El Índice Construya (IC), que mide la evolución de los despachos al mercado interno de los materiales destinados a la construcción de viviendas por parte de las empresas asociadas, mostró en junio arrojó una leve contracción de 0,7 por ciento respecto del mes anterior, según informó Grupo Construya (Informe Nº 52) al sitio de AEV (Asociación de Empresarios de la Vivienda). El informe completo.
El transporte de bienes -así como también el de pasajeros- resultó muy afectado, tanto el correspondiente a materias primas y bienes intermedios, como el relacionado con bienes finales.
Para contar con una idea más precisa de la tendencia que está siguiendo la actividad sectorial, resulta más adecuado efectuar comparaciones entre los acumulados del primer semestre del año y de igual período del año pasado, así como entre puntas del año en curso. En el primer caso, IC registró una caída de 15,7% y los despachos de cemento portland otra de 5,2%. En el segundo caso, IC acumuló una recuperación de 12,8%. Los despachos de cemento no se pueden comparar de esta forma, porque no se cuenta con estadísticas desestacionalizadas.
¿Qué nos dicen estas variaciones? Que la construcción, al igual que los demás sectores productores de bienes de capital (o de inversión) y de bienes durables de consumo, viene atravesando una recesión desde el último trimestre del año pasado.
Pero esta recesión que enfrenta el sector tuvo una característica especial. Tras un prolongado período de desaceleración en la tasa de expansión de la actividad, a partir de septiembre-octubre del año pasado la demanda de insumos se paralizó en forma brusca.
Los despachos de los principales insumos se desplomaron en esos meses, producto de un enfriamiento de la demanda final y de la consecuente desaceleración de la suba de los costos que pasó a desincentivar el acopio de materiales como forma de cobertura, tanto de los distribuidores como de los constructores.
A partir de 2009, en la medida que las existencias acumuladas se fueron acomodando a la nueva demanda final, la actividad de los fabricantes de insumos logró estabilizarse y en los últimos meses comenzó a recuperarse con relación al piso del último trimestre de 2008.
La recesión llevó a que los costos de construcción medidos en moneda local crezcan a una velocidad menor que en el pasado reciente (que lo denominamos “desinflación”). Asimismo, el exceso de demanda de dólares hizo que el valor del peso argentino cayera en los meses pasados y las expectativas de que el proceso se extienda en el tiempo todavía son altas.
Todo esto jugó y juega a favor de la postergación de la compra de insumos y de la contratación de personal para la puesta en marcha de las obras, ya que el costo de construcción en dólares viene disminuyendo y se espera que esto continúe en los próximos meses.
Sin embargo, como el dólar está cayendo a nivel internacional, en realidad la caída de los costos de construcción es más significativa cuando se utiliza como unidad de cuenta otra moneda “dura”, como ser el euro.
Las estadísticas sectoriales desagregadas son coincidentes con lo que planteamos en el párrafo anterior. Los dos insumos más relacionados con la puesta en marcha de obras de multivivienda (edificios) son los que resultaron más afectados. En los primeros cuatro meses del año los despachos al mercado interno de cemento portland disminuyeron 8,7% anual y los de hierro redondo para hormigón hicieron lo propio a un ritmo de 14,9% anual. La diferencia de ritmos pudo deberse al hecho de que el primero es perecedero.
Por último, las perspectivas sectoriales están atadas a la evolución de la incertidumbre. Hasta tanto no comience a despejarse, el mercado inmobiliario y la construcción de inmuebles continuarán mostrando niveles de actividad reducidos en comparación con los máximos registrados en 2007 y en el primer semestre de 2008.
En el caso particular del mercado inmobiliario, el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires publicó recientemente el número de escrituras autorizadas en lo que va del año. En enero-mayo de 2009 se registraron 16.083 transacciones, es decir 40% menos que en igual lapso del año pasado. Éste fue el nivel más bajo de los últimos 16 años por lo menos, en tanto enero-mayo de 2008 fue el segundo más alto del período considerado (detrás del correspondiente a 1998).
En línea con lo expuesto en los dos párrafos previos, la superficie aprobada para construir obras privadas en los principales 42 municipios del país, que como siempre destacamos constituye un indicador adelantado de la actividad, en mayo registró un importante retroceso de 36,7% interanual, quedando el total en un nivel de 624.150 metros cuadrados (según las estimaciones del propio INDEC).
De esta forma, en los primeros cinco meses del año la superficie autorizada fue de 3,03 millones de metros cuadrados y quedó ubicada 22% por debajo del nivel registrado un año atrás. Peor aún, en la Ciudad de Buenos Aires, el retroceso de la superficie autorizada para construir llegó a 45,4% con relación a enero-mayo de 2008. En los primeros cinco meses del corriente ejercicio se aprobó un total de 694,3 mil metros cuadrados.