mucho en el resultado. El costo fue el previsto y la calidad espacial es muy superior a la de una construcción en mampostería.

Los tiempos de ejecución se redujeron notablemente. Primero, por la rapidez de ejecución en esta tecnología y además porque permitió que dos equipos constructivos trabajaran simultáneamente, uno en madera, y otro en mampostería. La obra se ejecutó en cinco meses.

– ¿Por qué decidieron usar eucalipto grandis?

– Decidimos usar eucalipto grandis por su calidad, su apariencia y precio, básicamente. Es una madera económica y noble con la que pudimos resolver tanto la estructura como la rigidización diagonal y los revestimientos.

Además, hay gran disponibilidad por tratarse de madera de plantaciones forestales. No se corre el riesgo que sean maderas nativas de deforestaciones.

– ¿Por qué contrataron un grupo de Entre Ríos?

– La dificultad estaba en encontrar un equipo de constructores profesionales locales, no conocíamos a ninguno. Luego de hacer entrevistas, decidimos por un grupo de Entre Ríos, donde hay experiencia con base técnica.

Después de dialogar técnicamente no nos quedaron muchas dudas respecto de con quién realizar la obra. Durante el transcurso de la obra, y con los buenos resultados en lo constructivo, se generó además una buena relación personal.

Vivienda madera Almirante Brown
Vista de la obra terminada

– ¿Qué cambios de trabajo usuales en el diseño les generó el usar madera?

– Tuvimos que investigar bastante el sistema de plataforma y entramado, el cual conocía teóricamente. Por nuestra formación se tiene muchas dudas en detalles, pero la experiencia del constructor, siendo técnico forestoindustrial, se fueron despejando en el avance de obra. Lo más difícil de la parte proyectual fue encontrar una solución formal y técnica de la cubierta.

Tenía intención de que la cubierta diese la impresión de no ser muy rígida, sino flexible y liviana, como una tienda hindú o una carpa. Hubo que adecuar el volumen de aire en el ático como para poder satisfacer los requerimientos térmicos.

La cubierta entonces conforma una galería de doble altura soportada únicamente por una columna, un tronco de eucalipto, de 6 metros y unos 600 kilogramos, por lo que hubo que diseñar la logística y su anclaje a una base de hormigón, escondida.

El interior está totalmente revestido en madera por tablas de eucalipto grandis pulidas y terminadas con aceite, tanto muros como cielorrasos.

– ¿Qué ventajas le vieron al sistema constructivo?

– Como ventajas están los citados significativamente menores tiempos de ejecución, pero la mayor ventaja que destaco es la calidad del espacio y la acústica, que personalmente encuentro muy importante en cuanto a la percepción del espacio.

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Techo torsionado. Dijo el arquitecto, Julián Puyal: “Lo más difícil de la parte proyectual fue encontrar una solución formal y técnica de la cubierta. Tenía intención de que la cubierta diese la impresión de no ser muy rígida, sino flexible y liviana, como una tienda hindú o una. carpa. Hubo que adecuar el volumen de aire en el ático como para poder satisfacer los requerimientos térmicos. La cubierta entonces conforma una galería de doble altura soportada únicamente por una columna, un tronco de eucalipto, de 6 metros y unos 600 kilogramos”.

– ¿Volverían a construir en madera?

– Sí, obviamente. Y me gustaría no volver a construir en otro sistema constructivo que no sea en madera. Fue complejo el proceso de compra y traslado, pero superada esta etapa fue una obra muy limpia y rápida.

– ¿El propietario quedó conforme?

– Sí, quedó más que satisfecho con la obra porque se logró responder a todas sus necesidades y además porque la casa tiene una espacialidad y una calidad técnica que pocas veces logré en obras que realicé anteriormente, en gran medida gracias al equipo con el que ejecutamos la construcción.

– ¿Quiere agregar algo?

– Quiero agradecer a Adriana Smud, quien dirigió la obra con mucha paciencia y la llevó a buen término. También al equipo constructor en madera que además de la prolijidad y profesionalidad siempre pusieron buen humor. Y a mi equipo de Ortega, Alexis, Elías y Guido, albañiles paraguayos, que estuvo a la altura de las exigencias del cliente y la obra.

Los oficios de la construcción son muchas veces marginados por el sistema económico propio del mundo inmobiliario, y la mayoría de las veces no se valora su trabajo y dedicación.

Y creo que un arquitecto sin su equipo de albañiles y constructores no es más que un técnico con pretensiones y muchas dudas, y es en el trabajo conjunto con la mano de obra donde se arma de a partes lo que imaginó. Como dijo Bachelard: “Todo es indicio antes de ser fenómeno, en este cosmos de los límites”.

* Martín Sánchez Acosta (sanchezacosta@inta.gob.ar) es ingeniero Forestal y tiene una maestría realizada en España. Trabaja como investigador en EEA INTA Concordia hace más de 30 años y es uno de los principales divulgadores de la construcción en madera en la Argentina. Edita el boletín gratuito Novedades Forestales (novedades.forestales@inta.gob.ar), que llega a 55 países y tiene 9.000 suscriptores directos por correo electrónico. Más información: www.inta.gob.ar/concordia

Fotos: Gentileza Julián Puyal y Nicolás Zakowicz.

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