Madera Artesanos muebles carpinteros: AITIM (www.aitim.es), Boletín de Información Técnica español con el cual D&F Muebles tiene un convenio de intercambio de información, reseñó algunas reflexiones brindadas por Bernardo López Lozano, titular de TAMAT Carpintería. Una profesión cuyas evidencias más antiguas se remontan a 7.500 años atrás. “Nada se destruye, todo se transforma.
5469 a.C.: Los primeros carpinteros
Las estructuras cuadrangulares hechas en madera de roble mediante artesas vanas que conforman la contención de las paredes de un pozo, se descubrieron cerca de Leipzig a finales de 2012. Son el antecedente más antiguo de elementos de madera manufacturados de la historia de la Humanidad. A inicios del Neolítico, convierte a los primeros agricultores, en los primeros carpinteros que con hachas de piedra de dos usos y tamaños diferentes, buriles de sílex y cinceles de hueso realizaron estructuras cuadrangulares con entalladuras de ensamblaje de media madera, de caja, espiga y llave que son la base primera de la técnica esencial de la conformación de estructuras de madera.
El primer paso estaba dado. Aun no se había inventado la rueda que aparecía hacia el 3000 a C. “La sagacidad del espíritu, la paciencia y el ingenio”, tal como lo expresa D’Alambert, de forma constante e inexorable, forzó el avance de la técnica en la mejora de los útiles de trabajo, de las herramientas.
Madera Artesanos muebles carpinteros: Las Herramientas son Maestras del Maestro.
Con el advenimiento y desarrollo de la metalurgia el salto cualitativo en la confección de herramientas primero en cobre, posteriormente en bronce hasta llegar al hierro, supuso el principio real del desarrollo de técnicas de la transformación de la madera creándose casi de forma simultánea las principales y más básicas herramientas que han sido traídas y perfeccionadas hasta nuestros días.
De esta manera aparecen la azuela, la sierra dentada, los cinceles, gubias, escuadras, la vara de medir, el taladro de arco, todas ellas conocidas por la civilización egipcia, a los que se suman el cepillo, la garlopa y los formones y escoplos de los que se tiene constancia expresa.
Es debido fundamentalmente al avance en la técnica de la producción de las herramientas y la mejora de los procesos que proporciona por lo que estas civilizaciones experimentan un avance espectacular en lo que respecta a la consecución de infraestructuras, arquitectura civil, naval y suntuaria.
Los egipcios, incluso aun no disponiendo de madera adecuada de primera mano, la cual importaban desde Fenicia, el sur de África y Oriente medio, desarrollan su industria naval, forman un elenco de técnicas y elementos accesorios para sus construcciones soberbias y crean un estilo de mobiliario en donde aparecen elementos de uso no existentes hasta la fecha. Camas, escabeles, sillas, féretros realizados mediante nuevas técnicas expresas de carpintería como son el machihembrado y la cola de milano, hacían de sus estructuras elementos rotundos en cuanto a estética, sistema constructivo y funcionalidad. Incorporaron el bastidor, armadura perimetral que se ciega con tablas insertas o adosadas y que se constituye como el sistema básico de construcción en madera y que pervive aun hoy en día. Conocían las colas animales para reafirmar los ensambles y desarrollaron el chapeado y la taracea con maderas como el ébano, el cedro máquina de madera única que significó una revolución en la difusión del saber y el conocimiento.
La industria naval cobra protagonismo y se convierte en punta de lanza del desarrollo y avance de los procesos técnicos y constructivos. La carpintería se agiliza recuperando formas y volúmenes clásicos. Aparecen nuevos desarrollos de herramientas y procesos que permiten una sofisticación en las molduraciones y estructuras. Se recuperan los bastidores y armazones. Las carpinterías se adornan y recuperan formas airosas y adornadas que permiten los nuevos cepillos con hierros de moldar, procesos nuevos o recuperados de acabados mediante barnices de resinas y aceites que ya se conocían en el mundo clásico. Las conquistas de los territorios de ultramar proveen de nuevas maderas desconocidas hasta entonces y por ende alivian la presión que la explotación masiva de los bosques europeos esquilmados por la industria naval, la ingeniería, la construcción civil y el uso como forma de energía primaria de la madera puso en serios apuros el sostenimiento del desarrollo de la sociedad occidental de la época.
