Salón del Mueble de Milán 2019 tuvo su 58º edición del 9 al 14 de abril en esta ciudad italiana. Debutaron nuevas narraciones y recorridos expositivos, simultaneándose con el homenaje al genio de Leonardo da Vinci. Visitaron el evento 386.236 personas de 181 países, lo que representó un aumento del 12 por ciento respecto de la edición 2017, que también contó con Euroluce y Workplace 3.0. Información de prensa enviada por los organizadores.
Visitaron el Salón del Mueble de Milán 386.236 personas de 181 países, lo que representó un aumento del 12 por ciento respecto de la edición 2017. En opinión de los organizadores, el evento terminó con una nota extremadamente alta, tanto en término de número de visitantes como en cuanto a la calidad de las transacciones.
“Hemos finalizado esta edición del Salón del Mueble con un sentimiento muy positivo. Hemos invertido en calidad y hemos demostrado una vez más nuestro deseo de mejora permanente, trabajando de cerca con diseñadores, artesanos y profesionales de la comunicación y de la cultura. Todo ello con el objetivo de seguir innovando en productos, procesos y en narrativas que sirvan para realzar el valore de los objetos de diseño. Consecuentemente, hemos visto que aumentaron las ventas, pero en particular hemos visto que todos tomaron nota de nuestro entusiasmo, nuestra habilidad para crear un sistema y para afrontar el Salón como algo que es mucho más que un negocio, que puede ofrecer una experiencia global, en la cual lo que cuentan son las ideas”, señaló Claudio Luti, presidente del Salón del Mueble de Milán.
Hubo esta vez 2.418 expositores, de los cuales el 34 por ciento correspondió a 43 países, incluyendo a 550 diseñadores sub 35 que participaron del Salón Satélite.
La impronta de da Vinci
Bajo el signo del ingenio de Leonardo, abrió sus puertas la 58º edición del Salón del Mueble de Milán. Y el Manifiesto incorporó esa nueva palabra. Unas escenografías expositivas inéditas narran formas, materiales y filosofías del interiorismo de hoy y de mañana.
“Ingenio”, “visión”, “innovación”, “excelencia sostenible” y “emoción” constituyen el léxico familiar del Salón. En la línea de salida, vuelve a confirmar su esencia cada vez más global, incluyente y dialogante con la ciudad, las instituciones y el sistema creativo y productivo del interiorismo.
La 58º edición del certamen plasma su vocación de laboratorio experimental, consagrado a la “polinización cruzada” cultural: lugar de encuentro y de nuevas oportunidades para reflexionar sobre el mundo del diseño y el proyecto.
“Al inaugurar su 58º edición, el Salón del Mueble se reafirma como un evento global: pivote de un sistema virtuoso, que hunde sus raíces en Milán al tiempo que se proyecta hacia todo el mundo, generando relaciones, oportunidades de negocios y recorridos creativos que repercuten positivamente en la vida de nuestra ciudad y en todo el sistema del diseño”, dijo Luti, presidente del evento.
“Por dicha razón, seguimos invirtiendo en la idea de un trabajo en equipo, donde todos los que lo integran se sienten implicados en nombre de un proyecto común, que les hace bien a las empresas, le hace bien a Milán y le hace bien al país”, agregó Luti.
“En este sentido, se han de interpretar nuestros esfuerzos para reforzar los vínculos con las instituciones, a fin de convertirlas en parte activa de un proceso que produce valor y suscita siempre un entusiasmo renovado. Con el objeto de ofrecer un certamen cada vez más abierto e incluyente, que viva y respire al unísono con el contexto en que nació”, finalizó el directivo.
“Ingenio” se suma al Manifiesto
El año 2019 llega con una palabra nueva que se suma al Manifiesto: “ingenio”. Es decir, esa forma de inteligencia que se plasma en creatividad, en sentido del talento y en habilidad genial para hacer y pensar.
Son las dotes distintivas que las empresas expositoras en el Salón encarnan tan bien. Los diseñadores, que colaboran con las empresas, las desarrollan sin cesar, mientras que las raíces, en que entronca la tradición del sistema manufacturero, siempre han sabido legarlas y nutrirlas.
