El arquitecto Daniel Salum reveló en una entrevista exclusiva con D&F Muebles los detalles un proyecto que tiene como objetivo principal integrar a diseñadores y empresarios. “Buscamos que la empresa y los diseñadores puedan trabajar en el mercado de forma integrada para lograr un mayor consumo de muebles y un mayor posicionamiento del mueble dentro del presupuesto familiar”, precisó.
En el ámbito de la última edición de FIMAR, que se realizó del 25 al 28 de marzo en el Forja Parque Ferial de Córdoba capital, un enviado especial de este medio consultó a Salum sobre los siguientes temas:
– ¿De qué se trata el Salón de Diseño que presentó en la feria?
– El objeto que nos plantearon cuando nos propusieron hacer el Salón de Diseño era buscar la manera en que el diseñador y el fabricante se junten. De manera que, debíamos integrar estas dos partes. Hoy la muestra es de lo que ya se hizo y, quizás no de lo que queremos mostrar a futuro porque buscamos más la integración de un producto que sea empresa de diseñadores y no tanto de diseñadores independientes. No obstante, logramos dividir el salón en tres partes: una que muestra un balance de lo que fue la última década de diseño de muebles; otras áreas que representaban la parte más académica donde se mostraba el trabajo del DIMU, el posgrado de diseño de muebles; y la tercera parte que queremos potenciar es el I + D Concept, donde las empresas innovadoras tendrán un espacio para mostrar los prototipos en los que están trabajando. El criterio para la muestra incluye que se repita todos los años y también un concepto que nos pareció interesante era mostrar la oferta de diseño mobiliario argentino no sólo en los espacios feriales sino en espacios públicos. Por eso se generó, conjuntamente con la muestra del Salón de Diseño, dos muestras satélites. Una de ellas previa a FIMAR, que se realizó en el centro cultural El buen pastor de la provincia de Córdoba y posterior a la feria se hará otra mini-muestra del salón en un local de la cadena comercial Hipercasa, donde se podrá mostrar a la sociedad el diseño mobiliario de Argentina.
– ¿Cómo es la integración entre la empresa y el diseñador?
– Es la etapa que más trabajo nos lleva, la fase de transferencia. Se ha hecho una experiencia interesante a nivel académico que es el DIMU. En ese ámbito, la empresa y el diseñador interactuaron. Todavía nos falta integrar al diseñador dentro de la empresa, para ello el Salón de Diseño y el proyecto Centro de Diseño Córdoba son entidades que promocionan el diseño como herramienta de competitividad. Debemos entrar en la etapa del diseño donde empezamos a mostrarles a las empresas que el diseño es un negocio, una herramienta de competitividad y que el diseño les puede hacer ganar más dinero. Nos dimos cuenta de que tenemos la materia prima, la fuente que genera diseñadores con las universidades, el DIMU y todas las especializaciones que hay; y por otro lado tenemos a las empresas que están demandando alguna diferenciación de sus productos. El tema es que tenemos que crear la integración. Por eso hemos planteado cuatro ejes de trabajo: la transferencia, la comunicación, el financiamiento y la difusión. Las empresas del mercado tienen que ver que en Argentina se pueden crear productos con diseño competitivo porque existe la materia prima para hacerlo, que son los diseñadores.
– ¿Cómo solucionan los problemas de la comercialización y el “Art Director”? ¿Cómo supera el diseñador esa etapa?
– Para lograr resultados en la incorporación de diseño en una empresa tenemos que manejarlo de manera estratégica y esto significa que el diseño es parte de esa estrategia. Cuando uno trabaja conjuntamente con los especialistas en comercialización a veces no alcanza con desarrollar estéticamente un producto, sino hay que tener en cuenta muchos aspectos como tecnología e insumos. La parte comercial nos da pautas muy importantes porque es la que sabe de los gustos del consumir y las variantes del mercado. La información que plantea el área comercial de la empresa son premisas que el diseñador no puede dejar de tener en cuenta. Cuando empezamos a lograr esa integración en las distintas áreas, el diseño termina siendo un aporte importante.
– ¿Cómo trabajan las empresas respecto a la aplicación de la marca? ¿Cómo funciona el diseño en el recambio del mueble?
– La identidad corporativa es muy importante. Si planteamos el diseño en forma estratégica vamos a lograr que las empresas llamen a los diseñadores para buscar posicionar la marca o un producto nuevo. El diseño no pasa sólo por el producto en sí mismo, sino en cómo se lo presenta, se arma su embalaje, su identidad de marca, la relación de marca con el producto, de qué forma se valoriza la fortaleza del producto y cómo disimula sus debilidades. Es un proceso integrado que hay que con los diseñadores gráficos y especialistas en comercialización.
– ¿Creés que ahora es más aceptado el diseñador entre los industriales?
– Se logró hablar de diseño. Esto genero un escenario donde el diseñador y el fabricante están dispuestos a sentarse a conversar. Es un trabajo que lleva esfuerzo porque el diseño maneja otras disciplinas que la empresa no está acostumbrada a incorporar. Estamos ante un escenario propicio para que ambas partes empiecen a trabajar en conjunto.
Fotos: D&F Muebles.
Más información en D&F Muebles impreso de abril (Año XVI, número 113).