Los comercios cumplen así nueve meses consecutivos en baja acumulando un declive de 4,3% en el año, señaló un comunicado de CAME que a continuación se transcribe. Hubo derrumbes de hasta dos dígitos en 11 de los 17 rubros relevados. Esta vez tuvieron incidencia el cierre por el Día del Empleado de Comercio y el paro que dejó pérdidas para este sector.
Con muy poca gente en las calles, las ventas minoristas de los comercios pymes cayeron 9,2% en septiembre frente a igual mes del año pasado, medidas a precios constantes. Acumulan una baja anual de 4,3% en los primeros nueve meses del año.
Frente a agosto bajaron 2,8% (sin desestacionalizar), que se explica porque la demanda de consumo estuvo muy parada durante todo el mes. Es que septiembre tiene un día menos y, particularmente este año, al cierre por el Día del Empleado de Comercio se sumó el paro que dejó pérdidas en el sector por $12.539 millones. Todos los ramos que componen la oferta minorista se retrajeron, incluyendo caídas de dos dígitos en 11 de los 17 rubros relevados. “Todos los rubros están teniendo muy pocas ventas; en alimentos compran lo justo y necesario, cambiando marcas de productos por otros más económicos. Llevará bastante tiempo acomodar esta situación”, dijo María Colombo, de la Cámara de Comercio, Producción e Industria de la ciudad de Ameghino, provincia de Buenos Aires.
Durante septiembre, el 78% de los negocios consultados tuvo bajas anuales en sus ventas, mientras que sólo el 14,7% creció y el 7,3% se mantuvo sin cambios. Ni siquiera las ofertas de hasta 50% de descuento en productos como textiles, blanquería, calzados, marroquinería o bazares parecieron despertar el interés de la gente. “Se nota cada vez más la merma del poder adquisitivo del público. Las ventas se dan en los primeros siete días posteriores al cobro del sueldo y se extienden por cinco días más con el uso de tarjeta.
El resto del mes muchos comercios cierran la jornada sin movimiento de caja”, dijo Antonio Fabián Hryniewicz, de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa (CAPYMEF). Un efecto que perjudicó al comercio es la cantidad de familias que se organizan en grupos para ir a comprar directamente a los mayoristas. Está siendo una práctica cada vez más habitual.
Donde mejor anduvieron las ventas fue en el canal online, que sigue ganando público, aunque en septiembre también se vendió menos en la comparación anual. Todos los meses más negocios se suman a esa modalidad, tratando de adecuarse al segmento de consumidores más jóvenes que compran desde sus celulares.
Producción de bienes de madera y muebles cayó 6,1 por ciento en agosto
Este índice que registra la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) marca datos negativos desde mayo de 2018 en adelante, en coincidencia con el efecto que produjo la corrida cambiaria -y posterior devaluación- que comenzó entre mediados y fines de abril. En términos generales, la producción de la industria PyME cayó 6,4% en agosto, al considerarse todos los rubros que releva CAME.
A continuación, parte del informe difundido por la entidad a fines de septiembre. Es el cuarto mes consecutivo en baja, que indicó, como dato positivo, que aumentó a 31,4% la proporción de empresas con crecimiento, algunas de ellas alentadas por la nueva estructura cambiaria. Igual, el uso de la capacidad instalada volvió a bajar, a 53,8% y un tercio de las firmas califican su situación actual como mala o crítica.
– La producción de las PyMEs Industriales cayó 6,4% en agosto frente a igual mes del año pasado. Es el cuarto mes consecutivo en que la industria cae;
– Frente a julio se registró un incremento de 11,6% (en la medición con estacionalidad), que es natural que en agosto se produzca más, mientras que en los 7 meses de 2018 se acumula un retroceso de 0,7% frente a igual periodo de 2017;
– Los datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial de CAME entre 300 industrias PyMEs del país (NDR: En el rubro “Productos de Madera y Muebles” se consideraron datos de 25 industrias de CABA, GBA, provincia de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, La Rioja, Entre Ríos, Misiones, Jujuy, Córdoba, Santa Fe, Tucumán y Tierra del Fuego). El Índice de Producción Industrial PyME (IPIP) registró un valor de 81 puntos en agosto;
– Los 11 sectores relevados cayeron en la comparación anual. Las bajas más acentuadas se dieron en “Productos de metal, maquinaria y equipo” (-10,4%), “Calzado y marroquinería” (-8,8%), “Productos textiles y prendas de vestir” (-8,3%), “Material de Transporte” (-7,5%), “Productos de caucho y plástico” (-6,4%), “Fabricación de productos eléctrico-mecánicos, informática y manufacturas” (-6,2%), “Productos de Madera y Muebles” (-6,1%), “Productos químicos” (-6,0%) y “Minerales no metálicos” (-5,6%);
– Las altas tasas de interés, los altos niveles de endeudamiento, sumado a la dilatación en los plazos para cobrar la mercadería, son todos factores que repercutieron la rentabilidad del industrial;
– “La situación es compleja, muchos de los insumos que usan las PyMEs son importados, principalmente el plástico y el papel, y con los aumentos de costos recientes no se pudieron subir los precios de venta porque se perderían clientes. Las industrias debieron absorber las subas”, dijo Carlos Ruibal, vicepresidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ). El empresario señaló además que los proveedores vendían en septiembre a valores estimativos, porque no había precios de referencia, incluso algunos venden con factura abierta. “La cadena de pagos está muy golpeada y se comenzó a ver mucho rebote de cheques”, agregó. Algo similar manifestaron desde otros sectores como indumentaria y calzado: “La cadena de pagos está rota por más de 90 días, se nota un incremento de la insolvencia de clientes, y un apuro por cobrar en los proveedores”;
– En agosto, sólo el 15% de las empresas consultadas dijo tener planeado nuevas inversiones de acá a fin de año, y otro 14% lo estaría evaluando y no descarta esa opción. Pero el 70% no tenía entonces planes para invertir;
– La industria argentina sigue produciendo con altos niveles de capacidad ociosa: el uso del potencial instalado volvió a caer en agosto, a 53,7% (desde 62% en abril, 60,5% en mayo y 59,8% en junio). “Los industriales están sobre-stockeados, lo que reduce aún más la capacidad productiva. Es probable que cuando finalicen de vender el stock, la situación pueda reactivarse”, explica Santos Risafi, prosecretario de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC);
– Hacia adelante, las expectativas son todavía muy inciertas. Sólo el 19,7% de las empresas aseguran que la producción seguirá aumentando en los próximos meses, mientras que otro 10,7% no sabe qué sucederá y un 33,5% cree que se mantendrá en los niveles actuales. El 36,1% estima que puede seguir en declive.
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Fuente y graficos: CAME