Se suceden los siglos XVI y XVII con un avance constante de las formas que acompañan el Manierismo y la aparición del Barroco como corrientes artísticas y de pensamiento. Aparece la especialización en las tareas constructivas. El auge de la demanda de variables en cada uno de los oficios artesanales condujo a una especialización de las labores. Ensambladores, tallista, o carpinteros de lo blanco, carpinteros de lo prieto, ebanistas, doradores, forjadores… Aparece en escena un elenco profuso de profesionales que organizados en gremios transmiten sus conocimientos, desarrollan nuevos procesos técnicos y acompañan las corrientes artísticas que se van sucediendo. De esta forma, una vez que se supera el Renacimiento clásico y el Barroco va tomando presencia, las formas en la carpintería se hacen igualmente profusas. Los paños diáfanos de tableros moldados y enmarcados en sobrias molduraciones clásicas se llenan de peinacería con pequeños plafones moldados que en la carpintería española adquiere seña de identidad reconociéndose posteriormente como carpintería castellana. Los herrajes se hacen sofisticados y labrados de forma exquisita, aparece la ballestilla, el trinquete, la “españoleta”, falleba de gancho con sosteniente que siendo invento español seguramente devenido de la industria naval, como apunta con criterio Enrique Peraza, será el modelo que posteriormente evolucionará en Francia en forma de cremona de bronce ricamente labrada al gusto de la época. El mueble cobra ya un protagonismo propio y se constituye como un elemento netamente suntuario en donde la investigación de los procesos y acabados dan como resultado magnificas piezas adornadas lujosamente con chapeados de maderas exóticas, tomando formas en plumeados, países bronces y tallas con motivos vegetales de una viveza y movimiento que denotan un esplendor único.
Por encima de todo, es preciso resaltar que, si bien las tareas se especializan y los procesos constructivos se desarrollan logrando una capacidad técnica sobresaliente, todas estas labores no dejan de tener, hasta bien entrado el siglo XIX, una componente netamente artesanal. Los procesos de extracción de las maderas utilizadas, su aserrado, escuadrado y elaborado para la consecución de armazones, bastidores, tablazones, chapados y tratamientos de acabados siguen realizándose estrictamente mediante medios manuales. En la primera mitad del siglo XIX los avances que se van a producir en la incipiente revolución industrial que va tomando forma, supondrán un salto cualitativo en las formas y modelos de la carpintería, el mobiliario, la industria naval y la ingeniería civil y de construcción. Hacia 1870 aparecen las primeras mecanizaciones de las tareas de aserrado corte y moldado de los elementos de madera. Inglaterra y Francia se convierten en punta de lanza del desarrollo tecnológico industrial y los procesos de elaboración sufren un cambio drástico que será el comienzo de la transformación del modelo productivo que aun hoy prosigue de forma inexorable.
Esta tecnificación de los procesos abunda aún más en un aspecto que hemos ido viendo a lo largo del proceso de desarrollo de los modelos de carpintería y ebanistería ya descriptos. Progresivamente, las grandes escuadrías de cuadrado, que confiaban la solidez de las estructuras a la incorporación de volumen, por mor del refinamiento de los perfiles de las carpinterías, estructuras y composición del mobiliario dando como resultado una estilización y depuración de las formas resultantes.
La tecnificación y mecanización de los procesos de elaboración, aun acompañando a los estilos que se han venido sucediendo, tales como el historicismo imperante a finales del s. XIX y principios del XX, el modernismo que supo aunar tecnificación y artesanía el Art Decó y la ruptura que supuso posteriormente el desarrollo de los conceptos de la Bauhaus, ha conducido de forma paulatina e ineludible a los oficios artesanales en reductos de conocimiento más y más pequeños cada día situándolos en un camino que conduce clara e inexorablemente a la extinción y el olvido.
No obstante, nada se destruye, todo se transforma. Ejemplos a seguir nos lo muestran Peter Zurthom o Guillermo Hevia en sus obras llenas de conocimiento, oficio y expresión simbólica.
Según André Hermant “el actual significado a un fenómeno histórico bastante reciente. Durante siglos el arte era la manera de hacer de los artesanos. La industria, sustituyendo el artesanado, dejó subsistir el arte por el arte, con fines estéticos no utilitarios”. Seguiremos pues, siendo Artesanos.
Seguiremos pues, siendo Artesanos”, escribe el autor.
Leer: Pionero del diseño de muebles, constructor y artesano salmantino
Fuente y fotos: Número 239 de AITIM, (www.aitim.es), Boletín de Información Técnica.