“Las empresas italianas enfrentan la cita más importante del año, para el interiorismo y para la totalidad del Sistema País, a conciencia y con entusiasmo. Ello permitirá sentar unas bases cada vez más sólidas, para continuar plantando cara a la competencia de los mercados. La cadena productiva de la Madera y el Interiorismo da pie a una “polinización cruzada” con otros sectores, creando sinergias que la convierten en un sistema propiamente dicho. Nuestras empresas realizan productos de excelencia que poseen valor, incluso en términos culturales y sociales”, afirmó Emanuele Orsini, presidente de Federlegno Arredo Eventi.
“La belleza, el confort, la innovación y la sostenibilidad -agregó Orsini- son elementos que viven más allá del producto que decora nuestras casas. Merced a ello, se convierten en inspiración para toda la sociedad y estimulan a los jóvenes y al mundo del diseño en sentido lato. Y llegan a nuestro certamen ferial que, desde hace casi sesenta años, es un evento de gran impacto público y sumamente relevante en nuestro territorio”.
Y concluyó: “Así, la cultura, el diseño y el sistema industrial se convierten en un punto de referencia internacional. Y en un modelo virtuoso, de una Italia que funciona y sabe a la perfección que, para crecer, es fundamental invertir en la economía circular, en el trabajo y en la formación: tres áreas estratégicas que FederlegnoArredo sigue reforzando, a través del diálogo con las instituciones. Sobre todo, durante el Salone del Mobile”.
El Manifiesto
El Salón del Mueble, que hunde sus raíces en Milán, se propone resumir y subrayar sus puntos fuertes y los elementos de interconexión entre el evento y la ciudad. Sus objetivos consisten en proseguir con el proceso de internacionalización que ambos emprendieron y en entregar a la comunidad del diseño algunas ideas de proyecto para el futuro próximo.
El Manifiesto del Salón se redactó en 2018 y es un gesto de afecto para con la ciudad. Y una declaración de intenciones, encaminada a encauzar las fuerzas que, en Milán, pueden trabajar juntas para conservar el liderazgo del certamen y de la ciudad, así como para atraer ideas, proyectos y recursos nuevos. En 2019, el Manifiesto se enriquece con una palabra nueva: “ingenio».
El Salón del Mueble es un sistema de conexiones, creatividad e innovación. En una semana, con motivo del evento, llegan a Milán más de 300.000 personas: son empresarios, periodistas, coleccionistas, intelectuales, críticos, diseñadores, arquitectos, creativos, trabajadores del sector del conocimiento y amantes de la belleza. Se vuelven a encontrar año tras año, durante la semana del Salón, en un lugar que les da la bienvenida con una red de oportunidades.
El Salón es, ante todo, una emoción: transmite positividad, entusiasmo, espíritu emprendedor y buen humor. Las empresas que trabajan y diseñan están orgullosas de invertir en el evento que se convertirá en el centro de la atención mundial. Los arquitectos y los diseñadores concentran su creatividad con el objeto de expresarla en el Salón. Hay emoción a la hora de preparar un diseño que, a la postre, trasladará más emoción y empatía. También la máquina organizativa del certamen trabaja un año junto a las empresas para ofrecerles el mejor escenario posible.
Esta es la razón por la cual el Salón ya no es una simple feria sino una experiencia global: no sólo atrae a los visitantes profesionales que participan directamente, sino también a quienes no forman parte del negocio del diseño. Todos quieren estar en el Salone, en contacto con quienes crean, innovan, fabrican y compran. Las empresas, los creativos y los cazadores de tendencias quieren estar en Milán y ser los protagonistas del Salón del Mueble.
Así, se crea una cadena virtuosa: diseño – producto – calidad – innovación – ciudad – valor, que convierte al Salone de Milán en un fenómeno único. Infunden vida a dicho proceso algunos elementos esenciales: cada uno de ellos es una de las teselas que componen las intenciones del nuevo Manifiesto.
Las palabras que integran el Manifiesto son: Empresa, Calidad, Diseño, Sistema, Jóvenes, Comunicación, Cultura, Milán en el Centro, Ingenio.
Fuente y fotos: Salón del Mueble de Milán.
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