Un estudio realizado entre arquitectos e ingenieros de todo el país sobre la relevancia de la aislación térmica en las edificaciones detectó que a la hora de construir los clientes perciben como más caro el costo del aislamiento que el ahorro energético que éste proporciona a largo plazo. La mayoría sólo requiere buenos precios. Los especialistas adjudican esta falencia a la falta de cultura de ahorro energético.
Según los resultados de la investigación organizada por la Asociación Argentina del Poliestireno Expandido –AAPE- y realizada por la empresa Cicmas, la aislación térmica siempre es requerida por el cliente desarrollista de grandes emprendimientos -debido a la exigencia de cumplir con las normas de calidad establecidas- pero en el caso de las viviendas residenciales son los profesionales quienes sugieren el tipo de aislación y los materiales más convenientes.
En general, los usuarios no consideran la aislación térmica como una prioridad durante la etapa constructiva, a excepción de aquellos que viven en climas poco amigables, ya que la mayoría sólo requiere buenos precios.
Los datos publicados en el informe detallan que a lo largo de los últimos tres años los profesionales incorporaron aislación térmica en cerca del 67 por ciento de las viviendas residenciales que construyeron, aunque reconocen que la misma no fue completa ni suficiente.
Dos de cada tres de sus clientes consideraron importante aplicar una buena aislación, encontrándose el promedio más alto en La Patagonia –con más del 80 por ciento- y el más bajo en Buenos Aires –con el 62 por ciento-.
Por su parte, los profesionales del área recomiendan aislar bien por el ahorro energético y económico a largo plazo y acentúan en la falta de cultura de ahorro energético y al atraso que tiene Argentina respecto del resto del mundo en temas como normativas y códigos en la construcción.
Este estudio forma parte de la Campaña Aislar Bien organizada por AAPE (www.aislarbien.com.ar)